lunes, 13 de octubre de 2014

Uno con la oscuridad

Estaba despierto, pero no deseaba abrir sus ojos.Ssabía que se encontraba en una cama, pero ya no deseaba saber que seguía vivo siendo un objeto sexual. Abrió lentamente los ojos con muy pocos ánimos de seguir otro día más. Se incorporó en su cama recordando si había sido el quien se dirigió a su habitación anoche. Y ya no llevaba ningún tipo de prenda, pero eso menos le importaba, tenía un sabor asqueroso en la boca. Con pasos lentos como los de un zombi, se dirigió al baño para lavarse los dientes. Se lavó una y otra vez con pasta dental y hasta con jabón, procurando no volver a saborear esa rara crema de esperma.

-       ¡Hey! ¿Estas despierto? – Preguntó una voz fuera de la habitación. Sonic no respondió y solo decidió oír lo que diría esa voz casi reconocida – Como sea, Eggman te espera en el comedor, Sonic y es preferible que te apresures. Te veo luego – Recordó la voz de una abejita de la noche anterior, despidiéndose de él antes de dejarlo frente al salón de cinema.

 Cerró las llaves del lavabo, tomo su ropa con la cual llego la noche pasada y salió de su habitación vestido pero con un aspecto a muerto. Bajó como pudo las escaleras hasta llegar al gran pasillo donde se conecta con el resto de la mansión. Se encontró a la abejita Charmy volando en la puerta del comedor esperando con ansias a su amigo azul; este se acercó a Sonic con mucha emoción preguntándole como paso la noche en la gran casa lujosa, pero no obtuvo respuesta alguna, Sonic estaba centrado en hacerles las preguntas a Eggman, en vez de responder las de la abejita. Se adentró en la habitación, sin esperar invitación del gran señor que comía apacible en la mesa. Se sentó y rechino su asiento con gran estruendo.

-       Buenos días señorito, Sonic. ¿Cómo durmió? – Se detuvó para preguntarle al erizo molesto que esperaba otra respuesta.

-       No muy bien, ya que solo recuerdo chupar penes llenos de semen de personas que ni conozco – Contestó de mala gana mirando con ojos desafiante al señor Eggman.

-       Bueno, ese no es mi problema. Mephiles me especifico lo que no podías hacer y en todo lo que me dijo no me dijo sexo oral – Volvió a comer tranquilamente dejando de mirar al erizo. Sonic hervía de rabia por tener esas respuestas insolentes del señor.

-       ¡Óyeme! Tal vez usted no sabe porque tengo que trabajar de esto, es más¡ Ni le importe! Pero yo solo estoy haciendo esto temporalmente y soy un menor de edad que no debió de hacer todas aquellas cosas indebidas anoche. Podría denunciarlo si quisiera, ese dinero no se me es complicado, pero solo por la puta razón de que quisiera saber porque Mephiles le metió en la cabeza de que yo hacía mamadas gratis, no quisiera tentarlo a callar con mis denuncias legales – Habló fuerte y claro el erizo azul que se levantó de un golpe vociferando sus pensamientos contenidos y censurados por el mismo para no sonar tan citadino. Eggman se detuvo dejando los cubiertos de un lado, tomando sus manos y viendo directamente a Sonic, como si hubiera dicho palabras que activaran un interruptor en su cuerpo.

-       Señorito Sonic, tal vez el que no sabe es usted. Yo soy un gran jefe de una inmensa empresa, podría matarte y borrarte de este planeta si lo quisiera y nadie sabría de tu existencia, solo por la manera de cómo me hablaste. Pero da la casualidad que esta vez de la millones de veces, no lo haré… No pienses que es porque tenga piedad o lastima por ti, sino porque a mis invitados les encanto como los atendiste anoche y quiero para todas mis siguientes reuniones y fiestas tenerte a ti como sirviente. No puedo cometer la tontería de matar a tan buena ramera – Dijo Eggman sin preocuparse como Sonic iba cayendo en la ira, queriéndolo matar ahí mismo, su cuerpo temblaba por la impotencia que sentía, sus dientes tan apretados que al moverlos se rasgaban con fuerza, y sus manos apretadas con tal fuerza que si sus uñas estuvieran largas le sangrarían las manos.

-       ¿¡Cómo puede decir eso!? ¡ES UN MAL NACIDO, DESGRACIADO, INFELIZ, HIJO DE PUTA!…

-       Vocifera todo lo que quieras enano, mi mayordomo te entregara el dinero que Mephiles me dijo que costaban tus servicios. Retírate antes de que me arrepienta y decida matarte de una buena vez – Se levantó de su asiento dirigiéndose a otra salida que se encontraba tras él. Sonic echando humos se salió a pasos firmes de la habitación y se topó con Charmy.

-       Oye, me dijeron que te diera… - Sin dejarlo hablar tomo un sobre de la bandeja de plata que llevaba la abejita estrujándolo mientras se dirigía a la salida de la mansión – Hey ¿Qué ocurre? ¿Por qué esos humos?

-       Charmy… ¿Cómo soportas trabajar con alguien como ese gordo? Yo lo hubiera matado ya en el segundo día – Pregunto Sonic deteniéndose en la puerta de salida, esperando la respuesta de Charmy.

-       Yo… Tengo que soportarlo, necesito el dinero para mi madre – Respondió la abejita acercándose a Sonic tomándolo del hombro haciendo que se volteara a verlo – Sé que es un hombre poco ético, pero no se puede hacer nada al respecto…

-       Lo sé, pero no podría vivir con la impotencia… Adiós Charmy – Abrió la puerta que se encontraba frente a él y salió sin más.

-       Adiós… Sonic.

 Fue caminando por calle en calle, hasta poder estar cerca de una parada de autobús reconocida y tomar un autobús hasta su departamento. No tardo tanto en llegar, entro a su departamento con una mirada perdida, llena de oscuras emociones, sentía que hasta su color azul celeste de su pelaje se tornaría de un azul oscuro como el abismo del mar, se aventó en su cama de espalda, conto el dinero del sobre que le había entregado y conto 140$; apretó sus púas con fuerza tratando de sacarse esos recuerdos horribles. Imágenes de Finitevus y Scourge tentándolo a chupar sus miembros pasaban por su cabeza, ahora recordaba que el que lo había llevado a su habitación fue Charmy. Después de dejar al pobre erizo azul tendido en la repisa del escenario bañado en semen, Charmy lo llevo como pudo hacia su habitación lavándolo con un trapo húmedo y dejándolo descansar.

-       Charmy… Debí de tratarte más como un amigo – Dijo para sí mismo, arrepintiéndose de sus actos otra vez - ¿Es que no puedo tomar una buena decisión? – Saco de su bolsillo su celular y decidió llamar a su fiel amigo Tails. La primera llamada no cayo, pero la segunda sí.

-       ¿Hola, quien habla? – Dijo Tails desde el celular.

-       Tails, amigo, soy yo, Sonic – Respondió Sonic aliviado – Pensé que tenía identificador de llamada.

-       Así es, Pero... Pensé que te habían robado el celular…

-       ¿Ah?... ¡Cierto! Emmm – Se había olvidado de aquella mentira el descuidado de Sonic – El que me había robado el celular era Shadow ¿Sabes? La verdad fue una mala broma de él.

-       Ya veo… Oye ¿Cómo te fue en el burdel? Dime, ¿No has visto una chica linda? – Preguntaba el curioso de Tails por saber una noticia buena.

-       Vamos Tails… Yo no me involucro en esos casos de chicas… Desnudistas – No quería hablar más del burdel, cada vez que se le mencionaba su cabeza le dolía.

-       Lo sé, pero digo, jem, jem… Una chica para mí, jejeje – Termino diciendo Tails, de seguro sonrojado. Sonic se lo pensó un poco, Tails no era más grande por edad que él, Tails tenía 15 años y las únicas chicas que había conocido no eran ni de su edad o tipo – Me gustaría conocer aunque sea una chica dulce y hermosa… Aun que me quite el dinero de encima jejeje.

-       Eres un enamorado del romance zorrito…

-       También quiero tocar bubis sabes – Refunfuño Tails. El zorrito deseaba que su amigo Sonic le buscara una chica de su tipo cada vez que pudiera, ya que Knuckles no era de todo prudente en eso – Pronto tu llegaras a conseguirte una novia y me quedare solo de violinista.

-       Vamos, no te dejare así guindando. Es más, creo que tú eres el que conseguirá una novia antes que yo, eres más romántico – Comento Sonic acostándose en la cama mientras prendía la tele de su habitación.

-       Tú eres más atractivo que yo. Yo soy una cosa enana con una cara de bebe rogando por una novia… ¿Te acuerdas de Amy?

-       Como no me voy a acordar de esa – Afirmo Sonic mientras cambiaba de canales.

-       Termino tratándome como su hermano menor. Además de que me la robaste.

-       ¡Hey, no te la robe! Ella estaba obsesionada conmigo, es una chica muy impertinente y pegajosa. Lo único bueno que puedo decir de ella es que cocina rico, es linda y tiene un bueno corazón, pero nosotros dos no hacemos química – Le parecía gracioso como su amigo Tails pensaba que le gustaba esa chica, siendo todo lo contrario.

-       Al igual con Rouge… Esa vez Knuckles si me la robo…

-       Ella si no era de tu tipo y lo sabes jejeje

-       Oye que tal si voy a tu casa… ¿Te agrada la idea?

-       Por supuesto, jugamos video juegos y luego comemos una pizza – Eso era lo que quería escuchar el alegre de Sonic, necesitaba la compañía de su amigo el zorrito – A las… ¿dos de la tarde?

-       Claro, te veo haya, adiós – Colgó su amigo dejándolo más tranquilo. Pensó en hacer muchas cosas antes de que su amigo llegara, pero prefirió tomar una siesta para tomar energías.

 Alguien le estaba pintando la cara a Sonic mientras este roncaba con un gran estruendo. Ya sus labios estaban pintados de un rojo intenso y sus ojos ya tenían sombra de color rosado, solo faltaba ponerle un puntito negro en la mejilla. Y una vez listo hasta con las mejillas llenas de rubor rosado, Knuckles le dio un golpe en la cabeza.

-       ¡Despierta, bella durmiente! – Gritó Knuckles, provocando que Sonic se levantara de un susto.

-       ¿¡Que, quien, donde!? – Gritó volteando a todas las direcciones espabilándose – ¡Hay que invertir más tiempo en…! - Se detuvo y se fijó que Tails y Knuckles se encontraban en la misma habitación riéndose sin parar.

-       JAJAJAJAJA, Oh, Sonic. Deberías ver tu cara, jajaja – Comentó Knuckles que se caía de la risa.

-       Es toda una damisela asustada, jajaja – Opinó Tails, tomando de su barriga mientras reía a carcajadas.

-       Ja, ja, ja. Muy gracioso chicos, ya nos reímos, ya nos retorcimos – Fijó su mirada hacia el echidna que ya se encontraba en el suelo girando de un lado al otro – Y ya hay que parar, tuve una noche muy agitada – Dijo levantándose y fijándose en un espejo que tenía al lado de la cama. Simplemente le faltaba una falda con un gran escote y ya sería toda una mujer – Ah ya veo su gracia…

-       Jajajaja, tranquilo, tenemos una foto para conmemorarlo por años – Dijo Knuckles mostrando su celular con una foto de Sonic durmiendo con la boca abierta estando maquillado – El Internet hara algo bueno con esto.

-       ¡Idiota! – Gritó Sonic abalanzándose contra Knuckles quitándole el celular.

-       Es inútil, ya lo subí

-       ¡ERES UN MONSTRUO! – Dijo con algo de ironía propinándole un golpe en la cabeza a su amigo Knuckles – Ahora por eso no te daré pizza.

-       ¡¡NOOOOOO!! ¡¡ERES UN MONSTRUO!! – Gritó Knuckles hablando enserio – Por favor, no lo volveré hacer, perdonameeeeee – Dijo de rodillas con ojos llorosos.

-       Hey, yo soy cómplice… ¿Me dejaras sin pizza? – Dijo con sarcasmo Tails, sabiendo que su amigo azul no lo dejaría sin pizza.

-       No, porque a ti te invite a mi casa, a este rojo no – Dijo clavando su mirada al echidna que ya dejo de estar arrodillado pensando que Sonic no lo perdonaría dejándolo sin comida.

-       Sonic…. Pensé que éramos amigos…. Que se perdonan todo, están en las buenas y en las malas… ¿Por qué? …. ¿Por qué eres tan cruel conmigo? – Montó una escena demasiado dramática para solo una pizza. Sonic y Tails reventaron de risa por la forma tan deprimente que reaccionaba su amigo Knuckles – Hablo enserio yo…

-       Vamos, que es joda, Knuckles – Dijo Sonic palmándole la espalda. Knuckles solo suspiro aliviado de que le dieran comida.

-       Ya sé que es joda, solo quería seguir su jueguito infantil – Respondió Knuckles aun que era obvio que no era así.

        De inmediato Sonic y Tails empezaron a colocar las consola de videojuego para empezar con sus competencias de pelea y carrera. Así duraron un rato hasta que decidieron llamar a una pizzería con una orden de salchichón y extra queso con tocino para terminar comiendo como adolescentes que eran, sin orden o tranquilidad alguna, regando el queso por todas partes. Sonic se sintió una vez más apacible. Ya se había podido distraer por un momento y relajarse con sus amigos y sus tonterías.

-       Aawww… No las pasamos muy bien, Sonic – Dijo Tails levantándose del comedor y estirándose – Pero yo me tengo que ir.

-       Si, hoy viene Rouge a mi casa a pasar la noche conmigo – Cantó Knuckles feliz de su noticia.

-       Muy bien, Knuckles, te felicito – Dijo Sonic rascándose la cabeza, impresionado de aquel comentario.

-       Por cierto…. ¿No tendrás un condón? – Susurró penoso Knuckles.

-       No necesito eso y lo sabes… - Respondió algo incómodo.

-       Bueno, mejor me voy a una farmacia. Adiós – Dijo el echidna saliendo del departamento rápidamente.

-       Me voy con él, Sonic. Hasta luego – Se despidió Tails yendo tras Knuckles.

-       Hasta luego…. Adiós… - Cayó otra vez en la depresión. Faltaban pocas horas para volver al burdel y tener que hacer su deshonroso trabajo de exhibicionista. Deseaba ya morirse a tener que volver a aquel lugar donde tuvieran que tentarlo una vez más a la lujuria.

 Observo el reloj de su casa como si ahora se convirtiera en aquel reloj de la gran mansión avisándole que se hacía hora de tener que mover su cuerpo de manera sensual para un montón de gente deseosa por tener su cuerpo. Eran las siete y media, ya se hacía hora de alistarse e irse, solo se colocó unos zapatos y su chaqueta para dirigirse al burdel. Tuvo que tomar un Taxi hasta el burdel y al bajarse de este se encontro a Mephiles esperando en la salida del burdel. Se dirigió no hacia él, sino hacia la entrada del burdel, pero Mephiles puso una mano frente a él para que no pudiera pasar.

-       Llegas tarde… - Musito el erizo diabólico mirando con intensidad a Sonic. Este ni lo miro a la cara esperando que se saliera de su camino - ¿Qué tienes que decir al respecto? – Sonic calló, pensando un poco en su respuesta.

-       Que el semen de las personas adineradas sabe asqueroso… - Respondió mirándolo retador. Mephiles formo al parecer una sonrisa con su cara sin boca, mostrando una sombra que mostraba su felicidad por haber escuchado eso, retiro su mano dejando pasar a Sonic, que gruño adentrándose del lugar.

 Subió por las típicas escaleras que lo llevaban hacia el vestidor y busco por todas partes a Silver, pero no lo pudo hallar, además que tenia a Mephiles tras él. No pudo seguir con su búsqueda y tuvo que hacer sus preparaciones antes de salir a bailar. Se bañó, se vistió de vaquero y estimulo como pudo su miembro esperando el momento de salir.

-       Disculpe, señor Sonic, pero… Hay unas ligeras fallas con las luces del escenario, tardara unos veinte o treinta minutos – Dijo una ardilla acercándose prudentemente a Sonic, dándole la noticia.

-       ¿¡Entonces para que me apresuran tanto!? ¡Diablos! – Vociferó Sonic asustando a la ardilla.

-       Yo lo-lo siento, se-señor – Tartamudeó temerosa la ardillita que tomaba de su cola para esconderse.

-       ¡No te disculpes! ¡Ve a buscar rápidamente a alguien que repare esa mierda y dile al mal parido de Mephiles que me chupe la verga la próxima vez que me esté pisando los talones! – Gritó con furia el erizo azul, espantando a la ardillita que salió llorando.

        Transpiraba fuertemente mientras se cruzaba de brazo y se sentaba en un mueble que se encontraba en el lugar, chasqueaba a cada momento mientras miraba al vacío seriamente, hundido en sus pensamientos. Luego una sombra se fue acercando lentamentea él, no lo miro directamente, pero observaba con el rabillo del ojo que se aproximaba, le daba igual quien era y si pasara frente a él o le llegara a hablar. Ya estaba frente a él, ni se atrevió a levantar la mirada, estaba tan sumergido en su enojo que ya ni quería dedicarle ni la mirada a alguien.

-       Tus ojos me recuerdan a los de él – Dijo en voz baja Shadow, mirando con lastima al erizo azul que se tornaba más oscuro.

-       ¿¡A quién!? – Preguntó indiferente sin aun verlo a la cara.

-       No seas tan incrédulo… Me refiero a Mephiles – Al escuchar eso miro rápidamente a Shadow, dudando si lo que decía estaba en lo cierto. Se sorprendió por un momento al ver que Shadow tenía un moretón en el rostro del lado izquierdo, al parecer alguien le había dado una buena paliza - ¿Qué? ¿Esto? Es una bobería. He estado peor - Dijo al darse cuenta de la mirada preocupada de Sonic.

-       …. ¿En verdad me parezco a él? – Preguntó Sonic dudoso.

-       Tus ojos son del mismo color que los de él, pero a diferencia de ti yo los veía de un intenso brilloso alegre y con vida. Los de Mephiles tiene todo lo contrario a eso… Odio, envidia, avaricia, lujuria… Solo brillan cuando está furioso. Ahora los tuyos brillan... Pero de la misma manera que Mephiles – Se sentó al lado de Sonic suspirando mientras se inclinaba hacia adelante, dejando sus manos apoyadas de sus rodillas, colgando.

-       Yo… No quiero ser como él, él es malo, él es…

-       Igual que tú tratando a esa chica… - Terminó diciendo Shadow mirando serio a Sonic. Este calló impresionado, volviendo a recopilar sus acciones y se tomó de la cabeza estrujándola con fuerza.

-       Yo… No quería hacer eso, no sé qué me paso… Creo que estoy demasiado enfadado conmigo mismo – Volvió a mirar a Shadow con un rostro de miedo puro – No quiero ser él…

-       Nadie quiere ser como él Sonic, pero te cambia… Hasta que en cierta parte te dotas con una mala maña de él. Yo tengo una... Me enojo fácilmente – Dijo en tono de risa para quitarse los nervios de encima – Trata de no dotar sus mañas, él es muy fuerte, no sé como pero lo es…

-       Necesito ayuda, Shadow… Anoche… Él, yo… - Tartamudeaba sin cesar a punto de partir en llanto – No sé qué hacer… ¡Mañana cumpliré 18 y no sé que haré si me hacen daño! ¡Me van a dañar, me van a lastimar!

-       Ya, Sonic, sssshhuuu, ya – Trataba de calmar al erizo azul que lloraba asustado, acariciando sus púas y quitándole el sombrero de vaquero – No llores…

-       Ya no quiero hacer esto. Me quiero ir. Voy a terminar como él – Shadow ya no sabía cómo calmar a Sonic. Fue entonces... Que lo abrazo, consolándolo mientras acariciaba sus púas. Ahora que solo sollozaba débilmente agotado.

-       Por favor… No cambies, Sonic, tú me dijiste antes que… Nunca te rindes – Se separó para verle a los ojos esmeraldas que brillaban por las lágrimas – Demuéstrame que puedes con esta ¿Vale?

-       De-de acuerdo… - Se limpió los mocos y las lágrimas alejándose de Shadow, mirando hacia otro lado. Sin esperarlo, Shadow le dio un beso en la frente, provocando que volteara y lo viera impresionado, pero fueron interrumpidos por una voz…

-       ¿Ya estás listo para salir a bailar? – Preguntó Mephiles frente a los dos erizos sentados. Shadow se paró rápidamente tratando de alejarse del erizo similar a él – Espera… Tengo un mandado para ti, Shadow – Sin remedio, Shadow volteo y se acercó a Mephiles.

-       ¿Qué quieres que haga?

-       Necesito que hagas lo que dice la carta – Le entregó un sobre al erizo negro. Este lo leyó y al finalizar miro confundido al erizo que se encontraba frente a él.

-       Esto me tomara como tres días ¿No lo puedo hacer para…

-       No, necesito que hagas esto lo más pronto posible y comenzando ahora – Exigió Mephiles acercándose a Sonic. Shadow titubeo por un momento, miro a Sonic como si así se despidiera de él y luego se marchó de la habitación – Sonic, no pude preguntarte como la pasaste anoche en la casa de mi amigo.

-       Eso no le importa… - Musitó con rabia el erizo azul que ni se atrevió a mirarle la cara.

-       ¿Cómo puedes decir eso? Crees que no me preocupo por el bien de mis mejores bailarines. Tu, mi querido Sonic, eres espectacular en el escenario, he tenido buenos comentarios tuyos y por eso mismo tu deberías tener lo que quieres por tu gran esfuerzo – Comentaba Mephiles posándose tras Sonic en sus hombros.

-       ¿A qué te refieres? – Preguntó fastidiado de que Mephiles no le diera el punto de su propuesta.

-       He recibido noticias de que solo quedan cinco entradas para el gran concierto de Imagine Dragon. Sé que no te dará tiempo para tener todo el dinero para comprar las entradas para tus amigos y para ti – Sonic se asustó, pensando en que terminaría decepcionando a sus amigos sin las entradas y a pesar por todo lo que le paso para tratar de conseguirlas.

-       Solo… He podido conseguir para una entrada… - Musito con los ánimos hasta el suelo, totalmente devastado por su fracaso.

-       Si, es una pena. Pudiste conseguir más con un poco más de esfuerzo, pero… ¿Cuál es el costo para hacer felices a tus amigos? Todo eso me conmueve. Quisiera hacer lo posible por ayudarte, pero… No. Es imposible pedirte hacer eso. De seguro tus amigos entenderán que hiciste lo mejor como bailarín de un prostíbulo, arrojando tu dignidad al caño, exhibiéndote ante todo un público pervertido. Ellos deben de saber lo mucho que te costó hacer eso. Ellos te perdonaran porque son unos amigos verdaderos. Se cuentan todos sus secretos, sin importar lo que opine la sociedad y se apoyan entre sí. Al menos claro, que con saber que eres un bailarín o prostituto, se olviden de ti, te convertirán en otra burla de la sociedad y todo lo que has hecho será en vano para unas personas que nunca fueron tus amigos... Y lo peor de todo es que da miedo averiguarlo ¿Verdad?… Es mejor que no se enteren... De igual modo entenderán ¿No? – Se llenaba de todo lo que le decía el astuto de Mephiles, imaginando cada escena trágica de cómo sus amigos terminarían odiándolo y rechazándolo cuando se enteraran de que era un bailarín que exhibía su cuerpo.

-       No quiero saberlo… No quiero saber si en verdad me dejarían por ser un…. Prostituto… - Murmuraba apenado Sonic, mientras agachaba su cabeza, segado por las palabras de Mephiles.

-       Lo entiendo amigo mío. Hay que dejarlo como esta. Hay que buscar una mejor solución para esto… No te pediría que me hicieras unos mandados, eso es imposible para alguien que ya ha pisoteado su dignidad varias veces… Es mejor pensar en otra cosa, pero me tomaría tiempo ver cómo te ayudaría monetariamente – Inducia, mientras Sonic se desesperaba pensando en cómo les diría a sus amigos que no pudo obtener las entradas a tiempo. Rodeaba lentamente a Sonic como si de una presa se tratara, desesperándolo de poco a poco – Dime tu, Sonic. Yo no te pondría a pensar rápidamente en tomar mi oferta actual, deberías esperar tranquilamente, a que piense mejor en una más digna…

-       ¡La tomare!... – Dijo rápidamente Sonic mostrando pánico en su mirada. Mephiles se detuvo frente a Sonic mirándolo tan serio como le era su rostro inexpresable.

-       ¿Seguro, Sonic?

-       ¡Estoy seguro Mephiles! – Gritó casi por estallar por el miedo.

-       No habrá marcha atrás… Tendrás que hacer lo que te digan, sin replicar y sin reprochar. Porque ahora... Si tomas la decisión de venir conmigo. Mañana, en la tarde, en mi mansión, no quiero ver que retrocedas, o no habrá piedad para ti – Advirtió el erizo maligno, observando a Sonic con mucha seriedad.

-       ¡Estoy seguro! No retrocederé… Se lo prometo – Dijo fuerte y claro el erizo azul sintiendo como se rompía su alma.

-       Perfecto… Te veré en tu casa mañana para buscarte y llevarte a mi casa ¿De acuerdo?

-       Si… - Le miró a los ojos afirmando su petición sin dudar. La sombra de una sonrisa se formó en el rostro de Mephiles, tomó la mano de Sonic y la movió levemente de arriba hacia abajo mirándolo directamente a sus ojos.

-       Trato… - Detuvó su movimiento de mano y se acercó al oído de Sonic a terminar su oración con un susurro – Hecho…

 Pudo ver como se retiraba Mephiles de la habitación tras el escenario y como se acerca otra vez la ardillita temblorosa. No pudo oír nada de esta, las palabras le eran inaudibles, pero sabía lo que le quería decir. Tomó su sombrero, se lo coloco, se acercó al punto donde el telón sube para poder caminar hasta la tarima bailando y respiro hondamente esperando una vez más… Para volver a baila.

 La música “Soul 4 sale” empezo a sonar. Se tomó el sombrero con una mano tapando la parte superior del rostro y con la otra mano se agarró los pantalones vaqueros esperando que el telón terminara de subir al momento en que la música anunciara la mejor parte de su llegada y el público alabara su nombre. Giro hacia estar frente al público, camino con pasos sencillos sin perder el ritmo hasta estar en el medio de esta. Se quitó el sombrero he hizo una reverencia para saludar volviendose a poner el sombrero y comenzar a mover sus brazos junto a sus pies como si la música tuviera el mejor ritmo de break dance. Tomó del sombrero mientras movía su cintura y sus pies, tapando su rostro y tener un poco más de esa esencia que siempre le daba a su audiencia, fue así hasta quedar en cuclillas para luego hacer un hand glide y con un movimientos invisible se levantó de un brinco quedando en pie. Arrojo su sombrero hacia atrás de las cortinas, sin siquiera darle la espalda a su público.
 Se acercó al tubo de baile, se montó sin siquiera tomarlo de las manos usando sus piernas como agarre; con la potencia giro hasta chocar un poco fuerte contra el suelo, se quitó los pantalones mientras movía sus caderas en el suelo y los arrojo de igual modo hacia tras del escenario, pasando a caminar a gatas hacia un sujeto que agitaba unos pocos billetes en su mano y sin poder tomar el dinero rápidamente, el sujeto se los metió bajo el bóxer, tocando su miembro con poca sutileza. Esto ya le daba igual al erizo azul. 

 Volvió hacia el tubo para apoyarse de espalda de este, moviendo su cintura hasta estar rozando su trasero contra el tubo. Junto al ritmo de la música se retiró la camisa y la arrojo hacia el suelo al deslizarse esta; subiendo y bajando todo su cuerpo, frotándose contra el tubo mientras movía su cintura como una serpiente. Giro alrededor del tubo y tomo impulso para deslizarse al final de la tarima y coger el dinero arrojado y el que aun seguía en las manos de las personas. Se tomaba de las púas fuertemente mientras las personas personalmente metían su dinero en el bóxer del erizo que aun movía su cintura, provocando que su pene se mostrara bajo este. Hubo una persona que no saco su mano del bóxer y tomo el pene de Sonic con mucha fuerza, masturbándolo ahí mismo, noto que se trataba de una chico muy joven. Él no se molestó y dejo que esta cometiera su cometido hasta quedar empapada su mano del semen de Sonic. Ya estaba suficientemente excitado para bailar como el experto que era. Por el efecto de las feromonas se dejó llevar por la excitación, tomó del chico y le lamió completamente la mano y lo beso seguido para que el muchacho se llenara del semen del erizo azul y quedara embelesado mientras este se apartaba.

 Se levantó girando y estiro sus brazos tomando rápidamente los billetes de todas las personas que agitaban sus manos, se las metió brutamente en el bóxer, pero sin cubrir su pene erecto aún bajo este. Tomo el tubo con una mano y giro alrededor de este hasta subirse y poder hacer un Split frente al público mostrando como bajaba con cada resbalón de sus manos hasta quedar sentado en el suelo. Se levantó y con un impulso de su pierna desde el tubo, salto girando de lado y quedar arrodillado ante el público emocionado. Fue bajando lentamente su bóxer, mostrando sus caderas bien formadas, sin aun retirárselo por completo, sin mostrar su miembro erecto que se veía palpitante, se jalo la parte de atrás del interior, mostrando su trasero que era apretado por la manera que se encontraba el bóxer.
 El público suplicaba que el erizo se retirara el bóxer, pero eso no se le era permitido. Se acercaba a la gente para suplicar por un poco más de dinero pero esta le contestaba que no le darían nada hasta verlo por completo desnudo. Entonces se levantó quedando frente al tubo, tomándolo y agachando la cabeza decaído antes de que se apagaran las luces por un segundo. Se terminó la música y cuando volvió la luz, Sonic se había retirado de la tarima.

 Iba caminando lentamente por los típicos pasillos del burdel hasta encontrar la habitación de Silver. Se adentró sin esperar encontrarse al erizo blanco precisamente, se recostó de la cama y fue vistiéndose con pocas ganas sus ropas hasta estar cubierto. Saco el dinero que se hallaba en sus bóxer para contarlo, notando que la mayoría estaba llenos de su semen. Se daba asco así mismo. Los lavo en el lavamanos y los dejo secándose en un mueble al lado de su cama. En exactitud, había contado 60$ pero aun así no tendría el dinero suficiente a tiempo...

-       ¿Um? – Se despertaba con mucho esfuerzo, rascándose la cabeza y recapacitando lo ocurrido. Sentía que alguien estaba en la esquina de la cama sentado. Silver se encontraba dándole la espalda a Sonic, mirando al vacío, sentado en la orilla de la cama - ¿Silver?

-       Solo una vez él se comportó así conmigo… Era un tiempo en el que él tomaba hasta no poder más. No entendía por qué si no hasta hace poco – Comentaba con mucha seriedad el erizo blanco.

-       ¿De quién hablas?

-       Hablo de Shadow, Sonic. Él… Le habían arrebatado todo de una forma lenta y dolorosa durante muchos años – Volteo para ver a Sonic con ojos fríos, casi sin brillo, una mirada casi idéntica a la de Shadow – Cuando me contaste lo ocurrido en tu casa, me acorde que esa misma escena había ocurrido hace varios años con él junto a mí.

-       … Dices... ¿Que le he provocado alguna influencia para que vuelva a repetir una escena que ya había ocurrido? – Cuestionó Sonic saliendo de las cobijas.

-       Así es, pero eso quiere decir que algo le ha hecho Mephiles para que reaccione de esa manera. Ni tu ni yo sabemos que le hizo exactamente, pero sea lo que sea, le ha hecho mucho daño a su mente. Sé que Shadow actúa con mucha bipolaridad e indiferencia, pero creo que la razón es porque tiene un trauma – Terminó diciendo Silver.

-       Entonces… Es culpa de Mephiles... Que Shadow se comporte de esa manera con todos… 

-       Antes le tenía miedo… Ahora ni siquiera el miedo se describe bien para lo que en verdad me hace sentir ese monstruo ahora – Mencionó Silver, levantándose de la cama – Sonic… ¿A dónde ha ido Shadow?

-       La verdad no estoy muy seguro, solo sé que Mephiles le entrego un papel  y que duraría como tres días en cumplirlo – Contestó Sonic levantándose de la cama con pasos torpes - ¿Que deberíamos hacer?

-       No estoy seguro… Pero tengo un plan para saberlo – Se levantó de igual modo y se acercó a Sonic – Tengo que revisar algunos archivos en la oficina de Mephiles. Sé que él tiene un diario medico de todos los trabajadores del burdel y también de los que están retirados. Estoy muy seguro que tendré una gran explicación de porqué Shadow actúa así.

-       Está bien, te ayudare en eso – Tomó del hombro de su amigo blanco pero este negó con la cabeza gacha.

-       No, es mejor que yo sea el que averigüe eso, necesito que mantengas distraído a Mephiles durante todo el día si es posible… - Miró con ojos llenos de esperanza y luz. Sonic no tenía que pensar en la afirmación, ya que tendría desde la tarde hasta la noche para distraer al erizo oscuro.

-       Yo… Lo haré… Tienes desde la tarde hasta la noche, Silver. Por favor, ten mucho cuidado – Lo tomó de los brazos y lo miro con algo de miedo.

-       Está bien, Sonic. Lo tendré – Afirmó Silver abrazando con mucha fuerza a su querido hermano azul. Los dos se separaron sin decirse más, con tan solo la mirada se desearon buena suerte y se marcharon por sus caminos.

 Sonic había tenido que tomar el transporte público para llegar a su casa, esperando que ninguno de sus amigos lo esperaran en su casa. Su mala suerte empezó a atacar con sus peores deseos. El zorrito amarillo con el echidna rojo se encontraban sentados en uno de los escalones de la entrada al departamento del erizo azul. Alzaron sus miradas emocionados de que su amigo llegara sano y salvo. Empezaron a dar brincos alrededor de Sonic mientras preguntaban insistentes de cómo le había ido en el trabajo.

-       Me ha ido bien… Creo – Respondió incomodo Sonic, preocupado de la opinión de sus amigos. Tails y Knuckles se miraron entre ellos, notando que algo le pasaba a su compañero.

-       Cuéntanos… ¿Que te ha pasado? – Comenzó a preguntar el zorrito esperando la verdad.

-       Yo… He podido conseguir 530$ y cada entrada cuestan 349$ Tengo miedo… De no conseguirlo chicos – Dijo con un ánimo hasta los suelos. Los dos amigos de Sonic callaron por un momento, pensaron y una sonrisa se les dibujo al zorrito y al echidna.

-       Sonic, no temas, ya falta unos cuantos dólares para las entradas – Animo Knuckles que sacudió al erizo azul de los hombros.

-       Pero… Chicos… - Decía un poco aturdido por los movimientos bruscos de Knuckles.

-       Vamos, Sonic, tienes que relajarte. Hoy estaremos a tus órdenes porque es un día muy especial – Añadió Tails volando con sus dos colas encima de Sonic.

-       ¿Qué día especial? – Preguntó sin mucho interés Sonic observando a los alegres de sus amigos.

-       ¡Que es tu cumpleaños, idiota! ¿Qué no lo recuerdas? – Elevó Knuckles a su amigo azul que agito sus piernas asustado.

-       ¿¡Enserio!? – Dudó por un momento Sonic, impresionándose de haber olvidado su cumpleaños.

-       Jajajaja, pobrecito. Esta tan alterado que ni se acordaba que era su cumpleaños – Dijo Tails aterrizando en el suelo al igual que Sonic que había sido soltado por Knuckles - ¿Vamos a salir a divertirnos un poco y en la noche te compramos una torta? ¿Qué dices?

-       Yo… Lo siento, tengo una visita que vendrá por mí en la tarde. Necesito estar en mi casa hasta que me venga a buscar – Los amigos de Sonic se sentían decepcionados, esperaban pasar todo el día con su amigo celebrando su cumpleaños.

-       Pero… Es tu cumpleaños, no nos puedes dejar botados Sonic. ¿Quién es el que te viene a buscar? – Interrogó molesto el zorrito.

-       Es… Un tipo de negocios, me dará el dinero que me falta por un mandado que haré para él hoy – Mintió el erizo. Obviamente sus amigos no aceptarían un no por repuesta.

-       Hombre, necesitas aunque sea un día para divertirte, sé que has hecho mucho por nosotros pero si sigues así te van a salir canas de diferentes colores – Trataba de convencer Knuckles a su amigo Sonic.

-       Tiene razón. Es tu cumpleaños, Sonic, no podemos dejarlo pasar. Ya tienes dieciocho años y es ahora o nunca que podemos disfrutar de eso. Vamos a una fiesta que nos invitaron, ¿Vienes? – Sonic se lo pensó, era cierto que no se lo podía pasar tanto tiempo trabajando y menos en su cumpleaños.

-       De acuerdo, pero regresare a mi casa antes de las dos de la tarde – Afirmó Sonic siguiendo a sus amigos.

 Llegaron a un vecindario y se dirigieron a una casa en particular donde se celebraba una fiesta en una piscina. Todos estaban en trajes de baños, excepto el grupito de Sonic que parecía un trió de coleados. Aun así. Ellos no dejaban de divertirse entre ese montón de gente que reía, comía y bailaba en trajes de baños. Tails bailaba con una conejita que bailaba muy inexperta pero Tails la guiaba, Knuckles solo comía a golpes la comida mientras observaba la diversión, Sonic solo los acompañaba tímido de compartir algún momento con alguien. Era raro de él ser así, siempre había sido el sociable y el divertido, pero ya le daba incomodidad estar con alguien de su mismo sexo o del opuesto, quería estar solo, pero tenía que mostrar una sonrisa falsa para que todos no se dieran cuenta de que no deseaba estar ahí. Solo pasaron dos horas y Sonic ya se encontraba en una esquina sentado esperando a que fuera hora de irse.

-       ¡Sonic ten un pastel! Feliz cumpleaños – Dijo muy feliz el zorrito de Tails que le entrego un pedazo de pastel a Sonic con una velita. Sonic alzo la mirada y sonrió levemente.

-       Gracias, chicos, jejeje – Dijo débilmente el erizo tomando aire para soplar.

-       Pide un deseo, azul – Dijo Knuckles antes de que Sonic soplara. En un momento corto del tiempo en el que Sonic soplaba la vela, un pensamiento vago cruzo por su mente, “Desearía que todo esto valiera la pena” - ¡Eso es cumpleañero! De ahora en adelante cualquier delito que cometas te valdrá varios años de prisión, jejeje.

-       Idiota, deberías de decirles las ventajas de tener dieciocho no las desventajas – En eso recordó con desgracia que ya era mayor de edad, lo que había temido por toda la semana se hacía realidad. Ya no sería problema que lo pusieran a bailar completamente desnudo - ¿Sonic, estas bien? ¿Lo de la prisión no te habrá asustado un poco o sí?

-       ¿Ah? No, no. Solo que ya me tengo que ir chicos – Dijo con una sonrisa falsa levantándose de su asiento.

-       Pero si ya está por comenzar lo mejor, va a tocar una banda y luego de noche van a traer baritas de luces – Protestó Knuckles, emocionando por lo que venía en la fiesta.

-       Tranquilo, Knuckles, si quieres te puedes quedar, pero me tengo que ir – Le palmó la cabeza al echidna retirándose.

-       Te acompaño – Dijo Tails tras de Sonic.

-       Tranquilo, Tails, tu puedes quedarte. Puedo irme solo – Dijo nervioso Sonic de que Tails llegara a ver a Mephiles.

-       ¿Crees que no he notado que estas nervioso? Tal vez a Knuckles le cuesta darse cuenta si no a última hora, pero puedo ver cómo quieres escaparte de nosotros a cada momento – Dijo en tono de regaño el zorrito amarillo – Sé que desde que tomaste el trabajo de cantinero actúas raro, sé que desde ese día nos ocultas algo mas y no confías aun en nosotros.

-       Tails, solo he estado muy cansado, me da algo de vergüenza darles la cara cuando saben que trabajo en un burdel – Se resentía por no poder decirle la verdad, pero solo podía escupir las mentiras como pudiera.

-       ¡No entiendo tu vergüenza! Solo trabajas de cantinero, da igual lo que hayas visto, solo eres un cantinero – Regañó con más furia Tails sin darse cuenta que sus palabras eran las incorrectas. Sonic se detuvo enfrente de la salida del lugar, volteo a ver a su amigo y lo miro con tristeza.

-       Tú no sabes lo que me ha pasado estos últimos días, Tails, no digas nada más por favor – Tails se quedó casi inmóvil, solo por seguir acompañando a su amigo, continuó caminando. El camino al departamento de Sonic fue silencioso e incómodo, hasta que Tails de detuvo en la entrada y miro con preocupación a su amigo.

-       No sé nada de lo que te ha pasado estos días, es eso lo que me molesta, que no tengo ni idea de lo que haces y ni siquiera de donde trabajas. De seguro ya ni confías en nosotros… - Musitó con mucha tristeza el zorrito bajando la cabeza. Sonic moría por decirle lo que en verdad le ocurría pero su conciencia lo hacía callar.

-       Yo… Trabajo en el Burdel Rubí Zafiro… Pero pronto dejare de trabajar ahí – Dijo casi ahogado el erizo, pero las facciones de su rostro se alargaron y su cara palideció al ver como se acercaba un erizo diabólico. Mephiles ya se encontraba tras Tails.

-       Buenas tardes Sonic, disculpa mi tardanza... ¡Oh! Veo que estas en compañía de un tierno zorrito – Tails volteo rápidamente tras él y contempló al erizo que vestía de un smoking.

-       Ho-hola… - Se había asustado por la presencia de aquel erizo desconocido.

-       ¡Mephiles! Ya voy alistándome para ir contigo – Dijo algo temeroso Sonic, queriéndose adentrar en el departamento.

-       Tranquilo, no será necesario, en mi mansión tengo lo necesario para ti. En cuanto antes, podrías presentarme a tu amigo – Dijo en tono de curiosidad el erizo oscuro, mirando con algo de depravación al zorrito que se erizo de punta a punta.

-       So-soy Miles Power, pero todos me lla-llaman Tails – Tartamudeó el zorrito mirando temeroso al erizo.

-       Tú también tartamudeas… La juventud de hoy día ya no tiene mucho ego para hablar con firmeza – Dijo algo decepcionado Mephiles, acercándose a Sonic y tomándole de la espalda – Ya es hora, erizo azul, vámonos.

-       Adiós Sonic… - Se despedía Tails, algo preocupado por su querido amigo, observando cómo se alejaba y se subía en un automovil con aquel erizo oscuro.

        En el auto no se hacía silencio por parte de Mephiles, en cambio Sonic solo escuchaba con tristeza en el viaje a la mansión del mayor.

-       Es un bonito auto el que tengo ¿No? – Comentaba esperando una respuesta de Sonic que solo asentía – Si. Me costó unos millones de dólares pero esta belleza va a una velocidad increíble – Aceleraba lentamente para mostrar la gran velocidad que tomaba el auto, pero Sonic no se preocupaba de eso – Bien, ya que te deje en claro anoche que no podías retroceder y que tenías que obedecer todo lo que te pidieran, esperare que hagas caso sumiso, pero de todos modos estaré ahí para asegurarme.

-       Tengo… ¿Que tener sexo con ellos? – Preguntó débilmente sabiendo que la respuesta seria un sí.

-       Lógicamente, Sonic. No te preocupes, luego será tan cotidiano que ya ni dolerá – Dijo casi en tono de Burla el erizo oscuro, mientras giraba por unas cuantas avenidas.

-       ¿Cuantos van a ser? – Volvió a preguntar temeroso de que la cantidad fuera mucha.

-       Mmmm… Unos cinco – Respondió rápidamente observando el rostro de miedo de Sonic – Si te preguntas quienes serán, es una sorpresa, aunque sospecho que ya sabrás quienes estarán sin falta – Ya era de saber que aquel erizo verde y el echidna albino estarían esperando ansiosos por probar al virgen de Sonic.

       Solo duro un par de minutos en llegar a una mansión casi tan gigante como la del señor Eggman pero con tonos más coloridos y no tan sombríos, como una gran casa lujosa de una persona adineradamente común.

-       ¿Ellos están esperándonos?...

-       Así es – Dijo Mephiles bajándose del carro al igual que Sonic – Ven, te guiare hacia una habitación que sera muy especial para ti...

       Se adentraron en la mansión. Mephiles cerro con llave la puerta de la entrada y se llevó a Sonic a los pisos superiores, llevándolo frente a una habitación de dos grandes puertas adornadas con unos dos dragones de toca puertas. Tras esta, unos murmullos se escuchaban fuertemente. Mephiles toco la puerta tres veces y los murmullos de la habitación se apagaron.

-       Puede pasar – Respondió una voz reconocible para Sonic. Se abrió la puerta y Mephiles y Sonic se adentraron en esta – Al fin. He estado esperando muy ansioso a que vinieras, Sonic – Dijo Finitevus cerrando la puerta tras Sonic, este solo se alejaba de este ocultándose como pudiera tras Mephiles. Pero unas manos tocaron su trasero, haciéndolo girarse rápidamente.

-       Jajaja, dímelo a mí. He pagado una fortuna para ser el primero – Dijo Scourge tras Sonic mirándolo deseoso. Este solo se le erizaba sus púas azules mientras ahora retrocedía de Scourge y Finitevus, pero topo con alguien atrás que acaricio la mejilla de Sonic.

-       Yo aún recuerdo aquella noche en el salón de baile. Te veías tan precioso en esas bragas de niña, pequeño erizo – Dijo un camaleón morado que lamió rápidamente la mejilla de Sonic.

-       Ese erizo me lo tengo que coger. Me dejo seco rápidamente aquella noche, pero ahora si me dejara saciado – Comentó el Halcón Jet que acorralaba a Sonic junto a Scourge y Finitevus.

-       Yo seré el primero – Avisó Finitevus tomando de la cintura a Sonic que chilló del miedo.

-       ¡Yo pague más para ser el primero! – Gruñó el erizo verde mostrando sus colmillos.

-       Puedo pagar el quíntuple que tú para cogérmelo primero, enano – Regañó el echidna, mirando desafiante a Scourge. Sonic solo temblaba, no por quien sería el primero en fallárselo si no por cómo se lo harían.

-       Niños… Compórtense. Ya saben cómo trabajamos con las prostitutas. En este caso. El prostituto virgen – Mephiles dominaba entre el debate de los hombre que deseaban tener al erizo azul.

-       No me hables como si fuera menor que tu, Mephiles – Protestó Finitevus dejando a un lado a Sonic. Mephiles se acercó al echidna y acaricio los cabellos blancos de este, seguido, le tendió la mano a Sonic para que este la tomara.

-       Entonces compórtate como un hombre, Finitevus. Ya has probado a mujeres y a chicos vírgenes, ¿Qué hay de especial en este? – Preguntó Mephiles tomando de la cintura de Sonic y acariciándole la cabeza gentilmente. Aun así Sonic no dejaba de sentir miedo.

-       No lo sé, tal vez sea su mirada tierna e inocente, su dulce cuerpo tan perfecto – Decía el echidna mientras tomaba gentilmente a Sonic acariciando sus brazos – O tal vez... Solo quiero escuchar su dulce voz rompiendo en dolor cuando le esté arrebatando la virginidad – Apretó con fuerza las hombros de Sonic provocando que este diera un grito seco sin parar de temblar.

-       Pero mira como lo asustas – Mephiles tomó otra vez a Sonic, aferrándose a él como si tratara de protegerlo - ¿Es verdad que te encanta verlo asustado? Eres todo un pervertido, mi querido amigo Finitevus.

-       Di-disculpen… ¿Po-podría retirarme al baño so-solo un mome-mento? – No paraba de tartamudear y sus rodillas no paraban de temblar, temía como lo trataban en ese momento, creía que solo estaban jugando con su mente y emociones. Y sí que lo hacían.

-       Ya te he dicho que no me gustan los niños que tartamudean… - Gruñó Mephiles jalando la oreja del tembloroso erizo.

-       Mira como se ha asustado el azulito, ya hasta tiene que ir a cagar del miedo, jejeje – Burló Jet, observando como Sonic lo miraba impotente.

-       Tendré que ir contigo, azulito – Musitó Mephiles llevándose a Sonic del brazo hacia el baño que se encontraba en la misma habitación.

        Solo quería salir por un momento de aquel cuarto. No quería aceptar que iba a sufrir con lo que harían con él. Se congeló al ver como Mephiles lo miraba impaciente, moviendo sus garras en sus brazos cruzados. Rápidamente se empezó a desvestir hasta quedar solo en bóxer.

–     Eres tan adorable, ¿Quieres quitarte tu ropa interior o prefieres que ellos lo hagan por ti? – No estaba seguro de si hacer una cosa o la otra, prefería quitarse de una vez el bóxer y que nadie le hiciera daño mientras se lo arrancaban. Penoso se retiró la ropa interior mirando apenado al vacío.

-       Creo que ya estoy listo…

-       No lo estas, Sonic. Vas a tener que empezar a ser obediente y ponerte esto – Mephiles sacó de un gabinete del baño unos accesorios de sado-masoquismo junto a un bozal, un collar para perros y unas botas de cuero. Sonic no se asustó ni se impresiono, pero se sentía como una real puta por tener que usar esos accesorios de sado-masoquismo.

-       De acuerdo… - Musitó colocándose el bozal, las botas, un collar para perros y con ayuda de Mephiles se colocó las ataduras. Tenía las manos atadas con unos guantes unidos, una ropa interior de hombre hecha de cuero con la parte posterior descubierta al igual que la delantera y unas botas de cuero que le llagaban hasta las rodillas.

-       Ahora, si alguien te pide hacer algo le responderás afirmativa mente, más diciéndole “Amo” ¿Entendiste? – Avisó Mephiles, terminado de ajustar los guantes.

-       Ujummm… - Afirmó como pudo mientras tenía el bozal en su boca. Mephiles abrió lentamente la puerta del baño para que todos prestaran atención en el anfitrión y en el prostituto. Sonic se retiró por un momento el bozal y muy tembloroso dijo - Por favor…Traten de no ser tan rudos conmigo – Dicho esto se volvió a poner el bozal y agacho su cabeza temeroso.

-       ¡¡Aaaawwww!! Por favor, no digas esas cosas o me vas a provocar un sangrado nasal – Dijo Scourge tomando de sus mejillas, mientras un hilo de sangre escurría de su nariz – Ahora mismo tengo unas ganas de fallármelo ¡COMO SI NO HUBIERA UN MAÑANA!

-       Esa petición está muy bien dicha. Yo con gusto comenzare gentil contigo – Dijo Espio posándose tras Sonic, mientras le acariciaba los pezones. Sonic chilló de miedo mientras las caricias del camaleón se volvían bruscas con pellizcos.

-       Después de él seré el que te dome como si fuera un dulce semental – Sobaba el halcón el miembro de Sonic que empezó a temblar nuevamente.

-       Luego yo te haré suplicar por más, mi querido Sonic – Se acercó Finitevus apretando el trasero de Sonic, acariciando su entrada con sus dos dedos.

-       ¡Están bien perdidos, ustedes! ¡¡Yo seré el primero en tirármelo!! – Vociferó el erizo verde acercándose con zancadas a Sonic que estaba acorralado. Con empujones y golpes, alejo a los demás y tomó de Sonic por su parte intima jalándolo hacia la cama.

-       ¡Mrrrrffff! – Chilló el erizo azul por la brutalidad. Scourge lo tumbo en la cama y tomo de sus piernas para abrirlo y ver su entra colorada de un leve color rojo.

-       Scourge, ¿Te tengo que recordar como trabajamos aquí? – Dijo con una voz dominante Mephiles, apretando con fuerza la cola de Scourge, provocando que se sonrojara y diera un pequeño chillido.

-       Perdona... 

         Le dio espacio a Mephiles para que se colocara sobre Sonic. Este solo se impresionó al tener el rostro de Mephiles muy cerca de él, pensó que tenía suerte al tener a un acosador sin boca, pero estaba equivocado. Mephiles retiro el bozal de Sonic con gentileza y rosó la zona donde no se hallaba la boca con los labios de Sonic. Por inercia, Sonic dio un pequeño beso y en eso sus labios se apegaron a la piel de Mephiles, uniéndose con él como si ahora sus bocas fueran la unión entre ellos dos.

-       ¡MMMMRRRRRR! – Un grito apagado salio  del erizo azul que no comprendía lo que le pasaban a sus labios. Sentía otra lengua dentro de su boca, explorando lentamente su interior y dejando algo más viscoso que la saliva dentro de su boca. Mephiles se separó dejando respirar al pobre erizo que se atraganto con el raro liquido – *Cof cof* ¿¡Qué diablos has hecho!?

-       Cállate, puta – Volvió a colocarle el bozal a Sonic, dejándolo asustado por el repentino suceso. Scourge se abalanzó contra Sonic mientras se retiraba sus ropas y su miembro chocaba con el vientre del erizo amordazado. Su pene tenía un tamaño normal, pero lo compensaba con el grosor.

-       Vas a estar delicioso – Comentó rosando su miembro a la entrada de Sonic. Empujó fuertemente para que su pene se adentrara pero solo provocaba gritos de dolor en Sonic sin siquiera aun poder entrar.

-       ¡Mmmmmrrrr! ¡Phara! – Gritó como pudo el adolorido erizo azul que trataba de no moverse bruscamente.

-       Diablos… ¿Alguien tiene lubricante? – Preguntó molesto el erizo verde, dándose por vencido en intentar por sus medios penetrar al erizo amordazado.

-       Yo te puedo ayudar en eso – Espio se acercó a Sonic lamiendo su entrada lentamente, provocando leves gemidos por parte de él, mostrando una erección apenas, pero su pequeño placer no duro mucho al sentir un dedo siendo introducido por el erizo verde. Su rostro volvió a la angustia al sentir más dedos introduciéndose dentro de él.

-       Vamos, si no puedes con dos dedos como será con ¡Tres! – Metió un tercer dedo dentro de Sonic con mucha fuerza, sacándole un fuerte grito de dolor.

        Empezó a mover sus dedos mientras aun el camaleón lamia la entrada, lubricándola por completo. Scourge saco sus dedos para observar como se había abierto el orificio anal de Sonic, dándole a Espio la oportunidad e introdujo su lengua provocándole un escalofrío de los demonios al erizo azul. mMovía su lengua dentro de él provocándole fuertes espasmos, haciendo que su pecho se alzara y sus pies se doblegaran.

-       Ya está listo – Retiró su lengua y le dio espacio a Scourge para que de un golpe penetrara a Sonic.

-       ¡Bon appetit! – Musitó sensualmente el erizo que por fin había arrebatado a Sonic lo que resto de su dignidad.

-       ¡¡MMMRRFFF!! – Gritó con todas sus fuerzas, el dolor había sido demasiado para él.Eempezó a patalear y a moverse bruscamente para que Scourge saliera de él, pero sus piernas fueron sostenidas por el mismo erizo que lo penetrara y con fuertes envestidas continuo mientras reía a carcajadas - ¡MMRRFF! ¡MRRFF!

-       ¡Dios! ¡Nunca me había sentido tan glorioso al penetrar a un virgen! ¡JAJAJAJAJA! – Reía con fuerza mientras aceleraba sus movimientos sin darle un respiro a Sonic. Su entrada sangraba sin parar y un montón de lágrimas se desparramaban en el rostro del erizo de ojos verdes quebrantados - ¡Tu virginidad es mía, Sonic! ¡Eres mío!

-       ¡Pporr vavorr phara! – Suplicó Sonic tocando con sus dos manos el pecho de Scourge y mirándolo arrepentido. Scourge tomo las manos de Sonic y sus movimientos pararon, pero una sonrisa espeluznante se formó en su rostro y con un fuerte movimiento saco y volvió a penetrar su pene dentro de él.

-       ¡Sigue poniendo esa cara! Me pone tan cachondo verte de esta manera tan patética – Burló Scourge, siguiendo con sus envestidas brutales. Sonic gritaba con cada penetración mientras se tapaba el rostro, retorciéndose de dolor – Valió la pena pagar cuatrocientos filetes por una puta como tú.

-       ¡Mrrff! ¡Mrrr! ¡Mrrrff! – Ya sus gritos no eran tan fuertes, pero el dolor era aún presente. Las envestidas aceleraron al igual que los gruñidos del erizo verde que ya estaba por llegar al orgasmo.

-       ¡Ggrrrr, ten mi leche! – Gruñó dando su última envestida llenando a Sonic de leche dentro de su ano.

-       ¡MMMRRRRFFFFF! ¡UUMMMMMRRR!

-      Aaawwwww, Wujuu. Chicossss, esta delioso, jejeje – Dijo saliendo de Sonic cubierto de semen y sangre, recostándose en la cama con un rostro de satisfacción.

-       ¿"Delioso"? Creo que los humos se te subieron a la cabeza, Scourge, hablas como un borracho – Mencionó Finitevus acercándose al agotado de Sonic que se asustó mirando el inmenso miembro palpitando cerca de su ano lleno de sangre y semen.

-       Ya me entendeas cuando pruebes su ano – Gruñó Scourge acostándose en la cama. Finitevus entonces empezó a acariciar la entra de Sonic, provocándole mucho dolor.

-       ¡Mmmrrrff! – El dolor era aún tangible, su parte posterior le ardía como si hubiera sido quemado y su cuerpo no paraba de temblar.

-       Aaawww, ¿El erizo verde te hizo mucho daño? Tranquilo yo no comenzare con tanta fuerza, aunque quisiera – Introdujo lentamente su miembro dentro de Sonic, pero aun así chilló por el inmenso pene siendo adentrado hasta chocar con su próstata – Muy bien, has podido con todo mi pene completo. Empezare a moverme – Dicho esto, empezó a ir de atrás hacia adelante lentamente, haciendo que Sonic dejara de temblar. 

       Empezó a sentir un fuerte cosquilleo en su miembro al sentir las lentas penetraciones del echidna albino. Su pene mostró una lenta pero fuerte erección a cada ida y ven del echidna, ya no sentía tanto dolor, pero no entendía porque sentía excitación, lo pensó por un momento y entendió por que se sentía así. Al parecer Mephiles había introducido feromonas dentro de su cuerpo con ese beso.

-       ¡Mmmm! – Gimió sin más, rindiéndose a lo que ya habían hecho con él. Como se lo habían dicho, no habría marcha atrás. Finitevus noto la erección del erizo de ojos verdes y empezó a masturbarlo lentamente, al igual como sus penetraciones - ¡MMMMM!

-       Vez, a los chicos como él hay que tratarlos gentilmente – Se dirigió a Scourge pero este roncaba estruendoso, incomodando a Finitevus. Volvió a mirar a Sonic que estaba sonrojado hasta las orejas, se acercó más a él, empezó a lamerle el cuello con pequeñas mordidas, le retiro el bozal y empezó a besarlo fervientemente.

-       Amigo, te tardas mucho, préstame su boca un momento – Pidió Jet que se encontraba ya en la cama cerca del rostro de Sonic. Finitevus se apartó permitiéndole al halcón mostrarle su pene al drogado erizo. Su pene no tenía un gran tamaño, pero su glande era totalmente grande - ¿Quiere probarlo puta?

-       Si… Amo – Afirmó algo débil el erizo azul, permitiendo que Jet introdujera su miembro palpitante en su boca. Fue lento para después ir aumentando su intensidad al chupar el miembro del ave, este aguantaba en no correrse tan rápido pero no pudo soportar tanto y se corrió en la boca del erizo más que la última vez, provocando que se atragantara con el semen, escupiéndolo brutamente – *Cof, cof*.

-       ¿Te gusto, perra? – Acarició las mejillas del erizo mientras le daba una sonrisa pícara.

-       Si, amo – Contestó lamiendo sus labios para tomarse el resto de la leche - ¡Ah, ah, ah! – Gemía fuertemente mientras ya los movimientos de cadera de Finitevus aumentaban - ¡Nyaahhh!

-       Lo siento, Sonic. No puedo aguantar estos movimientos lentos, ¡QUIERO ROMPERTE EN DOS! –Gruñó el echidna albino comenzando a envestir con todas sus fuerzas.

-       ¡Aaahhh! ¡Duele! ¡Por favor, paraaahh! – El va y ven del echidna eran totalmente fuertes, chocando sus testículos con la parte posterior de Sonic, haciendo un sonido de golpe en el trasero del erizo - ¡Me haces daño!

-       ¡Ni loco, se siente increíble! – Ahora sacaba y metía su pene por completo en el interior de Sonic. El camaleón Espio se acercó al erizo que gritaba por los golpes y empezó a sobar su miembro que nuevamente se ocultar por la falta de excitación.

-       ¿Necesitas ayuda, Sonic? – Las preguntas irónicas no faltaron por  Espio y empezó a chupar el miembro de Sonic, mientras aun el echidna penetraba fuertemente.

-       ¡Me quieren volver loco! ¡Paren, paren! – Nadie hacia caso de las suplicas del corrompido chico de ojos esmeraldas que derramaba lagrimas por cada golpe en su entrada y cada lamida en su pene.

-      ¡¡Me voy a correr dentro de ti, Sonic!! – Gritó Finitevus soltando gruñidos mientras aumentaba la velocidad de sus envestidas hasta no poder más y terminar corriéndose dentro del erizo - ¡Magnifico!... Aaah... – Lentamente sacó su miembro dentro de Sonic, dejando salir todo el semen que había introducido junto con más sangre, dejando un agujero palpitante y rojo.

-       Arde… Mucho… ¡Mhaaa! – Gimió adolorido Sonic mientras se tapaba su parte sonrojada.

-       Déjame probarlo ahora – Pidió el camaleón que detuvo la masturbación de boca con el pene de Sonic.

-       ¿Por qué tendrías que probarlo antes que yo? – Interrogó el halcón Jet que se puso en el camino de Espio.

-       De acuerdo… Las damas primero – Burló Espio haciendo una reverencia y dándole pasó a Jet.

-       Muy gracioso, lagartija – Se acercó a la parte posterior del erizo, que no paraba de escurrir la leche del echidna junto con su sangre – Ponte en cuatro, mi dulce perra – Dijo jalando del collar de Sonic y poniéndolo bocabajo.

-       ¡Por favor, denme un respiro! No puedo con mas – Decía Sonic mientras tapaba su entrada con su cola.

-       No lo creo, azulito. He esperado mucho para llenarte de mí leche – Dicho esto, con sus pulgares abrió el agujero de Sonic e introdujo su pene.

-       ¡AAHHH! ¡Me arde, me arde, me arde! – Gritaba sin parar el erizo que se movía de un lado al otro, tratando de sacarse a Jet dentro de él.

-       ¡Si chillas! Para de agitarte, que necesito moverme dentro de tu culo – Gruñó Jet tomando la cintura de Sonic y empezando su ida y ven.

-       ¡¡AAAHHH!! ¡Dueleeeehh!... – Los gritos no paraban por parte de Sonic mientras recibía las penetraciones más fuertes en aumento.

-       No le hace efecto las feromonas, Mephiles… - Susurró Espio dirigiéndose a Mephiles. Este observo al dolorido erizo que no detenía sus alaridos, concordando con el camaleón.

-       Yo me encargo. Ayúdame y has que se corra – Los dos se acercaron a Sonic con pasos tranquilos. Mephiles se acercó al rostro de Sonic, acercando su parte sin boca y dándole unos de sus besos de demonios, y Espio bajo se colocó boca arribabajo de Sonic, chupando con gran fuerza el miembro del erizo.

-       ¡Mmmmmm! – Sin poder evitarlo ahora gemía mientras sus labios estaban unidos a los de Mephiles. Movía sus caderas al igual como lo penetraban, el dolor ahora se convertía en placer por las grandes chupadas del camaleón y por las feromonas que introducía el erizo maligno con su larga lengua.

      Mephiles se separó de Sonic, mostrando su boca oculta por tendones de su piel y tras de esta colmillos afilados que brillaban por la luz que se mostraba en el lugar. A pesar de ver esa escena espeluznante, Sonic ya se encontraba bajo el efecto de las feromonas, volviendo a jalar a Mephiles para besarlo desenfrenadamente con desesperación.

-       ¡Mueve más tu trasero, perra! ¡Más rápido! – Ordenó Jet tomando de las púas del erizo azul. Sonic movía sus caderas para que el pene lo penetrara más rápido mientras aun seguía ligado al beso de Mephiles – Así es, sigue así…

-       ¡Aahhh! ¡Por favor, más rápido, chicos! – Dijo al separarse del beso de Mephiles, pidiéndole a los dos chicos que aceleraran sus movimientos sobre su cuerpo estimulado, siguiendo así hasta que Sonic exploto en la boca del camaleón - ¡Nyaaaaan! Graciaaaaaas~.

-       *Glup* De nada – Tragó todo la leche corrida en su boca y se dispuso a ponerse boca arriba frente de Sonic tomando su trasero – Ya va siendo mi turno ¿No?

-       ¡Grrr! – Terminó corriéndose el ave dentro del erizo azul, sacó su pene después de unas cuantas penetraciones más y ayudo al camaleón a que penetrara al erizo.

-       ¡Haaaa! ¡Mmmm! Empieza a moverte, morado~ – Miró pícaramente a Espio para luego darle un beso de lengua largo. Sonic tenía sus manos sobre su cabeza, sosteniéndose de sus codos en la cama, mientras que el camaleón penetraba a Sonic delicadamente pero teniendo un rimo placentero; era moderado, con buenos movimientos, complaciendo cada parte de su cavidad anal con su largo pene - ¡Se siente increíble, dame más, amo, más, amo!

-       ¡Dios, adoro tu rostro tan pervertido! – Empezó a acelerar sus movimientos, provocando que chocara rápidamente su glande con la próstata de Sonic que gemía con gran gozo a por poco babear, sacando su lengua como si ahora pareciera un perro jadeando – Mi pene te agradece por tener tu trasero tan delicioso.

-       Dile que me lo agradezca introduciéndose por completo – Seguido se levantó y con un brinco se introdujo todo el pene hasta sentir los testículos chocando con su trasero. Su rostro se transformó en satisfacción al sentir como el pene de Espio lo apretaba fuertemente, empezó a mover sus caderas de arriba hacia abajo penetrándose fuertemente, sin darse cuenta que Espio estaba por reventar dentro de él.

-       ¡AAAHH! ¡Siiiiii! Jajajajaja – Llenó toda la entrada de Sonic con su leche y al parecer, rasgo las sabanas de la cama al correrse estando sosteniéndolas con sus puños apretados – Me estas succionando, erizito.

-       Pero miren a esta puta. Estas más excitada que una perra en celo – Comentó Scourge acercándose a Sonic para besarle con mucha lujuria, dejando un hilo de saliva al separarse - ¿Quieres que te dé como una perra, mi esclavo?

-       Si, amo. ¡Dame como una maldita perra! – Dijo con un gemido el excitado de Sonic que ni sus palabras obscenas podía contener. Se levantó dejando salir el pene del camaleón, escurriendo a montón de leche, seguido, este se levantó y Scourge tomo su puesto, apuntando su pene en la entrada de Sonic.

-       Siéntate, perra – Obediente, se sentó introduciendo lentamente el miembro palpitante. Jadeando por la excitación, movió su trasero de un lado al otro para acomodarse y empezar a cabalgar sobre el erizo verde - ¡OH, SI! ¡Brinca rapido!

-       Si, amo – Afirmó Sonic siendo más indulgente y brincando lo más rápido que se le era posible.

-       ¿¡Que has dicho!? Las perras no hablan solo ladran, ¿Entendiste? – Tomó el collar de Sonic haciéndole acercarse a su rostro.

-       Grraawf – Ladró como un perro obediente, sosteniéndose del pecho de Scourge y moviendo sus caderas de adelante hacia atrás. Scourge sostuvo las manos de Sonic ya que le sacaba el aire, se sentó y coloco las manos de Sonic alrededor de su cuello.

-       Buena, perra, sigue así

-       ¡Gruwf! – Le dio una gran lamida en todo el rostro a Scourge, esperando a que este lo complaciera también. Sin poder evitar las tentadoras suplicas de la mascota sexual, empezó a besarlo descontrolado, casi comiéndole los labios al erizo de ojos verdes. La saliva escurría entre los labios de los dos erizos mientras ahora Scourge sostenía la cintura de Sonic y daba rápidas penetraciones como si se tratara de un reto en ser el más rápido entre los dos - ¡MHAAAAAHH!

-       ¿Qué ocurre? ¿No puedes aguantar tus gemidos? – Dijo mordiéndole una oreja con mucha fuerza.

-       ¡HAAAA! ¡Por favor, ayudame a acabar! – Suplicó el pobre erizo azul lamiendo la mejilla de Scourge delicadamente.

-       De acuerdo, pero si no te corres a la vez que yo, te meteré un pedazo de fierro en tu precioso culo – Sonic asintió y se dejó masturbar por el erizo verde, mientras le envestía fuertemente. Los gruñidos de excitación de Scourge se hicieron presente, avisando que ya estaba por correrse, Sonic se concentró y empezó a sentir como su semen estaba por salir. Scourge se corrió primero seguido de Sonic rápidamente, recibiendo ambos sincronizados espasmos en su resplandor – Aaahhh... Haa... Al parecer soy el más rápido aquí, jejeje.

-       Haaaa... Guaaaafff – Ladró débilmente el erizo agotado, bañado por su propia leche. Mephiles se acercó tras Sonic y lo engancho con una correa, jalándolo  para que se sentara en el suelo.

-       Ven, perra. Hay que seguir con el entrenamiento – Dijo sensual el erizo diabólico, tomando la cola de Sonic para que levantara su rabo, poniendo su rostro en el suelo – Jet, ¿Quieres pasarme el consolador?

-       Por supuesto – Afirmó el halcón entregándole un consolador a Mephiles con una pera para inflar. Mephiles se acercó a Sonic, sobando su entrada con la punta del consolador para luego separarla y ver como se hacía un hilo de esperma con este – Vaya, ya tienes lubricante de extra. Será más sencillo poder introducírtelo.

-       ¡Por favor, métemelo, quiero sentirlo! – Suplicó Sonic ansioso por sentir algo dentro de su ano.

-       De acuerdo, So-ni-ku~ – Terminó diciendo a la vez que metió el consolador hasta escuchar un “plop” para empezarlo a girar estando dentro de Sonic, provocándole fuertes gemidos y espasmos. Vio como la cola de Sonic se movía rápidamente de un lado al otro, la tomó y se la metió a la boca y empezó a morderla.

-       ¡Nhaaahhhh! Que ricoooo – Soltó un gran gemido el pervertido erizo que empezó a rasguñar el suelo donde se encontraba. Mephiles empezó a inflar el consolador de goma, provocando por cada apretón de la pera, un gemido por Sonic saliera - ¡Ahhh! ¡Apriétame más!

-       ¿Qué has hecho con el Sonic que le repugnaba los actos homosexuales? ¿Te lo has metido por el culo también? – Dejo de chupar la cola de Sonic apretando más rápido la pera.

-       ¡Solo sigue inflando ese consolador! ¿Quieres? – Contestó como regaño, dejando a todos callados al escuchar como Sonic le hablo a Mephiles de esa forma. Este se detuvo y de un movimiento rápido y fuerte volteo a Sonic, el cual se asustó viendo el rostro de desconformidad del erizo diabólico y como se acercó a su oído y le susurro.

-       Sooniiiiic~ ¿Acaso quieres que te castigue? – Interrogó con un tono jugueton.

-       ¿Qué no lo estás haciendo? – Dijo sin pizca de ingenuidad y Mephiles al escuchar esto empezó a reír levemente como si le hubieran contado un chiste.

        Entonces una sonrisa muy tenebrosa empezó a formarse en el rostro de Mephiles claramente, pareciera que la carne se desprendía a la vez que se mostraban los colmillos del erizo endemoniado, que no paraba de reír levemente. Anti-naturalmente, empezó apretar la pera tan rápido que de inmediato el vientre del erizo se empezó a inflar como si estuviera en gestación.

 -     ¡DE-DETENTE! ¡ESO DUELE!

-       ¿Qué ocurre, no querías que lo inflara? Jajajaja – Su risa era demasiado serena para el rostro tan espeluznante que ponía, no se detenía ya teniendo el vientre de Sonic totalmente hinchado.

-       ¡VAS HACER QUE EXPLOTE!... 

      *PLOOOOP* El consolador de goma estallo dentro de Sonic, provocándole sangrar por su entrada, asustando terriblemente a Sonic que comenzó a llorar en silencio. 

-       ¿Por qué?... Pudiste... Pudiste haberme.

-       ¿Perdona? Pero pensé que querías que te castigara un poco. Y eso es solo una muestra de lo que en verdad te puedo hacer – Jaló fuertemente el cable que unía el consolador y la pera, sacando dolorosamente el trozo de plástico roto.

-       ¡AAAHHH! Lo siento, lo siento... No le volveré a hablar así…

-       ¿Sí?

-       No lo volveré hacer… Amo.

-       Bien, será mejor que empecemos a quitarte los trozos de plásticos que te han quedado, ¿Qué dicen chicos? – Preguntó Mephiles tomando a Sonic y colocándoselo sobre él de espaldas, mostrando el miembro del azul, que por algún motivo se encontraba erecto aun.

-       Hay que castigar un poco más a esta puta para que aprenda que no debe de faltarle el respeto a sus amos – Se acercó Finitevus rosando la punta de su pene en la entrada ensangrentada de Sonic, no sin antes dejar que Mephiles introdujera una especie de tentáculo en el ano del erizo.

-       ¡Espera, aun me duele! – Ya nadie le volvería hacer caso a Sonic. De un solo golpe dos tentáculos se introdujeron en el agujero de Sonic - ¡Mierda!

-       Di que eres un perra sucia y lo lamentas – Dijo Mephiles colocando un dedo en la entrada de Sonic.

-       ¡Soy… Una perra sucia y lo lamento! – Gritó con algo de esfuerzo mientras otro tentáculo se introducía dentro de él y otro más.

-       Buena perra. Ahora di que quieres mi pene dentro de ti – Ordenó Mephiles ahora utilizando su tentáculos con sus dedos para abrir el orificio anal de Sonic.

-       ¡Quiero tu pene dentro de mí! ¡MYAAHH! – Gimió con fuerza al sentir algo enorme ser apenas introducido en su entrada. Se asomó y observo aparte de unos tentáculos oscuros, un pene enorme siendo introducido lentamente en el interior de él - ¡OH DIOS! ¡No creo que pueda entrar! - *Plop* Sonó la cavidad anal al encajar perfectamente con el pene de Mephiles -  ¡¡AAHH!! ¡Mmhh! ¡Di-!¡Diablos! – Empezó a meter y sacar lentamente el pene dentro de Sonic, para que se acostumbrara al gran tamaño del miembro - ¡Myaahh! ¡Wooow!

-       ¿Te impresiona que haya podido caber? Finitevus, que tal si le muestras que aún puede con más de un pene – Finitevus sonrió al escuchar lo dicho por Mephiles. Con ayuda de los tentáculos y los dedos de Mephiles, pudo hacer espacio para empezar a penetrar también a Sonic.

-       ¡AAAAHHHH! ¡Diablos, diablos, diablos! Eso duele, haaa – Gritó por el ardor que sentía al tener dos penes dentro de él, más cinco tentáculos que se retorcían en toda su cavidad. El estómago de Sonic se veía levemente hinchado, moviéndose por las penetraciones de los dos miembros de los dos chicos que se movían mientras gemían satisfechos. Los que estaban penetrando empezaron a ir lento para no romper tan rápido su juguete sexual, que se retorcía del dolor - ¡Grrrrr! ¡Ah! ¡Ha! ¡Maldición!

-       Vamos, no te pongas tan tenso. Aunque la verdad haces que me apreté más tu culo delicioso – Comentó el echidna albino, tomando el miembro de Sonic para empezar a masturbarlo nuevamente.

-       Hey, Sonic. Necesito ayuda con mi pene, ¿Me ayudas? – Preguntó Jet, mostrando su pene frente a Sonic. Sin muchos ánimos, se lo introdujo en su boca y empezó a chuparlo sin mucho esfuerzo.

-       Él es mío, pajarraco – Gruñó Scourge acercándose con su pene erecto frente a Sonic – Dile que quieres chupar solo mi pene, mi erizito azul – Tomó delicadamente el mentón de Sonic para hacerlo voltear a su pene. Iba abriendo su boca para introducirse el pene del erizo verde sin muchos ánimos, pero Jet tomo de su mentón, haciéndolo voltear hacia él.

-       ¿¡A quien le dices pajarraco!? ¡Bola de pelos endurecidos! – Regañó el halcón dirigiéndose a Scourge, seguido para mirar coquetamente a Sonic – Tú quieres chupar solo mi pene ¿No? – Antes de que volviera a introducirse el pene del ave, nuevamente, Scourge volvió a tomar el mentón de Sonic para que volteara a ver su pene palpitante.

-       ¡Vamos! Dile a la paloma verde que chuparas mi pene primero – Ya cansado trato de meterse el pene del erizo en su boca, pero tomaron brutamente su cabeza para que volteara a donde Jet.

-       ¡EL CHUPARA MI PENE PRIMERO, PULGA VERDE! – De inmediato Scourge tomo la cabeza de Sonic, esforzándolo a que chupara rápidamente su pene.

-       ¡PUES YA EMPEZÓ A CHUPAR EL MIO, PALOMA! – Sonic se estaba atragantando sin darse cuenta del erizo verde y el halcón que se miraban desafiante.

-       Por favor, compórtense, chicos – Dijo Espio separando a Scourge y a Jet de Sonic, dándole apenas un respiro en su boca ya que las lentas pero fuertes penetraciones seguían por Finitevus y Mephiles – ¿Puedo tomar tu semen, Sonic? – Preguntó el camaleón recostándose mientras masturbaba a Sonic y le daba pequeñas lamidas a su pene.

-       Sí... Aahh, mi amo – Por el momento era complacido en su parte intima hasta llegar una vez más a la excitación – Aah, Chicos. Si puedo con dos penes en mi culo ¡Ha! Puedo con mas de un pene en mi boca – Tomó los dos miembros y se metió la punta de los penes en su boca, chupándolos fuertemente mientras rosaban por sus mejillas y jugaban con su lengua mientras acariciaba los testículos de los dos chicos.

-       ¡Wujuu! ¡Eso es, esclavo! – Alabó Scourge, por sentir tanto placer.

-       ¡Oh dios, se siente tan bien! ¡Creo que me voy a correr! – Sacó el pene de la boca de Sonic, comenzando a masturbarse y correrse en la cara del azulado – ¡Aaaah! Ahh... Jajajaja, ¿Te gusto el baño?

-       ¡Ha! Si, amo... Estuvo cálido – Dijo Sonic, lamiéndose donde pudiera alcanzar su lengua.

-       Meteté entero mi pene, Sonic – Ordenó Scourge chocando su pene en el rostro de Sonic para que se lo llevara a la boca y continuara con su trabajo. Hacia grandes estruendos de lamidas y chupadas mientras gemía atragantado por el inmenso pene. Las penetraciones de Mephiles y Finitevus se hacían fuertes y rápidas. Pronto perdería su cabeza el pobre de Sonic - ¿Quieres tomarte mi semen o te baño toda la cara? – Preguntó entre gemidos el excitado de Scourge.

-       ¡Mhuaah! Aaahhh. Como usted quiera, amo~

        De inmediato Scourge saco su miembro de su boca y empezó a apuntar en su rostro. Sonic abrió la boca, sacando su lengua para que recibiera un poco del semen, observando con perversión al erizo verde. Soltó toda la leche en el rostro del erizo, cayo en su oreja, mejilla, frente y boca, derramándose como una suave crema hasta su mentón.

-       Como te encanta mi semen, eh perra – Un último disparo salió de su pene cayendo en el ojo de Sonic – Ups.

-       ¡Myu! Aah. Tranquilo, no entro – Añadió Sonic limpiándose con su muñeca todo el rostro lleno de semen para luego limpiarlo todo con su lengua – Haaaaa... Esta muy delicioso, amo.

-       ¡Eso es! Tomateló todo, perra – A Scourge le complacía ver al Sonic pervertido y como este le miraba con su rostro deseoso de más – Ahora limpia mi pene – Sonic asintió y solo con su lengua limpio la punta del pene que goteaba leche al igual que el resto del pene.

-       ¡HA! Espio... ¿Quieres que te ayude con tu pene? Mhhh~ – Preguntó Sonic observando como el camaleón tenía todo el pene dentro de su boca.

-       Por supuesto, pero déjame terminar contigo~ – Dijo después de sacarse el miembro del erizo y empezar a masturbarlo rápidamente con mucha fuerza.

-       ¡MHAAAHAA! ¡Ahí vie-! – Expulsó todo el semen en el rostro del camaleón, asustándose por haberlo molestado – Lo-lo siento, amo, Aaahh, no quería… - De inmediato Espio le sonrió lujuriosamente y con una rápida lamida se limpió todo el rostro.

-       Tranquilo, erizito, te dije que quería tu leche – Se acercó con pasos dominantes hacia el erizo azul y una vez el pene del camaleón estaba frente a él, le dio lamidas picaras en la punta del glande y lentamente se lo fue introduciendo en su boca hasta tenerlo completamente entero hasta su garganta.

-       ¡Mmmmhhh! – Las penetraciones de Finitevus y Mephiles se hacían intensas hasta ya ir a una gran velocidad, tomando cada gota del placer de Sonic para transformarlo en una fuerte droga que solo le hacia perder sus sentidos - ¡¡MMMHHHHH!! 

-       ¿Lo disfrutas, Sonic? ¿Te gusta ser una perra? – Preguntaba Mephiles bajo de Sonic, dándole fuertes penetraciones. Aun que esa no era toda la fuerza que podía inducirle al erizo azul, tendría más para después.

-       ¡Uujuummm! – Respondió como pudo, siguiendo complaciendo al camaleón que movía su cadera en forma de ida y ven para sentir el doble del placer. Tomo las púas de Sonic y empezó a envestir fuertemente, introduciendo por completo su pene en la garganta del erizo - ¡Mmmmmhhh! ¡Ahhaa! Nyahhh… Delicioso  - Dijo sacándose el miembro empapado de saliva y semen.

-       ¡Déjame probarlo! – Pidió Espio besando locamente a Sonic para poder combinar sus salivas con el semen que quedaba de residuo en la boca del erizo.

-       ¿Me dejas probarlo también? – Preguntó Finitevus que jalo la correa de Sonic, haciendo que se incorporara y le besara locamente.

-       Mira tú vientre, Sonic. Esta tan hinchado, ¿Puedes verlo? –  Mencionó Mephiles apretando el vientre del erizo. Sonic miro bajo de él observando como su vientre se veía regordete. Sentía los dos penes moviéndose y podía verlo bajo su piel. Mephiles masajeaba el vientre de Sonic, dando ahora fuertes penetraciones mientras recorría toda la espalda del erizo con su lengua - ¿Te gusta sentir tu vientre lleno? ¡Hmm! ¿Te gusta sentir nuestros penes dentro de ti?

-       Siiii…¡Si!... ¡SI, SI! ¡ME ENCANTA, ME ENCANTA! – Contestó entre gemidos por la sensación dentro de él, moviendo su cadera de adelante hacia atrás para sentir más la increíble sensación dentro de él.

-       ¡Diablos, Sonic! ¡mM vas hacer correr! – Gruñó Finitevus tomando el rabo del erizo, ayudándolo a moverse más rápido.

-       ¡CORRETÉ DENTRO DE MI, AMO! ¡LLÉNAME CON TU LECHE! – Pidió Sonic besando con lujuria al echidna albino. Este impresionado acepto el beso, mientras sus envestidas aumentaron a tal punto de estar rompiendo el interior de Sonic, provocándole sangrar por su orificio, pero aun el erizo sentía placer a pesar de tener el dolor en su carne - ¡AHH! ¡HAAA! ¡AHAA!

-       ¡Aaahhhhhh! – Finitevus soltó su contenido dentro de Sonic sacandolo rápidamente y dejando soltar por el ano de Sonic chorros de semen con trozos de goma y sangre.

-       ¡Mhaaahhaaah! – Volvió a correrse el excitado de Sonic junto al echidna, bañándose en su propio semen.

-       ¡Buen trabajo, Finitevus! Sacaste todo los trozos de goma que quedaba en su gran ano – Dijo Mephiles levantando a Sonic con sus tentáculos, separándolo de su pene y dejando soltar el semen de Finitevus que restaba dentro de él junto a mas trozos de plástico - ¿Te ha gustado, Sonic? – Se levantó poniéndose al lado de los demás chicos que se masturbaban observando el espectáculo.

-       Jajajajaja, siiiiii… Amoooo~ – Se reía y jadeaba sin parar mientras aun el semen salía disparado de su pene. Algo más sentía dentro de él que lo hacía actuar fuera de lo normal, deseaba continuar a pesar de que sentía partes de su cuerpo adormecidas - ¿¡Que me pasa!? ¿Por qué quiero sentir más penes dentro de mí?

-       Jajaja, míralo, Mephiles. Creo que le indujiste muchas feromonas, esta descontrolado… - Comentó Espio que observaba con gracia al erizo azul que ahora se revolcaba en el suelo.

-       La verdad… Le induje más de lo que una persona normal puede tener. La mayoría ya hubiera muerto por la alteración de hormonas en su sistema provocada por la intoxicación… - Mencionó el erizo oscuro mirando pensativo a Sonic.

-       Mephiles… ¿Por qué tratarías de matarlo así sin ningún motivo? – Interrogó Jet que se encontraba al lado de Mephiles.

-       No lo hice… El pobre insistió en otro beso. Estará bien. Solo una persona pudo soportar la dosis mayor y su rostro era igual al de este azulito – Fue acercándose a Sonic que se encontraba boca arriba, temblando mientras transpiraba fuertemente con jadeos y con la mirada torcida – Hay que ayudarlo a acabar.

-       Hombre… Pero aún sigue corriéndose – Protestó Scourge, señalando el miembro de Sonic que aun escurría semen.

-       Solo esta pre-eyaculando, botara más cuando lo masturbemos… - Añadió Mephiles, dirigiéndose a un gabinete para sacar un masturbador junto a varios vibradores. Volvió con Sonic, lo sentó de rodillas, le coloco el masturbador y con unas cintas amarro los vibradores a sus pezones y pene.

-       ¡Aahhaaaaa! ¿Qué me está poniendo, amo? ¡Myahhh! ¿Por qué me siento taaaaaaannnn excitado? – Preguntaba el aun ingenuo de Sonic que miraba con perversión a Mephiles.

-       Esto te ayudara a sentirte mejor – Respondió alejándose de Sonic, no sin antes amarrarlo de la correa a la cama – Esto... Espio… Tú te tomaste el semen de Sonic, que contenía la esencia de las feromonas… Creo que dentro de poco sentirán más excitación de lo normal.

-       Mierda… - Musitó mientras se tapaba la boca.

-       Ahora, voy a activar el masturbador y los vibradores con estos dos controles ¿De acuerdo, Sonic? – Avisó Mephiles mirando con seriedad el erizo que reía y gemía sin parar.

-       Okeeyyyyy, amo~. Jajajajajahhhh – Afirmó mientras miraba a los chicos, dando leves saltos mientras movía la cola rápidamente. Se activaron los vibradores y el masturbador en lento, provocando un suspiro de alivio de Sonic – AAAAAWWW…. SIIIIIIII…

-        Mírale la cara, parece que estuviera drogado, jejeje – Comentó Jet mientras observaba el escenario.

-       ¡AA-AA-A-AAA-AAAAMOOOOO! – Gemía sacando su lengua para poder jadear y transpirar con fuerza.

-       Jejeje, ¿Estas tartamudeando? – Interrogó divertido Mephiles disfrutando también de la vista.

-       Lo la-MENTO ¡NO PUEDO EVITAA-AAA-AAARLO! Jajajajaja – Respondió entre risas y gemidos el descontrolado erizo.

-       No importa, mi esclavo, solo por esta vez puedes tartamudear lo que quieras.

-       Gra-aaaa-a-aaacias. ¡Ya-ya no puedo dete-tenerme ma-aa-aahh! ¡JAJAJAA-AAAAA! – Todos notaban al pobre erizo retorciéndose ahora en el suelo, mostrando una sonrisa de lujuria total entre espasmo y risas con gemidos descontrolados.

-       Hay que hacerlo correr, antes de que provoque más daño en las neuronas – Dijo Mephiles, aumentando la velocidad de los vibradores y del masturbador a velocidad media.

-       ¡WOOOWW! Maldición ¡ME MATAA-AAANN! ¡HAAAA! – Ahora gruñía el pobre erizo que se metía todos los dedos que podía en su ano.

-       ¡Dios, se ve tan sexy! Muero por tirármelo hasta el amanecer – Comentó Scourge masturbándose fuertemente.

-       ¡Maldición, ya está haciendo efecto las feromonas! – El camaleón se masturbaba en una esquina, sostenido de un mueble.

-       ¡Córrete en mi caraaa-aaaa Espio! Haaaaa, Por favor ¡MHAA! quiero probar otra vez tu semen – Suplicó Sonic que de inmediato se arrodillo y se acercó como pudo a Espio, pero sin poder avanzar al ser sostenido por la correa.

-       Hazlo, Espio, así ayudara… - Dijo Mephiles, esperando a que el camaleón obedeciera y se acercara a Sonic – Pero solo dale de tu semen, no dejes que pruebe tu pene.

-       ¡Ha! ¡Ah!¿Por queeeeee? Quiero su pene con su semen – Sin poder alcanzar su pene sin siquiera estirando su lengua, espero ansioso a que Espio disparara su carga.

-        ¡Aaaaahhhh! – Soltó la leche en toda la cara de Sonic, dándole solo ese placer.

-       Graciaaa-aaas, amoooo, mhuaaa~ – Dijo lamiéndose el semen de sus labios y mejillas y con su mano tomando el resto - ¡Pooorr favorrrr! ¡QUIERO MAAAAASS!

-       Mephiles, no puedo aguantar… Quiero ya tirármelo – Dijo nerviosamente el erizo verde, hipnotizado por lo que veían sus ojos.

-       Aguanta un poco más, Scourge. Cuando acabe podrás hacerlo – Negó Mephiles aun con la mirada fija en Sonic.

-       ¡Vamos, Scourge! Myaaahhh~ No le hagas casssooooo ¡Ven y dame rico pene! – Suplicó Sonic, mostrando su parte trasera a Scourge, moviéndo de un lado al otro su rabo mientras con sus dedos mostraba su interior.

-       ¡MIERDA! Es demasiado, amigo – Scourge estaba siendo derrotado por lo que le decía el drogado erizo azul. No podía evitar por mucho tiempo hacer caso de sus suplicas.

-       ¡Aahhaa! ¡Vamooos, Scourge! Siempre has querido hacerlo ¿Por qué no lo haces ahora? ¡Metemela hasta el fondo! ¡LLENAME, COMPLACETE, COMPLACEME! – Scourge ahora temblaba por lo que veía, parecía que ahora él se drogaba con tan solo verlo así. Titubeaba al pensar en obedecer o no, ya no sabía qué hacer.

-       Diablos, Mephiles, está demasiado bueno. Yo tampoco puedo resistir por tanto tiempo – Dijo Finitevus sin siquiera resistirse a masturbarse.

-       Tienes razón… Yo tampoco puedo resistir por tanto tiempo… - Colocó los vibradores a máxima potencia y también el masturbador. Sonic se volvió a incorporar, colocándose de rodillas, ahora temblaba mientras jadeaba fuertemente y sus ojos se torcían al igual que sus dedos.

-       ¡Maa-a-aaa-aaa-aaaaldicion! ¡ME ESTAN TORTURANDO! ¡AAAHHHAAH! – Gemía Sonic mientras se revolcaba en el suelo mirando a sus espectadores. Sentía su cuerpo ardiendo en cada parte de su ser, sentía su cabeza explotar y sentía como toda la oscuridad se adentraba en su ser. Se arrodillo como pudo tratando de no soltar tantos alaridos al correrse en todo el lugar, dejando de temblar tanto, tan solo con cada disparo de su leche - ¡AAAHH-AHHH-AAAA-AA! ¡SE SIENTE BIEEENNN!

-       Mira cómo se corre la perra – Comentó Espio, riendo entre dientes.

-       No, mira tan solo su cara. Está totalmente loco, jejeje – Dijo Jet entre risas. Una vez Sonic dejo de correrse, Mephiles apago los aparatos y se acercó a Sonic, tomando su mentón para levantarle la mirada, se acercó a su oreja y le susurro lento y sensualmente.

-       Happy… Birthday – Sonic sonrió levemente y le lamio la mejilla a Mephiles acercándose a su oreja.

-       Thank youuuu… - Dijo mientras Mephiles le soltaba de la correa y le retiraba los aparatos. Así Sonic aprovecho y se abalanzo contra él. Se montó sobre el oscuro erizo y se introdujo fácilmente su pene para empezar a brincar a una velocidad impresionante.

-       ¡So-Sonic! – Mephiles quedo pasmado por la rapidez del erizo, provocándole sacar leves gemidos.

-       Aah, haaa ¿Estas tartamudeando, Mephiles? Pensé... Mhaaha, que no te gustaban los niños que tartamudeaban – Sonic lo miraba mordazmente mientras ahora sus movimientos eran rápidos y movidos de lado a lado. Mephiles mostro su sonrisa endemoniada y tomo de la cintura de Sonic.

-       Lo siento… Pero solo una persona pudo excitarme de esa manera hace mucho tiempo… – Comento Mephiles, aumentando sus penetraciones a una gran velocidad - ¡Mhhh! Si... ¡Ha! Pensé que no vería a alguien tan pervertido como mi hijo

-       ¡Oh! A-Amo ¡¡MHUAAAHAAAA!! – Se volvía a correr el erizo azul en el pecho de Mephiles, siendo aún penetrado con grandes envestidas.

-       Chicos, ¿Qué tal si intentamos triple penetración? – Preguntó Espio, deseoso por intentar su dificultosa propuesta.

-       Déjame abrirle más espacio al azulito – Dijo Scourge acercándose por detrás de Sonic, tratando de introducir su pene. Una vez adentro empezó a envestir con todas sus fuerzas jalándole las púas a Sonic.

-       ¡HA! ¿Scourge?... Aahhh, esperaaa-aaa ¿Acaso me estas penetrando? Porque no siento nada, jajajaja – Insultó Sonic mientras miraba tras él, con un rostro de arrogancia.

-       ¿¡AH!? ¿CÓMO DICES PERRA? ¿Estas faltandome el respeto o quieres que te rompa los intestinos? – Gruñó Scourge penetrando más a fondo y con más rapidez que se le era posible.

-       ¡AAAHAAAA! ¡A ESO ME REFIERO! ¡ROMPEME! ¡QUIERO QUE ME ROMPAS, AMO! – Pidió con locura el erizo azul, que a la vez brincaba.

-       Triple penetración, aquí va – Dijo Jet introduciendo también su pene en la entrada de Sonic.

-       ¡NYAA-AAA-AAAAAAN! ¡MAAAA-AAAAA-AAAS! ¡SE SIENTE MARAVILLOSO! – Gritó con gran placer el erizo de ojos verdes que se tornaban más oscuros por cada gemido.

-       ¿Te gusta sentirnos adentro? – Preguntó Jet mientras acariciaba la cola de Sonic.

-       ¡SSIIIIIII-IIII-EEEEEE! – Ya no se le podía entender con claridad al erizo, solo dejaban que disfrutara de lo que ellos también disfrutaban.

-       ¿Te gusta que te rompamos el culo? – Preguntó ahora Scourge, rasguñando la espalda de Sonic con fuerza.

-       ¡AHHH! ¡Si! ¡Claro que me gusta y se los demostrare! – Dijo Sonic, moviendo sus caderas a una velocidad increíble, siendo penetrado el mismo.

-       ¡MIERDA! – Dijeron en coro Scourge, Jet y Mephiles.

-       ¡No puedo más! – Gritó el ave corriéndose dentro de Sonic para separarse rápido y soltar todo el semen.

-       Disparas raaaa-aaapido Jet, jejejeje – Dijo entre gemidos Scourge aun dentro de Sonic.

-       ¡Sonic! ¡Sigue moviéndote! ¡No pares, no pares no pares! – Pidió Mephiles sin detener sus envestidas endemoniadamente rápidas.

-       ¡SI! ¡HAAHAAA! ¡Si! ¡Ah!, haaaaa, si, mi amo – Afirmó obediente Sonic, moviéndose locamente mientras se babeaba sobre si mismo.

-       ¡SOOONIC! ¡ME HACES CORRER! – Gruñó Scourge sin poder evitar correrse dentro de Sonic, que no se desconcentro y continuo aún más rápido.

-       ¡Si continúas así me vas hacer correr! – Gimió algo esforzado el erizo oscuro que jadeaba estruendoso, mientras rasguñaba la espalda de Sonic hasta el trasero.

-       ¡¡MYAAHH!! ¡HAAA! ¡Quiero que te corras dentro de mi, Mephiles! ¡LLENAME! ¡Llename!

-       No… No lo entiendes, no debería… ¡AAAHHH! – Sintió una gran presión en su pene, nuevamente Sonic se estaba corriendo, provocando que las cavidades de su ano apretara con fuerza el pene de Mephiles, exprimiéndolo - ¡SOOONIIIIIC! – Gritó por el placer que recorría en cada parte de su ser. Partes de sus tentáculos salieron, adentrándose en Sonic volviéndolo a penetrar con mucha fuerza, para finalmente, correrse a grandes cantidades dentro del erizo azul.

-       ¡¡¡MHYAAHAAAAAAA!!! – A pesar de todo, aun disfrutaba de las penetraciones brutales, sin saber que el dolor que no sentía le daba la desventaja de no saber si tendría graves heridas dentro de él.

-       ¡Mephiles! ¡Detente, lo vas a destrozar! – Advirtió Finitevus acercándose a Mephiles, pero este le gruñó de una manera sobrenatural, empujándolo a otro lado - ¡Lo vas a matar!

-       ¡Lo lamento Sonic! ¡Ya no puedo parAAAAA-AAAAAAR! – Dijo Mephiles mientras se volvía a correr dentro de Sonic.

-       ¡No importa! Haa, No siento dolor... Mhaah ¡Se siente bien! – Cayó lentamente a los labios de Mephiles, dándole un beso largo y apasionado, provocando que se detuvieran las envestidas por una última corrida dentro de Sonic. Una vez acabo se retiró al ya soñoliento de Sonic.

-       ¿¡Cómo!?.... – Preguntó impresionado Finitevus, observando al satisfecho demonio.

-       Lo has logrado, Sonic… - Musitó Mephiles levantándose para acercarse al tumbado erizo que temblaba y jadeaba, ya agotado por todo lo que habían hecho con él. Observo aquellos ojos verdes pero oscuros por unas milésimas de segundos mientras se oscurecía su vista, desmayándose de una vez – Buen trabajo… Sonic...

 Primero sintió el ardor de su parte trasera, luego sentía un fuerte ardor en su espalda junto a un dolor de muñecas y cuello. Termino siendo despertado por el insoportable dolor. Se incorporó en la cama y noto que se encontraba totalmente desnudo. Se rasco la nuca tratando de recordar en donde se encontraba y con vagos pero claros recuerdos supo que fue lo que le había ocurrido. Observo a su lado de la cama y vio como Scourge se encontraba ya despierto, sonriéndole pícaramente, como si se burlara con la mirada de todo sus pecados cometidos. Le dio igual tenerlo al lado estando desnudo.

 Sin siquiera permanecer con la mirada fija trato de levantarse de la cama, pero el dolor de su trasero le era insoportable, tanto que apenas pudo girar a sentarse por completo, observo su alrededor y se dio cuenta que se encontraban en la misma habitación que la de anoche, a diferencia de que ya había sido limpiada de todas las suciedades que habían hecho. Volvió a sentir el ardor en su espalda pero más palpable, se dio la vuelta rápidamente y observo que Scourge recorría las cicatrices de rasguños con sus uñas, con una sonrisa de añoranza en su rostro.

-       Por lo menos te ha quedado un recuerdo de lo de anoche. Que pena que ya no se te vea tan atractivo para cuando bailes – Dijo con poca cortesía, pasando sus garras por el trasero de Sonic.

-       ¡Deja de tocarme! – Regañó el erizo azul retirando de un golpe la mano de Scourge. Este se burló y se sentó al lado de Sonic.

-       Vaya, adiós al Sonic lujurioso y hola al viejo Sonic. ¿Cómo has estado? Se sintió una eternidad desde que te fuiste. Bueno, para nosotros, ya que el Sonic pervertido es más divertido… Y más sexy – Dijo esto último sensualmente en el oído de Sonic en un susurro, provocando que se estremeciera fuertemente.

-       ¡YA BASTA! ¿QUIERES? ¡Ya basta!... Ya me cogiste, tomaste mi virginidad, tomaron toda mi dignidad y ahora solo quiero irme de este lugar – Vociferó Sonic, tratando de levantarse, pero fue tomado por las manos de Scourge que lo volvieron a sentar.

-       Vamos, Sonic… Hablas como si no recordaras todo el placer que te dimos – Persuadía el astuto de Scourge mientras acariciaba el pecho de Sonic.

       Pudo recordar aquellas sensaciones que le habían provocado la noche anterior. Se sentía muy avergonzado por haberse comportado de esa manera, no deseaba que le recordara todo lo sucedido, pero quisiera o no, ya todo eso formaba parte de él.

-       Sabes que fui inducido por las feromonas – Contestó apenado Sonic, tratando de soltarse de Scourge que no paraba de acariciarle.

-       Y sí que te indujeron muchas. Pudimos ver a ese Sonic que es ambicioso por el sexo y que desea más que nada complacer.... Dime... ¿No te gusta complacer? – Sonic abrió del todo sus ojos. 

       Lo último que había dicho le hacía razonar que tenía la razón. Siempre había estado complaciendo a todo el mundo. Cuando decidió dar todo para comprar las entradas de sus amigos, cuando termino aceptando la oferta de Shadow, sabiendo que podía renunciar el día siguiente, tener que obedecer las órdenes de sus superiores. Al único que no había complacido era a Shadow, que había deseado ser su pareja pero este le rechazo por miedo.

-       Si… Me gusta complacer… - Musitó Sonic, haciendo que Scourge sonriera ampliamente.

-       Hasta que al fin lo admites… Eres una sucia maldita perra y lo sabes… Aunque… Me sigue gustando tu culito – Mencionó Scourge volviendo a tocar el trasero del erizo. Sonic solo se tornaba de un azul más oscuro mientras solo callaba y escuchaba lo que tenía que decir Scourge – Sabes, deberíamos intentarlo otra vez, no hoy, jejeje, me has dejado seco.

-       ¿Ahora te gusto acaso? – Cuestionó Sonic, mirando con odio al erizo verde, mostrando sus colmillos.

-       ¿Qué? No, no, no,no. Solo me pareces atractivo y me gusta estar dentro de ti. Salgo con muchas chicas y chicos, cada uno de ellos tiene algo que me gusta. No puedo decirles que terminamos así nada más. Sería muy triste para todos, sobre todo para ellos – Comentó Scourge acariciando la oreja de Sonic.

-       Jejejeje, era de esperarse, no eres más que un egoísta y ambicioso…

-       Igual que tú, Sonic – Añadió Scourge susurrándole al oído de Sonic.

-       Si… Ya no más. No volveré a complacer a todos cuando quieran solo para ver una sonrisa en sus rostros hipócritas - Se fue incorporando con un aire lúgubre, viendo siniestramente al verdoso - Complaceré al que a mí me dé la gana. Seré más ambicioso y más egoísta que tú. No quiero que te compares más conmigo. Seremos iguales pero somos más distintos de lo que crees... - Mostró una molesta sonrisa, alejándose de Scourge - ¡Y nunca volverás a tocarme en la puta vida, jamas!...   – Vociferó con todas sus fuerzas el erizo azul levantándose de la cama.

-       ¡Uy! Mira como me impresionas, pero lo siento por darte las malas noticias, ¡Pero yo tengo el dinero suficiente para hacer que seas solo mío! Nadie sabrá de ti si llegas a desaparecer y te tomaran por muerto, basura. Yo te tendré cuando quiera y cuando lo pida – Dijo tomando del brazo de Sonic y tumbándolo en la cama para colocarse sobre él – Ya te has metido en un royo del que ya no puedes salir nunca mas, Sonic, porque de ahora en adelante podre follarte hasta que seas horrendo y me canse de ti, y si no puedes ser mío no serás de nadie. ¿Entiendes? – Tomó el cuello de Sonic apretándolo fuertemente, mirándolo con superioridad, pero Sonic no titubeo y con un golpe en el estómago dejo por un momento fuera de combate a Scourge, aprovechando para cambiar y ponerse él sobre Scourge.

 ¡NO! ¡Jamas podrás hacerlo otra vez!  – Habló con toda la fuerza y claridad que le eran posibles - ¿¡Me pregunto cómo se sentirá penetrar a una persona tan arrogante como tú!? – Fue quitándole los pantalones a Scourge mientras este forcejeaba y le daba fuertes golpes en la cara, pero Sonic no se detenía hasta tener toda la parte de debajo de Scourge descubierta.

-       ¿¡QUE DEMONIOS HACES!? ¡DETENTE, MALDITO, ANTES DE QUE TE MATE! – Gritó enfurecido el erizo de ojos azules que pataleaba y golpeaba como podía. Harto de Scourge, golpeo numerosas veces al verdoso dejándolo por un momento inmovil.

-¡       ¡TENLE MAS RESPETO A TU AMO, MALDITA PERRA!

-       ¡COMO TE ATREVES A LLAMARME DE ESA MANERA! ¡¡SE TE OLVIDO QUIEN COÑOS SOY!? Desgraciado, porque… - Fue callado con más golpes en la cabeza dejándolo sangrando por algunos cortes.

-       Me atrevo por ser más fuerte que tú, por ser superior en mentalidad que tú, hijo de puta – Empezó a empujar su miembro dentro de Scourge, comenzando a romper su entrada.

-       ¡NO! ¡No, no, no! ¡PARA, MALDITO! ¡ME LAS VAS A PAGAR! ¡AAHHH! – Gruñó del dolor el erizo verde que se retorcía. El pene de Sonic se introdujo por completo dentro de Scourge y antes de que empezara a moverse escucho una voz tras él.

-       Sonic, deja al erizo verde. Ya le has quitado su virginidad – Dijo Mephiles tranquilamente en la entrada del cuarto. Sonic volteo asustado sacando su miembro y alejándose de Scourge – Eso es, buen chico. Ahora ven acá – Sonic obedeció y se dirigió rápidamente donde Mephiles, sin apartar la mirada de Scourge.

-       ¡Considérate muerto, Sonic! ¡No perdonare lo que has!...

-       ¡Callate, Scourge! Has tensado a la pobre mascota, no pudo evitar querer romper tu gran agujero anal – Mando a callar a Scourge que se sobaba el rabo mientras miraba con gran odio a los dos erizos - ¿Dijo mierdas por la boca, no es verdad? Solo querías enseñarle por donde es que tiene que salir la mierda ¿No es así, mi dulce Sonic? - Sonic asentía mientras Mephiles acariciaba sus púas dulcemente – Ya puedes retirarte Scourge, tu limusina está esperando afuera.

-       ¿¡QUÉ!? ¿¡Así sin más me vas a sacar de tu casa!? ¿Se te olvida quien es mi padre, Mephiles? – Cuestionó furioso Scourge, colocándose sus pantalones y levantándose de la cama con rápidos movimientos.

-       No, no se me ha olvidado, Scourge. He hablado con tu padre sobre algunos negocios… En un momento la conversación cambio a tus caprichos y como a tu padre le daba mala reputación tu comportamiento rebelde – Sostenía al erizo azul que se tornaba de tonos más oscuros, mientras miraba seriamente a Scourge.

-       ¿¡Y que putas tiene que ver con esto!? – Gruñó el erizo verde estando cerca de Mephiles, pero a la vez tratando de mantenerse alejado de Sonic.

-       Le he dicho a tu padre todo lo que ocurrió anoche… Esta lo que se dice... Decepcionado de un hijo como el suyo. Con sus fetiches de parafilias que lo tienen consumido hasta el cuello ¿Y adivina que?… Tus comportamientos deberán de cambiar pronto o dejara de consentirte tu querido padre – Terminó diciendo Mephiles acariciando la barbilla del erizo azul.

-       ¿Estas chantajeándome? ¡Te juro por dios! Que si…

-       ¿Qué? Le dirás a tu papi que lo que he dicho es una mentira. Considerando que me tiene más confianza a mí que a ti y que estoy en lo cierto. Terminará dejándote sin dinero y en la calle, príncipe verde… - Scourge se quedó paralizado por un momento, pero su mirada cambio a de furia y empezó a musitar maldiciones.

-       Los voy a matar a todos... Se los juro – Amenazó con el dedo el erizo verde, apretando con fuerza sus dientes.

-       Vaya, que curioso. Eso es lo mismo que quiere hacer Sonic contigo. ¿No es así, Sonic? – Le preguntó tranquilamente Mephiles a Sonic desde su oído, notando por intuición como una sonrisa torcida se formaba en el rostro de Sonic.

-       Si, amo – Dijo con claridad Sonic, mirando con ojos brillosos pero a la vez oscuros a Scourge. El erizo verde tembló al ver aquella sonrisa tenebrosa de Sonic, retrocediendo un poco al ver como Sonic se le acercaba con pasos lentos y firmes.

-       Solo… Esta vez… Tienen la suerte que estoy solo. La próxima vez no tendrán tanta suerte en vivir para contar lo que cometieron, malditos – Dicho esto, se retiró de la habitación sin apartar la mirada de los dos erizos.

-       ¿Puedo ir a violármelo, amo? – Preguntó pícaramente Sonic, aun observando la puerta donde se había marchado el erizo.

-       No, pero tranquilo… Exceptuándolo a él, puedes violarte a quien tú quieras, mi mascota – Dijo mirando los ojos esmeraldas de Sonic que se notaban más oscuros.

-       Gracias, amo – Fue acercándose con lentitud a la boca de Mephiles, chocando sus labios con este para unir sus bocas en un apacionado beso carnal.

 No... - Susurró al separarse de este, observándole atento con ojos lujuriosos - Gracias a ti, Sonic – Dijo para volver a besarlo locamente. 

 Las lenguas de ambos se acariciaron entre si dentro de sus bocas, compartiendo saliva y aliento desesperadamente, opacando sus gemidos en su arrebato de lujuria, saciándose apenas con comerse entre ambos.

 Su beso se detuvo por el timbre de un celular. Los dos erizos miraron a la misma dirección, viendo el teléfono de Sonic. En la pantalla del celular se podía ver el nombre de la persona que llamaba “Tails”