martes, 2 de septiembre de 2014

Arder



Ya tenía su ropa puesta, limpia, como se la había puesto aquel día por la tarde, pero no pensaba en eso, solo quería ir a comer y luego irse a dormir. Salió del baño y Shadow estaba acostado en la cama esperándolo. Sonic tenía pena de pedirle a su compañero que quería algo de comer, pero antes de que pensara algo más, Shadow abrió sus ojos y lo observo atento.



-       Oye ¿No tienes sueño? Por casualidad – Preguntó tranquilo el erizo negro bostezando cómodamente mientras estiraba todo su cuerpo. Por alguna razón esa pregunta junto a la acción que hizo Shadow provoco a Sonic un pesado sueño.



-       Hey… Aaaawwww – Bostezaba Sonic tapándose la boca a diferencia de Shadow – No hagas eso… Me da sueño – Dijo Sonic acercándose a la cama y recostándose en esta al lado de Shadow, dándole la espalda. No sabía si tenía más sueño o más hambre – ¿Te importaría irte a otra habitación? Creo que me iré a dormir.



-       ¿Y por qué tendría que dejarte dormir en “MI” habitación? – Inquirió Shadow mirando las púas del erizo.



-       ¿Esta es tu habitación? – Preguntó tenso el erizo azul. Levantándose de la cama – Per-per-perdón yo no sabía que este era tu-tu-tu cuarto – Tartamudeaba nuevamente Sonic ruborizado por completo.



-       Tranquilo, te dejare quedarte esta noche si quieres – Dijo Shadow forzando a Sonic a acostarse otra vez, pero dándole la cara a para burlarse – Claro, siempre y cuando no te moleste que duerma sin ropa.



-       ¿¡Qué!? ¿¡Por quien me tomas!? – Dijo Sonic rojo como tomate, tratando de separarse de Shadow, retrocediendo pero este le tenía sostenido de los brazos obligándolo a acercase a él. Shadow embozo una sonrisa de victoria y soltó a Sonic haciendo que cayera de la cama por la fuerza que tenía retenida en separarse - ¡Aah!



-       ¡Jajajajajajajaja! – Reía a carcajadas el erizo de Shadow que pataleaba y golpeaba la cama por su cruel broma - ¡Por dios eres tan ingenuo! Me matas ¡Jajajajaja!



-      Mmmrrrrrfff… - Gruñía Sonic mirando al bromista de Shadow que lloraba por la emoción. Se paró furioso y empujo a Shadow haciendo que este se cayera igual de la cama, pero en cambio se burlo aun más fuerte, tomandose de su barriga que sentía que iba a reventar por las risas imparables.



-       Jajajaja…Jaja, Aawww… - Terminaba de reír agotado el burlón de Shadow que se paraba temblando por la conmoción. Se terminó de levantar y miró fijamente a Sonic con una sonrisa amplia – Vamos ¿Qué no fue gracioso, Faker?



-       Ummm… Tal vez solo un poco… jejeje – Dijo Sonic haciendo una mueca para no tratar de reír, no consiguiéndolo del todo – Jajajajaja.



-       Uuff… Eso estuvo divertido… Ya no tengo sueño ¿Y tú? – Preguntó Shadow ya tranquilo – No se tu pero me iré a preparar la cena ¿Quieres?



-       Te lo agradecería mucho, gracias – Dijo Sonic siguiendo a Shadow hacia la salida. Estando afuera Shadow prosiguió hasta llegar al final del pasillo seguido de Sonic. Llegaron a la cocina ridículamente estrecha y Sonic se quedó afuera dándole espacio a Shadow.



-       Hey, ven acá a ayudar o te quedaras sin comida – Exigió Shadow jalando a Sonic del brazo un poco más serio.



-       Okey, okey. Eres muy mandon ¿Sabes? – Comentó Sonic, recibiendo varias calderas que le entregaba Shadow.



-       ¡Oh, perdone señor! No querría hacerle sentir sobre-explotado con tantas demandas – Dijo Shadow con sarcasmo, dándole una cara de arrogancia a Sonic. Elegía entre uno y otro caldero que llevaba el erizo azul y luego el resto lo guardo de donde lo había sacado.



-       Y… ¿Que vamos a comer? – Pregunto Sonic.



-       Un aperitivo, es la una de la mañana, haré unos emparedados ¿Gustas? – Dijo Shadow irguiéndose y colocando una sartén para hacer el emparedado en una de las hornillas.



-       Lo que sea – Dijo Sonic con mucho entusiasmo. Después de un rato terminaron de preparar seis emparedados. Sonic preparo la mesa con desdén y se sentaron sin más en la mesa Japonesa, y antes de que empezarán a comer, llego Silver agotado poniéndose sus pantalones apresuradamente.



-       Ya termine, jejeje – Dijo Silver seguido de terminarse de poner su bata de doctor sin nada debajo como franela – Oh, gracias chicos por preparar el ayuno, es bueno tener dos chicos que me cocinan – Daba el primer mordisco al emparedado que se encontraba en un plato apartado.



-       Silver… ¿Y tus modales? – Interrogó Shadow molesto por la despreocupación de Silver.



-       ¿Ummm? Disculpa Shadow-Kun, Disculpa Oni-san – Dijo apenado el erizo blanco prosiguiendo con su comida – Y… ¿Ya te disculpaste con Shadow, Sonic? – El erizo negro y azul se miraron y rieron tranquilos.



-       Si, Oni-chan. Gracias por tu consejo – Dijo Sonic poniéndole una mano a Silver en la cabeza y despeinándole.



-       ¡De nada! – Contestó Silver comiendo feliz su emparedado mientras los demás estaban a gusto.



 Una vez terminaron de comer, cada uno se fue a su respectiva habitación, Sonic en la de Silver, mientras que este, durmió con Shadow en la suya. En la mañana nuevamente Sonic se despertó por los ronroneos de Silver, que esta vez abrazaba el torso del erizo azul, Sonic no le molesto en lo absoluto y despertó a Silver con caricias en su cabeza y cuando observo que este se relajaba y lo disfrutaba le dio un leve golpe en la cabeza para despertarlo.



-       ¡Ay! Me dolió – Dijo Silver levantándose rápidamente y sobándose la cabeza.



-        No seas llorón – Bromeó el erizo azul levantándose de la cama – Tengo que ir a mi casa.



-       Chicos, Despierten – Dijo Shadow afuera de la habitación, tocando la puerta insistente como un despertador.


       Entonces una de las más retorcidas bromas se le ocurrió al erizo albino y tomo el brazo de Sonic para que este volviera a acostarse con él en la cama.



-       ¡Oni-san, Por favor no te detengas! – Gritaba a gemidos el travieso de Silver que se montaba sobre Sonic, moviendo sus caderas. Sonic solo gritaba de la pena ruborizado, sin darse cuenta que su dramatización quedaba en la escena que quería dar su amigo Silver - ¡MÁS, ONI-SAN, MÁS!



-       ¡SILVER, NO! ¡DETENTE! – Gritaba por la pena el erizo azul tratando de quitarse a Silver de encima.



-       ¿¡QUE CARAJOS ESTAN HACIENDO AHÍ!? – Gritaba enfurecido Shadow.



-       ¡Oni-san me está haciendo correr, Shadow-kun! – Gemía falsamente Silver, tratando de aguantar la risa mientras movía sus caderas para que Sonic gritara apenado.



-       ¡Por favor Silver, no muevas tu cadera así, por favor! – Lo que había dicho Sonic había sido la gota que rebaso el vaso. Shadow entro a la habitación de un golpe echando humos por su nariz y Silver no pudo aguantar en reír a carcajadas.



-       ¡Jajajajaja! Caíste, Shadow-kun. No estábamos haciendo nada – Admitía Silver viendo inocente como siempre a su tutor, mostrandole una trompetilla burlona. Shadow solo lo observo con frialdad hasta que tomo a Silver y lo puso boca arriba en la cama y lo miro con una cara casi diabólica.



-       Entonces no te molestara que yo… ¡Te haga cosquillas! – Grito Shadow moviendo sus dedos en la panza del erizo blanco provocando que este riera sin remedio.



-       ¡NOOO! ¡JAJAJA, NO SHADOW! ¡POR FAVOR! ¡PARA! ¡JAJAJA! – Gritaba entre risas Silver, mientras agitaba sus manos y piernas.



-       ¿Ah? Ahora quieres parar ¿Eh? ¿Por qué no le dices lo mismo a Sonic? – Decía Shadow, riendo con Silver.



-       Yo… Yo…. ¡JAJAJAJA! ¡Lo siento, Sonic! ¡JAJAJA! ¡Para ya, Shadow, ya le dije! – Gritó Silver, antes de que Shadow parara de hacerle cosquillas.



-       Bien… Jejeje. Ahora deja que Sonic y yo hablemos en privado ¿Vale? – Dijo Shadow levantándose y dejando que Silver se levantara.



-       Esta bien. Hasta luego, Sonic – Dijo Silver antes de salir del cuarto. Shadow cerró la puerta y se sentó en la cama con Sonic.



-       Lo siento por eso, Sonic. Nunca había hecho esa broma si no conmigo y Mephiles cuando era aún más pequeño – Se disculpaba Shadow rascándose la nuca.



-       No, tranquilo. Fue muy divertido a decir verdad… - Sonrió Sonic, volviéndose a parar de la cama.



-       ¿A qué te refieres con divertido? – Dijo Shadow mirando ahora con sospecha a Sonic que se ponía los zapatos.



-       ¿Ummm? Por favor, no mal pienses, me refiero que fue divertido la broma que nos hizo, eso es todo – Chasqueo Sonic ya no tan alegre por la ofensa – La verdad es que ustedes son muy bromistas ¿No es así?



-       Eso no los enseño Ema… - Dijo Shadow sonriendo levemente. Sonic lo miro por un momento y le sonrió amigablemente a su amigo.



-       Supongo que les enseño bien… Me hubiera gustado conocerla – Dijo Sonic, esta vez abrochándose muy bien la camiseta.



-       Te aseguro que la odiarías con todas tus fuerzas si la hubieras conocido… Pero al final te hechizaría con su carisma – Añadió Shadow levantándose y buscando algo en un gabinete de la habitación – Pero cambiando el tema… Espero que lo de esta mañana no te impulse a hacer cosas indebidas con Silver – Advirtió Shadow Mirando serio a Sonic.



-       No lo creo. Silver es como mi hermanito – Comentaba Sonic abrochándose el pantalón – Además que no soy gay – Dijo Sonic pero antes que digiera otra cosa Shadow se burló de este.



-       ¡JAJAJAJA! Claaaaroo. Un macho pecho peludo que se respeta – Dijo Shadow posando como si tuviera el físico que describía – Tu eres el más marico que he visto – Dijo Shadow acercándose al erizo que había molestado.



-       Si… Después de Silver…



-       ¡Hey! Silver no es gay – Protestó furioso Shadow. Pero Sonic lo miro ya serio, haciendo que este se tragara sus palabras – Bueno… Tal vez un poco…



-       Creo que este sitio lo ha influido un poco.



-       Claro que no… Nadie se hace homosexual o heterosexual con cosas como estas, no tiene nada que ver – Dijo molesto Shadow.



-       Bueno, pero de seguro este sitio apresuro su decisión en su orientación sexual – Terminó diciendo Sonic.



-       Puede que si – Dijo deprimido Shadow agachando la cabeza – Y… ¿Vendrás esta noche?



-       Ya que… Terminare lo que tú me hiciste empezar – Afirmó Sonic sonriendo.



-       Qué bueno… Ya no tendré que confiscarte esto – Entregó el celular del erizo de ojos verdes el cual lo tomo rápido pensando que se lo volverían a quitar.



-       Gracias… Bueno será mejor que me vaya – Inquirió Sonic pasando a lado de Shadow.



-       Aja y ¿Quién te llevara a tu casa? – Preguntó Shadow, curioso de la respuesta del erizo azul.



-       Ammm… ¿Me puedes llevar tú? – Murmuró Sonic penoso.



-       ¿¡COMO!? – Volvió a preguntar Shadow queriendo que Sonic lo digiera en voz alta.



-       ¿¡ME PUEDES LLEVAR A MI CASA!? – Gritó Sonic sonrojado a más no poder, dándole aun la espalda Shadow.



-       ¿Por qué no lo habías pedido antes, Faker? – Dijo muy tranquilo Shadow. Paso al lado de Sonic dándole una nalgada provocando que gritara apenado – Vamos, marica, jajaja.



-       No…. Me digas… Marica… - Tembló Sonic con impotencia por el acoso, arrastrando sus pies tras Shadow.



 Los dos salieron del burdel y como si ya fuera rutina se montaron en la moto del erizo negro con sus cacos correspondientes y marcharon directo a la casa del erizo azul. Casi llegando a la casa de Sonic, este noto a la lejanía a sus amigos Knuckles y Tails, dirigiéndose a su casa, entonces reacciono estrepitoso y tomo los manubrios de la moto girándolo a la derecha, provocando que Shadow maldijera asustado, escondiéndose en un callejón. Este se bajó sin decir nada, dándole el casco a su compañero.



-      ¿Qué diablos te pasa? ¡Por poco Nos matas! – Gruñó Shadow molesto.



-       Shh, Lo siento, no quería hacerlo, pero mis amigos están allá y no quería que me vieran contigo – Dijo Sonic entre susurros.



-       ¿Es enserio? ¿Cuál es el problema? ¿Acaso fue esa mala impresión? – Preguntó Shadow inquieto.



-       Perdona, pero es preferible que yo siga de aquí hasta mi casa. Gracias por todo, Shadow – Dijo Sonic alejándose.



-       A mí no me digas gracias, vendré por ti más tarde… - Dijo Shadow subiéndose en la moto y manteniendo el acelerador – Adiós – Dijo antes de salir arrancado del callejón. 


       Sonic no le tomo importancia y continuo su camino hacia su casa. A la lejanía saludo a sus amigos que le devolvieron el saludo y una vez Sonic frente a frente de ellos quedo en silencio esperando que sus amigos empezaran con sus interrogantes.



-       Sonic… ¿Cómo has estado? – Preguntó Tails de primero.



-       Ammm… Bien… Volviendo de mi trabajo, jejeje – Respondió Sonic nerviosamente.



-       Tomas el turno de la noche ¿No? ¿Por qué nunca nos hablaste de tu trabajo? – Preguntó esta vez el echidna rojo.



-       Bueno, ese fue un fallo mío, lo siento – Dijo aún más nervioso el erizo azul.



-       ¿Qué tal si entramos a tu casa a hablar con más tranquilidad? – Inquirió el zorrito amarillo.



-       Es-está bien – Tartamudeo Sonic. Los chicos entraron en el departamento y ya adentros se sentaros en los muebles de la sala y se volvió a hacer silencio.



-       Emmm… ¿Quieren que les sirva algo de beber? – Pregunto Sonic.



-       No, gracias Sonic. ¿Y exactamente cuánto dinero ganas en ese trabajo? – Preguntaba Knuckles insistente.



-       Esto… Las ganancias varían dependiendo de cómo se trabaja – Respondía Ya incomodo Sonic – A noche gané 46$ ¿Qué tal?



-       No está mal, Sonic, pero deberíamos de trabajar los tres juntos, no solo tu – Comentaba Tails muy serio, mirando a su compañero azulado.



-       Es cierto, tiene que haber una manera de que podamos trabajar juntos, además. Así ganaríamos más dinero y podríamos conseguir las entradas más rápido, sin mencionar que estas cuestan casi 400$ - Concordaba Knuckles con Tails, mirando de igual modo a Sonic.



-       Chicos, no pueden trabajar conmigo, no hay cupo… - Sonic impedía que sus amigos siguieran pensando en trabajar con el – Oigan ¿No quieren salir a tomar una malteada de chocolate? Se me antojo de la nada jejeje.



-       Sonic, ¿De que trabajas? – Interrogó Tails de repente.



-       Ammm… Yo, no es importante chicos – Sudaba como un cerdo el pobre erizo, pensando en las escusas lo más rápido posibles – No me permiten hablar de mi oficio…



-       ¿Acaso haces contrabando o algo por el estilo? – Insistía Knuckles.



-       Yo… No… Solo no puedo hablar de eso, es muy… - Sonic moría de ganas por dentro por decirle a sus amigos la verdad pero el miedo le impedía hacer su cometido – Vergonzoso…



-       ¿Qué es tan vergonzoso que no se lo puedes decir a tus amigos? – Preguntaba esta vez Tails, sintiendo desconfianza de Sonic – Por favor dínoslo, somos tus amigos, tienes que confiar en nosotros o… Nosotros desconfiaremos de ti… - Decía muy deprimido el zorrito amarillo agachando la cabeza.



-       Tails tiene razón. Yo les confió todos mis secretos, chicos… No hay que temer Sonic, sea lo que sea estaremos contigo hasta el final – Dijo con coraje el echidna rojo, apretando sus puños.



-       Chicos…. – Sonic se impresiono por aquella devota amistad. Agacho su cabeza ruborizándose por lo que les iba a decir a sus amigos – Yo… Chicos, yo… ¡TRABAJO EN UN BURDEL! – Gritó Sonic arrepintiéndose de sus palabras.



-       … ¿Como…? Trabajas en un ¿Qué? – Dijo dudoso Tails desconfiando esta vez de sus oídos.



-       Dices que trabajas en un burdel, donde… Hay mujeres y…. – Dijo Knuckles entrecortando sus palabras.



-       Bailarines, si…. – Terminó de decir Sonic sonrojado hasta la medula, apretando con fuerza su brazo – Yo… - Pensaba en otra escusa, no quería decirles toda la verdad, aun – Trabajo como… Cantinero…



-       ¿Cantinero? – Dijeron a la vez el zorrito y el echidna.



-       Si…



-       Eso… ¡Es genial compañero! Tienes toda la suerte del mundo de estar ahí y poder ver a todas esas chicas buenas – Dijo Knuckles sin pensar bien sus palabras, provocando que Tails le diera un codazo para que callara.



-       Está bien, Sonic. No debes de tener pena por trabajar en un burdel y ver todas… Esas personas… - Dijo Tails ruborizándose un poco.



-       Yo… Solo quería tener el dinero para ustedes.



-       No te preocupes por eso, Sonic… ¡PREOCUPATE POR NO DARME EL PUESTO PARA QUE YO TRABAJARA AHÍ! – Gritó Knuckles enfurecido.



-       ¡Pero Knuckles! Tú tienes novia – Dijeron en coro Tails y Sonic mirando serio a su amigo rojo.



-       Es verdad… Solo que es muy difícil pasar a tercera base con Rouge -  Dijo desilusionado Knuckles. Fue entonces que el zorrito y el erizo rieron por la mala suerte de su amigo.





 Pasaron las horas y Tails y Knuckles se fueron a sus casas dejando a Sonic solo en su departamento. Eran las cinco y media A pesar de no haber comido y estar muerto de hambre iba a esperar a que Shadow llegara y le hiciera un delicioso almuerzo-cena. Obviamente a Sonic le daba pena pedirle a su invitado que le hiciera de comer, pero para un chico como él, le era difícil resistir que alguien le hiciera su comida. 
 Pasaron las horas y Shadow no llegaba a la casa del erizo azul, este se moría de hambre esperando a que llegara y le hiciera la comida, pero sonó su celular. Le había llegado un mensaje el cual decía; “Hola, es Shadow. Te espero afuera en  la calle. Apresúrate” Sonic se enfadó y tomo su chaqueta para salir de su casa, camino con pasos firmes hasta la carretera y vio a Shadow montado en su moto listo para arrancar.



-       ¿Por qué llegas a estas horas? – Decía en voz baja Sonic regañando a su chofer (hora 20:46) – Llegas tarde, por un momento pensé que no vendrías.



-       ¿Y que si llegue tarde? Vamos, súbete – Susurro Shadow de igual modo, regañando a Sonic.



-       No he comido nada, esperaba a que llegaras – Dijo Sonic más triste que molesto.



-       ¿Y por qué esperabas por mí…? Ah, querías que te cocinara ¿No? – Dijo Shadow pillando lo que quería Sonic – Solo móntate ¿Quieres? – Sonic sonrojado, se montó con el estómago vacío, dirigiéndose con Shadow al burdel más rápido de lo normal.


       Estando adentro del establecimiento se dirigieron a la habitación donde se encontraban los vestuarios y buscaron a Silver pero este estaba sentado en un mueble de color rojo, vestido como mucama con la cabeza gacha, el joven miraba decaído hacia sus pies.



-       ¿Silver? ¿Qué haces vestido así? – Preguntó preocupado Sonic seguido de que Shadow se agachara para encontrarse el rostro lloroso de Silver mirándolo apenas con tristeza.



-       Ya era hora de que se hicieran presentes – Dijo una voz tenebrosa tras ellos.



-       Mephiles… - Dijo Sonic volteando rápidamente, adivinando la voz de aquella persona - ¿Qué ocurre?



-       Oh, mi querido Sonic. Tú y Silver fueron elegidos como bailarines privados por esta noche, por un hombre de mucho dinero, se llama… Finitevus, Doctor Finitevus – Dijo con mucha elegancia el erizo diabólico, mostrando conformidad por la desgracia de Silver y Sonic.



-       ¡Mephiles! Silver no puede ser bailarín privado, ya te lo había dicho, eso y que no se podía acostar con nadie – Regañó furioso Shadow, mirando frente a frente a Mephiles.



-       Lo siento, Shadow, pero es lo único que puedo hacer por tu incidente… ¿Lo recuerdas? – Dijo Mephiles mirando desafiante a Shadow. Este solo agacho la cabeza callando sus palabras, miro a Silver y pensó en su respuesta.



-       Yo bailare por él – Dijo Shadow seguro de sí mismo.



-       Jajajaja, Shadow… Tú no puedes. Tu cuerpo ya no es tan hermoso como en tus días más jóvenes. Quieras o no, Silver tendrá que bailar – Se burló Mephiles, dándole la espalda a los demás – Apresúrense, mi amigo no es muy paciente.



-       Silver… Yo… - Shadow estaba roto por dentro, no quería que su pequeño Silver saliera a bailar para una persona en especial. Se acercó nuevamente a este y se agacho aun con su cabeza baja – Perdóname… - Susurró Shadow manteniendo un nudo en su garganta viendo el rostro del desilusionado Silver que lo miraba quebrantado.



-       No importa, Shadow – Dijo Silver sonriendo ampliamente y tomando las manos de su tutor – Solo será esta noche y estaré bien junto a Sonic… - Shadow levantó la cabeza y miro hacia Sonic, que este nerviosamente asintió dándole confianza a Shadow.



-       ¿Cuidaras a Silver por mí, Sonic? – Preguntó Shadow mirando a Sonic lleno de esperanza en sus ojos.



-       Lo-lo haré, Shadow. Cuidare de Silver como si fuera mi hermano – Dijo Sonic, poniendo su mano en su corazón como si jurara por su vida. Shadow sonrió aliviado y rápidamente abrazo a Sonic. Este solo se ruborizo y acepto su abrazo.



-       Gracias, Sonic. Sabía que eras de buen corazón... – Dijo Shadow apartándose de Sonic – Bueno… Supongo que tendré que dejarlos a solas para que se vayan preparando – Mencionó Shadow esperando la afirmación de los demás para poder retirarse – Buena suerte, chicos… Cuídense – Sonic miro a Silver y este solo desvió su mirada aun deprimido.



-       Bueno… Me tengo que ir a alistar… Ahora vengo – Dijo Sonic dirigiéndose al baño para hacer lo de costumbre.


       Cuando salió del baño, Mephiles lo esperaba ansioso con unas ropas en su mano que entrego de inmediato, y sin decir palabra alguna, lo dejo con sus cosas, señalándole seguido una puerta, indicándole a donde tenía que dirigirse. Sonic se vistió con las ropas que le habían dado, al parecer tenía que ir con un smoking pero solo con la parte de arriba, puesto con esto, un bóxer de cuero y unas botas bien adornadas. Ya vestido, trago saliva y se fue a aquella habitación que le resguardaba una horrible experiencia.



 Sonic entro en esta, encontrándose en una habitación muy espaciosa donde había una tarima casi de grande como donde había bailado antes. Estaba adornada de cortinas rojas que llegaban a cubrir el suelo. Había un echidna albino, sentado en un trono frente a la tarima; el echidna era blanco con rayas negras, ojos amarrillos y de esclerótica negra, Warp Rings, capa negra, guantes y botas negras, gafas púrpuras, cinturón negro con la imagen de una media luna, vendajes, pantalones tubos y una camiseta blanca. Este miro curioso a Sonic y le dedico una sonrisa casi amigable. El erizo azul se acercó un poco confiable, pero Silver le hizo señas desde la tarima donde se encontraba haciendo que este se desviara de camino. Sonic estando arriba con Silver miro hacia su cliente que al parecer era ese echidna albino, Finitevus.



-       Buenas noches, mi señor. Espero que este cómodo en su estadía – Dijo Sonic haciendo reverencia elegantemente, tratando de tener el control de la situación para que Silver no sintiera tanto miedo – Hoy seremos sus bailarines personales, si necesita algo puede pedírnoslo a nosotros.



-       Qué bueno, mi pequeño erizo. Espero mi espectáculo con ansias, si no te importa – Pidió el echidna moviendo su mano en señal de que empezaran con su oficio. Sonic reacciono rápidamente y miro a Silver, pero este le temblaba las piernas sin cesar.



-       Sonic… Nunca he bailado para una sola persona, tampoco he bailado en equipo. No sé qué hacer… - Murmuró disimuladamente el erizo blanco mirando nervioso al echidna.



-       Tranquilo, Silver. Podemos hacerlo. No tengas miedo que estoy contigo – Animó Sonic a su amigo Silver – Música por favor.



 Empezó a sonar la música, lenta y suave, lo que esperaba Sonic. Miro a Silver y asintió con su cabeza alejándose de él y dirigiéndose al tubo con pasos tranquilos. De inmediato salió un segundo tubo al lado de él, que al parecer, lo había accionado Finitevus con un control para que Silver tuviera donde bailar. Este con pasos algo torpes por sus tacones se acercó a este, tratando de parecer natural. Los dos erizos estaban listos.
 Sonic empezó con unos lentos pero sensuales movimientos de cadera mientras se frotaba en el tubo, luego siguió Silver, dando una vuelta alrededor del tubo sostenido de su mano. Giraba lentamente lanzándole una mirada picara a su espectador que de inmediato se la devolvió, mordiéndose un dedo. Seguido, Sonic se montó del tubo con una sola pierna y con una mano, estirando su cuerpo hacia atrás para darle un giño al doctor, montándose por completo en el tubo para girar hacia abajo y quedar en el suelo moviendo su cintura.



 El doctor Finitevus sobaba su miembro frente a los dos novatos chicos que bailaban para él. Silver continuo subiéndose en el tubo para dar giros improvisados pero aparentemente elaborados por su parte. Con Sonic, volvía a montar en el tubo para caer en el suelo y enredar sus piernas en este, estirando su torso y descender al suelo elegantmente. Silver prosiguió bajando del tubo dándole la espalda a su espectador para luego inclinarse y mostrar sus bragas de chica bajo el vestido de mucama que llevaba, tocando sus nalgas y masajeandolas de forma tentadora. Finitevus tenía un gran espectáculo frente a él, de un lado, un erizo azul en smoking, con tan solo un bóxer y botas, moviendo sus piernas con su cadera en el tubo y del otro lado, un erizo albino vestido de mucama en tacones, moviendo su trasero de un lado  otro mientras se apretaba sus gluteos.



-       Maravilloso chicos… Pero por favor, no sean tímidos y acérquense a mí para verlos mejor - Hablaba seductoramente el echidna albino. Silver al escuchar eso se paralizo y titubeo en bajar de la tarima y acercarse al señor, pero Sonic lo tomo de la mano y bajo junto con él.



-       ¿Qué tal aquí, Doctor? – Preguntaba pícaramente Sonic debajo de la tarima con el tembloroso de Silver.



-       Mucho mejor, pero… ¿Qué tal si bailan sobre mis piernas, muchachos? ― Inquiría Finitevus, señalando a sus piernas. Silver le temblaba todo el cuerpo sin parar, impotente por no poder evitarlo. Sonic lo noto de inmediato y se acercó a este para susurrarle.



-       Tranquilo Silver, solo será un rato, yo me encargare de lo peor ¿Vale? – Pedía Sonic a Silver, que dudo por un momento pero tomo coraje y fue con Sonic con el echidna blanco.


        Sonic comenzó rozando su trasero en la pierna de Finitevus, tenía una mirada de indiferencia pero le quedaba muy bien en la posición que se encontraba. Puso su manos en la nuca y movió con más prudencia sus caderas calentando al echidna. Silver apenas rosaba su piel con la del echidna, solo se concentraba en hacer mover su cuerpo fervientemente con el ritmo de la música.


 Sonic cansado de mover su trasero entre el muslo y la rodilla, se voltio dándole la cara el pervertido doctor, que sonrió esperanzado de que el sensual erizo azul le diera un beso, pero esto solo roso su dedo en sus labios, mirándolo serio y a la vez sensual para luego mover su rabo de un lado a otro y meter su mano bajo la camisa del echidna acariciandole el pecho, mientras que Silver solo se limitaba en hacer movimientos elaborados y fervientes. Pronto Finitevus se desesperó por el tímido de Silver y lo tomo de las caderas haciéndolo sentarse en su pierna, obligando que este moviera sus caderas en este mientras lo tomaba de su cintura apretándola. El erizo blanco solo temblaba por el tacto imprudente y aguantaba en no llorar, pero su amigo azulado lo cuidaba muy bien y este empezó a lamer el cuello del echidna que reacciono con impresion y se dejó llevar por los sensuales cortejos del erizo de ojos verdes que empezó a chupar el cuello de este provocando que gimiera con risa.



-      Vaya, pero si eres todo un pervertido, erizo azul – Comento Finitevus antes de darle un largo y apasionado beso a Sonic que se asustó por un momento pero lamentablemente, tuvo que corresponder a este para distraerlo de Silver – Pero tú, erizo blanco… Eres muy tímido ¿No? – Dijo tomando de la cola de Silver, apretándola fuertemente, provocando que este gritara y volteara asustado, dándole la oportunidad al echidna albino de que le diera un beso, que fue apartado rápidamente por Silver; sus ojos estaban lagrimeando y mostraba mucho miedo en su rostro pero esto solo hizo que el echidna riera con malicia – Perdona, pero no puedo evitar ser pervertido con una cosita tan hermosa como tú~  – acariciaba las caderas de Silver dirigiéndose lentamente a su trasero que estrujo con fuerza provocando un gimoteo esforzado de Silver. Sonic trataba de distraer a Finitevus con lamidas en su cuello, pero este no detenía.
      Le planto un beso algo esforzado pero largo a Silver que sin más remedio tuvo que continuar. Fue así hasta que el echidna metió su lengua en la boca del erizo blanco. Este gimió asustado pero procedió sumiso e hizo lo mismo, entrecruzando sus lenguas hasta separarse agotados atados aun por un hilo de saliva. Sonic de inmediato dio un leve empujón a Silver para que ahora Finitevus se concentrara solo en él. Besó con pasión y algo de dulzura que poco a poco desapareció por las caricias del echidna que proporcionaba al trasero de Sonic y al resto de su cuerpo, pero se detuvo para luego acariciar la entrepierna de Silver quien gritó apenado, apartando la mano del echidna blanco. Detuvo el beso de Sonic y miro algo más serio al asustado erizo de ojos dorados.

-      Tranquilo, erizito blanco… Aun no empiezo con las mordidas – Dijo Finitevus subiéndole el vestido a Silver para luego quitárselo y aventarlo lejos. Silver ni siquiera gritó, su rostro mostraba todo lo que sentía; frustración, impotencia, miedo, incomodidad y sobre todo tristeza, pero al parecer, eso le excitaba más al echidna – Vamos, no seas tan tímido conmigo. No soporto ver algo tan adorable como tú. Me dan ganas de violarte. Es una pena que aún no pueda.

 Empezó a pellizcar los pezones del erizo blanco provocando que gimoteara con esfuerzo. Se dedicó entonces en lamerlos y morderlos mientras seguía tocando su trasero sin cesar. Sonic se exasperaba con aquel tipo que torturaba a su amigo Silver, no soportaba ver el rostro de miedo que se mostraba en él. Tenía que ser más meticuloso para poder distraerlo. Sonic se quitó la camisa del smoking y lo lanzó lejos, llamando la atención de Finitevus que miraba a Sonic pero siguiendo su trabajo con Silver. Sonic miraba lujurioso al echidna, y ya con su atención captada, sus manos se dirigieron a los pantalones de este, desabrochándolos para luego bajar su bóxer y encontrar su pene erecto. Sonic con algo de asco empezó a masturbar a su cliente mientras le lamia el cuello como si se tratara de un minino. Con la suerte de los dos erizos, este fue muy bien distraído y se concentró en el insistente de Sonic, empezando a besarlo apasionadamente mientras que Silver solo observaba ruborizado.

-       Siento que me he ganado la lotería, pero es hora que cambie el cheque por efectivo… - Decía casi satisfecho el echidna Finitevus – Oye, azulito, ¿Qué tal si besas a tu compañero? Eso me pondría muy feliz – A partir de ahí, Sonic se detuvo en seco y miro rápidamente a Silver que ni siquiera había escuchado. Sonic se encontraba muy pálido y miro preocupado a Finitevus que esperaba con ansias que su erizo azul obedeciera sumiso.

-       Yo… Yo lo siento, pero no puedo… - Respondió Sonic tragando saliva.

-       ¿Se puede saber por qué?

-       Él y yo… Somos hermanos, eso sería…

-       Muy lujurioso, jejeje – Interrumpió antes de que Sonic terminara – Vamos, mi erizo azul, estoy pagando mucho por unas bellezas como ustedes, sé que puedes hacerlo. Una vez lo hagan dejo ir a tu amiguito blanco. He visto cómo has tratado de persuadirme para que deje de tocarlo – Añadió Finitevus estrujándole el trasero a Sonic, incitando a que besara a Silver, que se encontraba inmerso en otro mundo con la mirada perdida.

       Sonic con movimientos lentos froto los hombros de Silver para que volviera con él. Ya de vuelta en la realidad Sonic miro con tristeza a Silver y le susurró al oído.

-       Lo siento Silver, pero si hago esto te podrás ir… - Dijo seguido de darle un beso tierno a Silver que abrió sus ojos de par en par y se separó asustado de Sonic. Este solo tomo el mentón de Silver y lo volvió a acercar lentamente a sus labios para decirle una vez más – Lo siento…

 Sonic plantaba besos delicados en los labios de Silver. El rostro de los dos erizos mostraba inconformidad a sus actos a pesar de estar ruborizados, pero solo necesitaban hacer eso para que Silver pudiera retirarse y nunca más estar en esa situación penosa. De repente, Finitevus tomo la mano de los dos erizos colocándolos en su pene para que juntos lo masturbaran, lo cual hicieron obedientes.

-       ¿Pueden hacerlo con más intensidad, chicos? Mi amiguito necesita más que besos dulces – Comentaba Finitevus empujando a los dos erizos para que se unieran más y obedecieran una vez más a sus órdenes.


       Sonic comenzó dando más apasionados sus besos con mucha frustración y Silver los recibió con dificultad por sus inexpertos labios, pero terminaron dándose besos de lenguas manipulados por Finitevus. Se trataron de separar pero este los mantuvo así por un buen rato empujando sus cabezas, sin que pudieran hacer nada. El erizo azul y el blanco cruzaban sus lenguas ya desesperados porque el echidna los dejara pero este insistía. Los dos se humedecían en la saliva que ya escurría de sus labios hacia sus mentones goteando, hasta que Silver dio un fuerte empujón separándose de Sonic, volviendo su mirada con odio al echidna albino.

-      ¡Por favor, para ya! No quiero seguir haciendo esto con mi hermano – Gritó Silver partiendo a llorar pero con un odio implantado en su rostro. Finitevus solo vio serio a Silver y le acaricio la mejilla, notaba como Silver quería apartarla pero solo temblaba impotente.

-       Eres demasiado lindo cuando no puedes hacerme daño… Esa impotencia se refleja en tu temblar y en tu voz quebrantada llena de odio… ¡Me encanta! – Dijo el echidna besando con locura a Silver, mordiéndolelos labios con fuerza haciéndolo sangrar. Silver chillo y empujo a Finitevus asustado, observaba como este lamia sus labios llenos de su sangre y sonreía con malicia – Puedes irte blanquito, no puedo divertirme contigo si no te comprometes al cien por ciento… - Una vez dicho, eso Silver se levantó temblando chupando su labio inferior que sangraba y corrió fuera de la habitación. Sonic solo se alivió de que Silver se había librado del acoso intenso del echidna albino. ero lo peor venia para él – Hey azulito, vas a tener que hacer tu parte y la de tu amiguito ahora – Dijo Finitevus tomando a Sonic de su cintura y haciéndolo frotar su pene con su entrepierna.

-       Pero yo…. Está bien... Como digas, mi señor – Dijo Sonic, sin siquiera resistirse, tenía que hacerle caso quisiera o no.

-       Buena puta – Dijo Finitevus bajándose más los pantalones. Sonic le molesto lo que le dijo y desvió la mirada mostrando indiferencia – ¡Hey! No te molestes conmigo, tienes que tener en mente que trabajando en este sitio te harán cosas indebidas y te dirán cosas sucias. Ahora hazme un favor y chupa mi verga – Regañó a Sonic agarrando su cabeza y acercándolo a su palpitante viril. 

      Titubeó por un momento, y algo decepcionado, lamió delicadamente el pene del echidna que suspiro esperando algo más. Prosiguió introduciéndose el pene en su boca, pero Finitevus no soltaba ni un solo gemido. Por algún motivo eso le molestaba a Sonic, sabía que era inexperto en realizar orales, pero haría lo mejor para que no lo subestimara más.

 Se introdujo todo el pene completo en su boca hasta chocar su nariz con su vientre, pero eso solo hizo que el echidna se tensara un poco. Sonic se desesperaba y empezó a moverse de arriba abajo pero sin ningún triunfo logro que Finitevus gimiera, aunque sea un poco. Entonces pensó y recordó como Scourge le chupaba su miembro. Él había observado muy bien los movimientos de aquel abusador, entonces los uso con su cliente aun insatisfecho. A pesar que le daba asco hacer tal cosa, quería ser el mejor. Entonces comenzo a mover de lado a lado su boca, subiendo y bajando mientras movía su lengua acariciando su glande.
 Pudo conseguir un gemido esforzado pero no se detendría hasta ahí. Sus movimientos se hacían lentos pero arduos para desesperar al echidna y que suplicara por más. Prosiguió así hasta que se le ocurrió absorber fuertemente el miembro. Finitevus gimió con fuerza impresionado por el gran movimiento del erizo azul que. Sonic satisfecho, siguió pero con más fuerza, sonriéndole malicioso a su dominado echidna. Prosiguió así con más rapidez provocando que el echidna albino gruñera de placer y temblara. Por reflejos, tomo la cabeza de Sonic y lo afinco para que se introdujera por completo su pene y se corriera en su garganta.

-       ¡OH POR DIOS! Uhhh... Aaahh... Delicioso – Gruñó satisfecho Finitevus, liberando a Sonic que sin remedio se había tragado todo el semen que le había introducido. Frunció el ceño, limpiándose la boca y se levantó, pensando que había terminado con su deber – Eh, ¿A dónde vas, dulzura? – Interrogó El echidna, deseoso, jalando a Sonic del brazo.

-       ¿A-aun falta? – Preguntó Sonic, temeroso de que su tortura no había acabado.

-       ¿Tú que crees? Nadie me había puesto esta verga tan dura con una sola chupada, vas a tener que continuar pero de otra manera – Sentó de nuevo a Sonic sobre sus piernas, quitándole el bóxer y descubriendo su miembro que estaba escondido – Que mal que no te hayas excitado con todo lo que hicimos. No importa, yo haré que despierte tu amiguito – Dijo tomando su miembro y masturbándolo fuertemente pero lento.


        Sonic trataba en no excitarse, pero para Finitevus no le iba a se problema. Empezó a lamer el cuello de Sonic, el cual dio un gemido y suspiro por su debilidad, así prosiguió hasta acercarse a sus labios y besarlos apasionadamente. Sin poder evitarlo, Sonic, se estaba excitando y lo mostraba en su genital.

-       Por favor, para… No-no quiero participar en esto – Decía entre gemidos el erizo azul, tratando de no mover sus caderas tentado por las manos del echidna.

-       ¿Por qué? Si lo disfrutas como nunca – Dijo acercando a Sonic para unir su pene al suyo y que los dos se masturbaran.


       Los fluidos que escurrían de sus miembros hacia que se sintiera mejor al masturbarse, tanto que Sonic sin darse cuenta movía la cadera totalmente dominado por Finitevus. Fue entonces que alguien entro en la habitación y llamo al Doctor Finitevus.


-       Ya está lista tu habitación, amigo – Dijo Mephiles atrás de ellos.

-       Mierda – Musitó avergonzado el echidna, que retiro a Sonic de enzima para levantarse y subirse los pantalones. Sin decirle nada al erizo azul que había dejado con ganas. Llego hasta la salida de la habitación y se detuvo para voltearse y mirar pícaramente a su compañero – Muchas gracias, Sonic. Pero la próxima vez que me vuelvas a ver, tendrás que preparar tu culo virgen.


 El pobre erizo azul se quedó desorientado, aun con su pene erecto y palpitante, solo suspiro avergonzado, se subió su bóxer y tomo el resto de la ropa para salir de la habitación con pasos torpes.

 En la mañana, Sonic fue despertado por el rugido de su barriga insistente por algo de comer. Se levantó de su cama, froto sus ojos, estiro su cuerpo agotado, salio de la habitación y se dirigió a la cocina muerto de hambre. Llegando a la cocina se encontró a Shadow haciendo unos panqueques con tocino y huevo revuelto, Sonic lo habia olido desde su habitación e hipnotizado apresuro el paso. Estando en la cocina velaba como un zombi la comida, ya casi lista de servir. Shadow volteo y quedo expectante al ver como se encontraba Sonic; se veía pálido y agotado, tenía ojeras en sus ojos rojizos y sus púas se veían más despelucadas de lo normal.

-       ¿Te encuentras bien? – Preocupado, Shadow se acercó a Sonic y lo tomo de los hombros sacudiéndolo un poco.

-       Solo tengo hambre… ¿No tienes comida lista? – Preguntó deseoso de llenar su estómago.

-       Si. Ven, siéntate. Hice bastante para ti – Dijo Shadow sonriente, acercando a Sonic a la mesa que estaba servida.


       Silver ya se hallaba comiendo, como siempre feliz, y en el otro lado se hallaba un plato repleto de panqueques con tocino y huevos revueltos. Sonic no dudo y se sentó para comer a engullidos todo lo que se encontraba en su plato. Tuviera cuidado el que sin querer acercaba su mano al plato de Sonic, ya que podía tomarlo como comida y arrancarle un dedo.

-       ¡Oni-san! Deja de estar masticando con la boca abierta. Es asqueroso – Regañó Silver al hambriento de Sonic que apenas lo escucho.

-       Lo siento, pero no había comido nada desde ayer por la mañana – Hablaba Sonic con la boca llena

-       Tranquilo, Silver. Se merece comer como un cerdo – Dijo Shadow dándole una palmada a Sonic. Este sin querer se ahogó pero prosiguió sin importarle nada – Hombre, come algo, jajaja – Sonic terminó de comer su comida y como por arte de magia su rostro alegre y saludablevolvió.

-       Se los agradezco mucho, chicos… Lo necesitaba – Dijo aliviado Sonic, levantándose de la mesa y estirando su cuerpo.

-       Todo lo contrario, Sonic. Nosotros te lo agradecemos – Dijo Shadow abrazando a Sonic por detrás.

-       Si, Oni-san. Gracias a ti me salve de esa depravación – Acompañó Silver en el abrazo, estrujando a Sonic que como nunca se sentía incómodo.

-       De nada, chicos, pero me pasaron muchas cosas anoche y preferiría no tener tanto contacto físico con hombres ahora... – Obstinado, Sonic separo a los dos erizos de si y se acomodó la ropa arrugada.

-       Okey, marico. No hay de que – Dijo Shadow empujando la cabeza de Sonic – Con suerte hoy es domingo y no se trabaja.

-       ¿Enserio? ¡GENIAL! Saldré con mis amigos. Iremos al parque y haremos skateboarding y… - Decía entusiasmado Sonic de tomarse sus necesidades.

-       Oni-san… Yo… ¿Puedo ir contigo? – Preguntó tímido Silver.

-       ¡Claro que si, hermanito! Así te enseño a patinar en Skate o en patines. Y te enseñare mi casa si quieres – Dijo Sonic en estasis de emoción.

-       ¡Oh! Shadow-kun ¿Puedo quedarme una noche en la casa de mi hermano? – Preguntó emocionado el erizo blanco.

-       ¿Ummm? No lo sé… - Dijo inseguro el erizo negro de púas rojas.

-       Vamos, Shadow. Déjalo escaparse solo por un día de este sitio. Yo lo cuidare, te lo prometo – Dijo Sonic, palmando la espalda de Shadow, pero este sin querer se pinchó con una de sus púas, no grito, pero se le salió una lagrima.

-       ¿Estás seguro de querer ir Silver?

-       Claro que si Shadow- kun, será divertido, pero lo sería aún más si tu vie… - Decía Silver pero fue interrumpido por Sonic.

-       ¡Bien, vámonos! Los domingos son cortos y tengo ansias de presentarte a mis amigos – Interrumpía Sonic. Sabía lo que quería decir Silver pero no quería que Shadow los acompañara.

-       Bien. Llévate una muda de ropa en tu bolso y los llevare a la casa de Sonic – Comentaba Shadow tomando los platos de la mesa y empezando a lavarlos en la fregadora.

-       Está bien… - Dijo Silver acatando la orden.

 Una vez listos los erizos, se montaron en la moto aferrándose muy bien de sus asientos. Shadow manejando, Silver detrás de este y de ultimo Sonic que tomaba muy fuerte a Silver para que no se cayera. Después de un rato llegaron a la casa de Sonic. Silver se quitó su casco y se lo dejo a su querido tutor que lo guardo de inmediato en el gabinete de la moto, froto las púas del erizo blanco y le planto un beso en la frente diciéndole que se cuidara. Arranco y se alejó de ese sitio dejando a los erizos hermanos.

-       Bueno, tenemos muchas cosas que hacer, pero ahora dejemos nuestras cosas en la casa, llamare a mis amigos y nos encontraremos en el parque ¿Vale? – Organizaba los planes Sonic, mientras se adentraban en el departamento.

-       Okey… - Afirmaba Silver mientras se anonadaba con el departamento de Sonic - ¡Que genial es tu casa! – Comentaba Silver impresionado, de la bien cuidada casa – Quisiera tener un departamento para mí solo.

-       Ojala. Creo que Shadow no te dejaría. Me comento lo contrario hace unas noches – Añadió Sonic. Silver solo lo observo y agacho la cabeza sonriendo y estrujando su bolso contra su pecho – Dame tu bolso, lo dejare en mi cuarto – Dijo Sonic saliendo del pasillo para tomar el bolso del erizo blanco. Dejo a Silver por unos minuto y salió con un equipo de Skateboarding y con unos pantalones de vaquero con una camisa roja de rallas como sus zapatos - ¿Eh, como me veo? Muy nice ¿No?

-       Te ves lindo Oni-san, comparado conmigo – Dijo Silver mirando su ropa. Llevaba unos “Converse” de color negro con un short café haciendo juego con su camisa militar.

-       Gracias Silver, pero no se dice “Te ves lindo” Entre hombres se dice “¡Te ves genial!” o “Cool” Me entiendes ¿No? – Decía Sonic, tratando de enseñarle a Silver comportarse menos afeminado.

-       Es-está bien… ¡Cool! – Volvía a decir Silver.

-       Eso es. Ahora me llevare mi Skate y estas patinetas a ver si te enseño andar en ellas – Comentaba Sonic dirigiéndose a la salida con Silver – Ya mis amigos me contestaron y vendrán en una hora, suficiente tiempo para que te diga lo que le tienes que decirles a ellos si te preguntan algo.

-       Espera, ¿Qué quieres decir con “lo que tengo que decirles a ellos"? ¿Tengo que mentir? – Cuestionaba Silver siguiendo a Sonic por las calles.

-       Bueno, vienes de un burdel, donde eres bailarín y abusan de ti. No sería muy buena idea contarles todo eso, además que ni yo les he contado que soy bailarín. Solo les pude decir que trabajo de cantinero en el burdel – Explicaba Sonic a su inocente hermanito. Caminaron por unos minutos y llegaron al parque donde habían varios adolecentes vagando y jugando uno que otro deporte. Silver se emocionó al ver a tantas personas divirtiéndose y riendo que salió corriendo donde ellos pero su brazo fue tomado por Sonic que lo miro preocupado – Silver no seas tan imprudente. Veras, los adolescentes no son tan comprensivos como lo soy yo. Algunos son muy agresivos y otros son muy discriminantes.

-       Pero ¿Por qué? – Preguntó ingenuo el erizo de ojos dorados que se iluminaban llenos de ternura. Sonic no pudo evitarlo y abrazo a Silver despeinándole sus púas.

-       Jejeje, no lo sé, pero no quiero que te hieran. Te enseñare de qué manera se puede tener una conversación tranquila con una persona de estas – Dijo Sonic tomando la mano de Silver, dirigiéndose a un grupo de chicos que conversaban, estando cerca de ellos, Sonic saco del bolso que llevaba, un balón de futbol americano y se lo lanzo a un oso que estaba en la conversación – What´s up? ¿Quieren jugar con nosotros?

-       Vez, hasta el desconocido insiste en jugar Futbol. ¡Claro que si amigo! – Dijo el oso grizzli que devolvió el balón.

-       Genial. Llámame Sonic y él es Silver – Dijo Sonic haciéndose un lado para que vieran a Silver, que estaba tras él.

-       Cool. Genial conjunto de ropa, Silver – Dijo una marmota que se acercó a este y le tendió la mano, Silver la tomo muy feliz lleno de confianza.

-       Gracias... Tu... Tienes un hermoso cabello – Respondió Silver, algo dudoso.

-       ¿Okey?... Pfff, jajajaja ¿Por que dirías algo así sobre mi cabello? Es raro – Dijo la marmota riéndose del confundido Silver.

-       Jejeje. Anda, que mi amigo solo te está tomando el pelo – Dijo Sonic tomando a Silver del brazo – Vamos, deja de bromear y juguemos un poco, bro – Lanzó el balón a Silver y esto lo tomo apenas, y se lo aventó a la marmota que lo recibió rápido y se lo paso rápido a un amigo suyo más adelante – Buena atrapada, hermanito. Pero ve practicando si quieres llegar a las grandes ligas.

-       Okey, Sonic jajaja – Dijo Silver corriendo hacia los demás. Continuaron su juego que duro un buen rato hasta que llegaron Tails y Knuckles.

-       ¡Sonic! – Grito Knuckles desde la lejanía. Sonic reacciono volteando, observando a sus amigos.

-       Bueno, chicos, otro día volveremos a jugar ¿Okey? – Dijo Sonic tomando su balón y tomando la mano de Silver, dirigiéndose a sus amigos – ¿Cómo están chicos?

-       Bien, Sonic... ¿Y quién es él? – Preguntó Tails observando cómo se ocultaba Silver tras Sonic, penoso.

-       Ah, él. Es Silver, un amigo mío… Lo conocí en el Burdel, trabaja de…

-       De cantinero… - Termino diciendo Silver saliendo de tras de Sonic – Mucho gusto.

-       Vaya, a pesar de ser cantinero eres penoso – Dijo Knuckles cruzándose de brazos. Silver solo agacho la cabeza y miraba a otro lado - Ademas de ser muy joven...

-       ¡Vamos, Knuckles! No lo asustes,. Así estaba Sonic el otro día – Regañó Tails estirando su brazo para hacer un apretón de manos – Mi nombre es Tails. Mucho gusto, Silver.

-       Mucho Gusto – Dijo Silver tendiendo su mano.

-       Perdona. Mucho gusto. Soy Knuckles – Dijo el echidna rojo tendiendo la mano también. Silver la tomo, pero chillo por el fuerte apretón de manos que le dio Knuckles – Jejeje perdona, no mido mi fuerza.

-       Oigan. Vamos a enseñarle a Silver como se patina. ¿Qué les parece chicos? – Comentó Sonic.

-       Suena bien, pero, ¿Le enseñamos andar en Skate o en patinetas? – Preguntó Tails.

-       Vamos primero con el Skate – Dijo emocionado Knuckles, por ser el que le enseñara.

-       Va-vale, espero no besar el suelo jejeje – Comentó Silver algo nervioso.

       Sonic le presto su Skate a Silver para que practicara junto a Knuckles, pero este no mantenía equilibrio siquiera. Knuckles no fue muy paciente y se hartó de Silver, Sonic se tomó su tiempo para enseñarle pero fue inútil. Silver no podría andar en Skate, no tenía el talento.

-       ¿Qué tal si ahora probamos con los patines? – Mencionó Tails levantando a Silver, que una vez más se había caído de la patineta.

-       O-okey, jejeje – Dijo Silver aliviado por terminar con sus dolorosas caídas.

         Una vez Silver se puso los patines, impresiono a todos. Desde un principio sabia andar en patines.

-       Wow ¿En dónde aprendiste andar así, hermano?  - Pregunto impresionado Sonic.

-       En el burdel…. Tu sabes – Dijo Silver, girando alrededor de Sonic, seguido de Tails y de ultimo Knuckles que se tropezó y cayó por la sorpresa – Jejeje perdón – Se disculpó Silver, siguiendo con su patinaje y maniobrando varios salto junto con movimientos.

-       Es increíble. Parece que bailara en una pista de hielo ¿No? Tiene elegancia – Comentó Tails. Luego de varios minutos Silver le regreso los patines a Sonic, ya cansado de jugar con ellos – Ya te has cansado, jejeje. Knuckles también se ve agotado – Dijo el zorrito amarillo que señalo con la mirada al echidna rojo que estaba lleno de golpes.

-       Hoy no fue mi día… - Protestó Knuckles molesto, los demás se miraron y se rieron del pobre de Knuckles que gruño tratando de que no se le contagiara la risa.

-       Genial ¿Que tal si vamos a la chocolatería? – Inquirió Sonic.

-       Claro, nosotros pagamos, es lo único que podemos hacer por tu trabajo – Dijo Tails muy alegre.

-       ¿¡QUE!? ¿Por qué tenemos que pagar? – Cuestionó Knuckles molesto. Tails le dio un codazo por su negativa.

-       Acordamos que le íbamos a invitar. No te quejes que él se está sacrificando por nosotros.

-       Si, se sacrifica viendo un montón de bailarinas sexys – Contestó Knuckles pero callo por otro codazo de Tails.

-       Bueno, ¿Que esperamos? Vamos – Dijo Sonic entusiasmado, avanzando con su amigo Silver detrás.

 Llegaron a la chocolatería y pidieron unas súper malteadas de chocolate cada uno, pero con un diferente adorno para cada chico. Sonic tenía en su vaso con chocolate un osito diminuto hecho de chispas de chocolate, Tails al parecer la habían hecho una serpiente de jarabe de chocolate en su bebida, A Knuckles le habían hecho un rostro de gatito en la bebida; este se quejó pensando en lo afeminado que se veía. Y de ultimo Silver le habían hecho una flor con un pirulin de tallo. A este le encanto dejando eso de ultimo por comer. Los chicos salieron alegres de la chocolatería satisfechos por sus malteadas de chocolates. Tails y Knuckles se despidieron, dejando a Sonic a compañía de Silver.

-       Fue muy divertido el día de hoy, Oni-san… - Comentó Silver sonriéndole a su hermano mayor que iba caminando junto a el dirigiéndose a su casa.

-       Si que lo fue. Te lo has pasado bien ¿No? – Preguntó el erizo azul deseoso que la respuesta fuera afirmativa.

-       Si. Gracias, Sonic…. Pero hubiera sido más divertido con Shadow – Mencionó Silver algo triste.

-       No lo creo… Él siempre me anda acosando y aparte que no me hubiera dejado jugar tranquilo – Contestó algo molesto .

-       No sé porque no lo invitaste con nosotros.

-       Él no quería, sino me hubiera preguntado – Sonic ya no quería hablar de aquel erizo negro, pero Silver insistía.

-       Pensó que no lo invitarías, por eso no se molestó en preguntar. Sería tan agradable su compañía ahora… - Musitó algo molesto Silver.

-       Bueno, ya que… Llegamos – Dijo Sonic sacando sus llaves y abriendo la puerta de su departamento. Los dos entraron y se quitaron las chaquetas que llevaban puestas tirándolas en un mueble – Me voy a bañar, ¿Vienes?

-       No… Gracias…

-       ¿Estas molesto conmigo? – Preguntó Sonic plantando su mano en la cabeza del erizo blanco que miraba al suelo.

-       No, olvídalo… Me bañare después… - Dijo Silver alejándose del erizo azul, adentrándose en la casa. Sonic Tomo su baño y seguido Silver se bañó también. 

      El erizo azul estaba preocupado. No quería que su hermanito se molestara con él, pero sin más remedio preparo la cena. Pollo agridulce con papas fritas junto con ensalada de lechuga. Silver comió con gusto la comida y luego se retiró a la habitación de invitados sin siquiera despedirse de Sonic.

-       Silver… ¿Cómo hago para animarte? – Murmuró Sonic desilusionado. Tomó los platos y los lavó, luego se fue a su cuarto para dormir.

 En medio de la noche se escucharon unos sollozos cercanos. Lamentos de una criatura que necesitaba su figura paterna cerca de él, que le diera compañía y consuelo, pero esta se encontraba kilómetros lejos de él. El pobre erizo albino de gran pelaje en su pecho trataba de ocultar sus sollozos tras la almohada, estrujándola con fuerza y desesperación, pero solo hacía que su soledad se hiciera más grande. 
 Sonic se despertó de un golpe. había tenido una trágica pesadilla. soñaba que aquellos sollozos provenían de un edificio en llamas a punto de caerse, pero hiciera lo que hiciera, no podía correr pues dos personas la retenían; Mephiles y Finitevus, que clavaban sus garras en sus brazos y colmillos en su garganta, Sonic lanzaba alaridos secos por el dolor que recorría su carne. Entonces vio a Shadow correr hacia el edificio en llama para luego observar cómo se caía el edificio sobre los dos erizos.

 Recorría sus manos en cuello y brazos observando que solo había sido una pesadilla, a pesar que no estuvo en aquel trágico momento en la vida de Shadow y Silver, su mente le hizo palpar con detalles hasta el dolor de aquella escena. Se levantó y siguió asustado al oír aun los llantos de aquella criatura, pensando que estaba emergido en otro sueño. Abrió la puerta del cuarto de Silver y pudo ver unas lágrimas que caían de aquellas mejillas color crema. Silver paro de llorar y miro con ojos grandes, llenos de miedo a Sonic, que se detuvo en seco, observando mejor a su querido hermanito que estrujaba con fuerza la almohada.

-       ¿Silver? ¿Por qué lloras? – PreguntÓ Sonic acercándose a este.

-       Tuve una pesadilla…. – MusitoÓSilver tapando su rostro con la almohada.

-       Jajaja, yo también… ¿Quieres contarme la tuya? – Se sentó en la cama, al lado de Silver.

-       Yo… Estaba en un edificio en llamas… Las llamas me quemaban y veía un cuerpo hecho cenizas. Creo que era mamá… - Decía muy triste Silver sin darse cuenta de que Sonic estaba atónito por se el mismo sueño que habia tenido pero desde una perspectiva diferente – Gritaba por ayuda pero nadie me escuchaba… Shadow vino por mí, pero…

-      Se calló la estructura - Completó Sonic teniendo la afirmacion de Silver que asintio conmocionado

-      Solo pude escuchar el grito de mamá pidiendole a Shadow que corriera. Sueño muchas veces con eso, pero en este escuche varios gritos… No sé de quienes eran – Terminó de decir Silver mirando con tristeza a Sonic.

-       Yo… Soñé lo mismo… O algo parecido… Me estaban devorando, creo… Y Shadow entraba por ti en aquel edificio en llamas y… Se derrumbaba todo – Tomó el hombro de Silver acercándolo a él. Sonic estaba igual de asustado que Silver pero se mostraba tranquilo para no darle miedo a su hermano.

-       ¿Enserio?… Supongo que Shadow te contó esa historia entonces... Él también tiene las mismas pesadillas que yo... – Comentó Silver apartándose de Sonic y volviendo a apretar su almohada.

        Pues ya somos tres ¿No? Así no sufres solo - Bromeó, dándole una sonrisa tranquila a Silver, pero este no reacciono - Con suerte, sabremos como lidiar con eso también...

-       No lo sé… Pero... También... soñé con Finitevus… Él me hacía daño – Comentó Silver con un nudo en la garganta -  ¿Qué te hizo él cuando me fui anoche?

-       Emmm… Mejor es no hablar de eso Silver. También... También soñé con ese mal nacido que me hacía daño – Dijo molesto Sonic – Fuiste muy valiente esa noche, Silver. No te lo pude decir antes... Porque fui a lavarme todo el cuerpo. Me da asco ese tipo…

-       Yo también me a bañar después de dejarlos solos... Yo... La verdad... Lamento haberte dejado con él… - Dijo en voz baja, muy apenado de sus actos…

-       No importa, fue mejor así… Fue horrible lo que nos hizo hacer – Comentó Sonic apretando sus puños y agachando su cabeza mientras miraba con odio al vacío.

-       Lo sé – Dijo Silver secando la lengua – Pero no besas mal, Oni-san…

-       ¿¡QUE!? Deja de decir esas cosas, son desagradables… - Dijo Sonic saliendo de sus pensamientos y apartándose un poco de Silver.

-       Lo sé. Pero me refiero a que preferiría que hayas sido tú al que haya besado, en vez de a dos desconocidos pervertidos – Dijo Silver muy serio volviendo a mirar a otro lado pero con indiferencia.

-       … Cierto. Pero era mi deber, eres mi hermanito y le prometí a Shadow que te cuidaría con mi vida – Pusó su mano en el hombro de Silver provocando que este volteara a verle a los ojos.

       Sus ojos dorados se iluminaban por la luz de la luna, pero esta vez no tenía esa mirada que hacía que el ser más triste del mundo sonriera, no, solo tenía una mirada agotada, casi inexpresiva. Podia darmiedo como Silver podía ser adorable y en otras una persona que piensa con mucha seriedad y frialdad.

-      Y yo jamas rompo una promesa, Silver.

 Silver mantuvo su mirada fija y sonrió débilmente, recostándose en el hombro de Sonic, mirando al vacío, inmerso en sus pensamientos. Sonic solo le acaricio la cabeza con cariño, pensando en cómo alegrar a su pequeño hermano. Sintió algo húmedo su pecho, unas lágrimas se desbordaban del rostro de Silver sin emitir sonido alguno. El erizo azul se levantó triste por ver aun a su hermano llorar.

-       Me haces recordar a mi madre, Sonic… Ella me acariciaba la cabeza cuando me sentía mal y me recostaba en su hombro – Dijo entre llantos el erizo blanco.

-       Supongo que solo te recuerdo eso de ella. Como me conto Shadow, tu madre era muy intrépida ¿No? – Preguntó Sonic sin apartar la mirada de Silver.

-       No lo sé…. – Dijo en voz baja Silver. Ya no botaba lagrimas pero sus sollozos eran audibles – Shadow siempre me canta cuando me siento mal – Sonic tomo a Silver para poder abrazarlo por detrás y acariciarle sus púas.

-       Dime, ¿Qué canción te cantaba?

-      ... Veo fuego... Me gusta como canta Shadow, siempre me relaja, pero él no está conmigo… - Dijo el erizo blanco secando su rostro.

-       Entonces yo te cantare la canción…. ¿Te parece? – Dijo Sonic esperando la afirmación de Silver de Silver, obteniéndolo al este asentir lentamente.

-       Bien, pero canta conmigo, no me la se completa… - Dijo Tímido Sonic. Silver volvió a asentir y empezó a canta.

(Espero escuchen la canción mientras leen)

Veo el camino que va a la montaña
De noche se escucha el fuego y calor
El cielo se llena en ceniza y vapor
Vigila el camino y dales valor.

“Empezó a cantar Sonic algo nervioso pero seguro de si”


Si nuestro final es el fuego, pues ardemos unidos

Se ven las llamas jugar donde no hay luz

Si la leyenda llega, con ella estaremos

Y veremos arder donde no hay final, Ahh

Y si debemos morir esta noche Pues moriremos juntos

Mientras la música toca, bebe tu última copa

Si la leyenda llega, con ella estaremos

Y la montaña ardera hasta su final

La desolación la trae un animal



“Empezaron a encorar Sonic y Silver ya más confiados”



Y veo fuego que ilumina el paisaje

Y veo llamas que queman mi hogar

Y veo fuego donde acaba mi viaje

Y veo fuego que quema el lugar

Y espero que no me pueda encontrar



“Cantaba Silver aliviado por la ayuda de su hermano”



Si cae toda mi gente, lo mismo hago por ellos

Confiado por grandes laderas, con espadas al cuello

Si la leyenda llega con ella estaremos

Y la montaña ardera hasta su final

La desolación la trae un animal



“Canto solo Sonic ya inspirado”



Y veo fuego que ilumina el paisaje

Y veo llamas que queman mi hogar

Y veo fuego, donde acaba mi viaje

Y veo fuego que quema el lugar

Y espero que no me pueda encontrar

“Sonic y Silver cantaban alegres por su dulce canción”

Y si la noche es joven todo puede acabar
Cuando el sol ilumine, esa luz volverá, pero el cielo se apaga y al pueblo llegara
Y al pueblo llegara, el silencio se propaga, pero el mal no volverá

“Sonic cantaba mientras Silver hacía de coro tranquilamente”

Y veo fuego que ilumina el paisaje
Y veo llamas que queman mi hogar
Y veo fuego donde acaba mi viaje
Y veo fuego que quema el lugar
Y veo fuego
Vemos que el pueblo se consume
 Fuego
Y veo fuego
El calor está en mi piel Fuego
Y veo fuego
Uuuhhhhh fuego
Y la montaña ardera hasta su final.

 Y así por esa noche, Silver pudo soñar tranquilo junto a Sonic, asegurando que nada rompiera con esa paz.
 


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