miércoles, 12 de noviembre de 2014

Sinceridad 2

  ¿Hola? – Preguntó serenamente Sonic, esperando escuchar la voz del zorrito.

-       ¡Sonic! ¿Cómo has estado?... Jejeje – Preguntó nervioso Tails, entrecortando sus palabras.

-       Pues… He estado de maravilla a decir verdad – Respondió alegre Sonic, sintiendo las caricias de Mephiles en todo su cuerpo - ¿Qué ocurre?

-       Sonic… Yo… Han anunciado que se acabaron todas las entradas de Imagine Dragon… - Terminó diciendo Tails, muy preocupado.

-       Si ¿Y? – Dijo poco sutil el erizo que se tornaba de un azul oscuro.

-       Lo siento, Sonic, pero… ¿Cómo vamos hacer? – Volvió a preguntar el nervioso zorrito por el celular.

-       No tengo ni puta idea y no me interesa…

-       Pero, Sonic ¿¡Que dices!? – Tails se quedaba impresionado al escuchar aquellas palabras bruscas y secas de su amigo Sonic, que ni tiempo le daba de entender que le ocurría.

-       Tranquilo ¿Quieres? Después hablamos – Colgó la llamada y apago su celular, volviendo a centrarse en el erizo que ahora sobaba su miembro – Que pena que se hayan acabado las entradas, por lo menos obtuve algo mayor… - Dijo rodeando sus brazos en el cuello de Mephiles acercándose para otro beso.

-       No es del todo una pena – Lo detuvo antes de que volviera a besarle, dirigiéndose a la cama y sacando una maleta bajo esta. Extrajo un sobre, se lo entrego a Sonic, tranquilamente y observo sentado desde la cama como sacaba de este las cinco ultimas entradas.

-       Tu… Habías comprado las últimas cinco entradas una vez te enteraste… - Musitó fríamente Sonic, observando con una mirada oscura las entradas en su mano para luego alzar la mirada y observar la sonrisa espeluznante de Mephiles abriéndose mientras tendones de su piel se desprendían.

-       Me costaron más de la cantidad indicada… Como… quinientos cada una, pero era para asegurarme de que te quedaras sin entradas y recurrieras a mí – Se levantó de la cama, sin apartar la mirada de Sonic, estando frente a él, esperando una repuesta.

-       Todo… Lo habías planeado… Para que todos tuvieran sexo conmigo.

-       Jejeje, así es… - Quería ver cuál sería la respuesta exacta del erizo azul. Esperaba ver unos ojos llenos de lágrimas pidiendo por justicia, pero Sonic mostró una sonrisa de satisfacción, mirando lujuriosamente a Mephiles, plantándole un beso, uniéndose una vez más a él.

-       Qué bueno que fuiste precavido, mi amo, si no, no habría disfrutado de todo lo que hicimos anoche – Dijo después de separar sus labios de la piel de Mephiles, acariciando el pelo de su pecho. Mephiles estaba totalmente impresionado por aquella reacción, pero le gusto ver a ese ser que ahora deseaba complacerlo solo a él.

-       Me alegra escuchar eso, mi querido Sonic – Volvió a besar con locura al erizo azul, pasando sus manos por su parte trasera apretándolo.

-       ¡Nnngg! Perdona, amo, pero he quedado algo adolorido por lo de anoche – Mencionó Sonic, colocando sus manos en el pecho de su dueño.

-       Que lastima… Me pone tan caliente tu dulce trasero – Dijo volviendo a apretar las nalgas de Sonic.

-       Dame tus feromonas, Mephiles, por favor. Quiero sentir la excitación quemando mi piel -  Pidió Sonic volviendo a unir sus labios a los de Mephiles, pero sin recibir nada a cambio.

-       Lo siento... Te daría, pero ahora no estás en condiciones de recibir más de las que te he dado. Para esta noche… En el burdel. Podre darte las que tú quieras, más… Mi pene – Dijo con un rose en la parte intima de Sonic con su miembro.

-       De acuerdo, amo. Lo estaré esperándolo ansioso – Giñó pícaramente, dirigiéndose al baño a buscar sus ropas.

-       ¡Ah, sí!… Lo siento, los chicos se han llevado tus prendas, jejeje. Tranquilo, puedo regalarte unas prendas para que puedas irte a tu casa si quieres – Sonic asintió y siguió a Mephiles hacia otra habitación. Esta solo tenía un montón de Closets y un asiento en el cual uno pudiera reposar -  Tomaté tu tiempo, puedo esperar – Dijo sentándose en uno de los asientos.

-       Está bien, pero soy rápido. No te impresiones si termino alistándome antes de lo que crees...


         Abrió todas las puertas del closet y fue revisando detenidamente cada prenda junto a zapatos y accesorios. Sonrió al ver un vestido y rápidamente se colocó unas pantimedias junto a unos botines con tacones, adornados con púas, un vestido color purpura con estilo punk, un collar con púas y unos guantes largos con los dedos descubiertos; una vez listo salió del vestidor, impresionando a Mephiles, dejándolo con sus ojos completamente abiertos.

-       Wow… Jejeje ¿Y por qué la ocasión de andar vestido de mujer? ¿Acaso quieres que todo el mundo diga que eres una gran puta travestí al salir? – Interrogó Mephiles con un rostro de perversión, mirando desde los pies hasta las orejas al erizo.

-       Solo quería verte boquiabierto… Pero creo que hay que forzar esa boca a abrirse – Rosó sus labios a la zona sin labios de Mephiles, uniéndose en un tardío beso.

-       Basta. He dicho que no te puedo dar de mis feromona – Regañó Mephiles, empujando levemente a Sonic.

-       ¿Y quién dijo que quería tus asquerosas feromonas? Quiero tu pene… - Dijo sensualmente, tomando de la corbata de Mephiles para volverlo a besar mordiendole los labios con hambre.

-       Jajajaja, vaya. Creo que te falta más entrenamiento, mi perra – Volvió a separar el erizo de sus labios y retirando su mano que sobaba su entrepierna - ¿Vas a salir así?

-       No quiero llamar tanto la atención… Ya me cambio – Dijo en un suspiro, volviéndose a meter en el probador, llevándose una muda de ropa consigo.

       Salió con una franela negra con un estampado de una bola de fuego azul, con unos pantalones tubos rasgados y unos converse negros; se dejó los accesorios puesto, dejando notar que quería tener un estilo punk.

-       Hola, disculpe. ¿No ha visto un prostituto vestido de mujer? Creo que se ha perdido en ese mismo vestidor – Bromeó Mephiles, tomando de la cintura a Sonic, acercándolo a él y provocándole cosquillas con sus tentáculos.

-       No, no lo he visto. Aunque también soy tan buen prostituto como él, por si pregunta – Iba acariciando los pelos del pecho de Mephiles, dedicándole una mirada picara a la vez que le sobaba el miembro al erizo malévolo.

-       Buena perra. Ahora te tienes que ir…

-       ¿Sin siquiera dejarme probar tu pene otra vez? Que malo – Se separó con un leve empujón, cruzándose de brazos y desviando la mirada.

-       Necesito irme, pero puedes ir a verme en el burdel esta noche ¿Quieres? – Propusó Mephiles, tratando de hacer que el erizo azul le volviera a ver a los ojos verdes fríos que tenía.

-       ¿Enserio? – Embozó una sonrisa de perversión – Estaré ahí a las ocho y media, ¿Vale?

-       De acuerdo. Te esperare, mi querido Sonic – Tomó de su mano para besarla y mirarlo con sus ojos brillantes. Sonic retiro su mano, salió de la habitación para bajar las escaleras lentamente y salir de la mansión en una limusina esperándolo.

 Sonic titubeo un poco, pero observo tras él al erizo oscuro desde la ventana, indicándole que se montara en la limusina. Obedeció y se montó en el auto para que luego se lo llevara rápidamente a su casa. En todo el recorrido estuvo observando el camino hasta terminar llegando a su departamento. Se bajó del auto y sacó su celular; iba prendiendo su aparato para llamar a su amigo mientras la limusina se retiraba. Empezó a escuchar el timbrado de un celular tras él, luego unos pasos se aproximaron a su dirección y lentamente volteo hacia atrás, encontrándose con su amigo con el celular en la mano.

-       ¿S-Sonic? ¿Eres tú? – Dudó Tails, mirando con mucha impresión a su amigo azul. Sonic termino girando para ver los ojos bien abiertos de su amigo el zorrito.

-       Hola, Tails, ¿Cómo te ha ido? – Preguntó para desviar la incómoda pregunta de Tails.

-       Bi-bien, bien… Oye… Yo… Lo siento no te reconocí con esas ropas – Confesó Tails rascándose la nuca y observando de arriba abajo a Sonic.

-       Si… Me gusta ese estilo, es como mi nuevo yo ¿Sabes? – Avanzó en dirección a su departamento mientras su amigo lo seguía.

-       Oh, Sonic. Quería hablar contigo y Knuckles sobre las entradas, pero veo que aún no ha llegado… - Dijo mientras iba tras Sonic.

-       Sí, es un inútil, bueno para nada – Añadió ya estando cerca de la entrada de su departamento observando a Knuckles sentado, esperando por sus compañeros.

-       ¿Cómo dices? – Contestó furioso el echidna levantándose, acercándose con fuertes pasos al erizo.

-       Vaya, después de todo si llego el rojito – Observó de pie a cabeza a Knuckles dándole una mirada picara, provocando que se asustara un poco – Con su permiso… Voy a entrar a mi departamento.

-       Pero necesitamos hablar de los boletos, Sonic – Menciono Tails apresurándose para jalar la mano de Sonic.

-       Así es, para eso vine temprano – Se postró sobre la puerta impidiendo que Sonic se adentrara – Al parecer los boletos se han agotado.

-       Bien ¿Y qué quieres que haga? O más bien… ¿Qué me harás si no los tengo? – Refunfuñó Sonic, moviendo a Knuckles a un lado con mucha fuerza. Abrió la puerta y se adentró.

-       ¡No tienes que ponerte de esas auras! – Protestó Knuckles por la forma que lo trato su amigo.

-       Sonic… Tranquilízate… Sé que no pudiste conseguirlas a tiempo, pero no tienes que molestarte. Aún hay tiempo de buscar a alguien que las venda. Trabajaremos todos juntos esta vez, aunque sea separados – Sonic se detuvo en seco camino a la cocina, volteó lentamente y miro a Tails con mucho desprecio.

-       Jajajajaja – Rió con sarcasmos para luego agacharse un poco para estar a la altura del zorrito – Piensas que no conseguí las entradas ¿Eh? Y por un momento pensé que creías en mí…

-       Espera… ¿Las tienes? Pero ¿Cómo?

-       Eso no te incumbe, enano. Ahora... ¿Puedes lárgate tú y el otro idiota de mi casa? – Se regresó a la sala principal observando con fastidio al zorrito que lo seguía – Ya escuchaste, idiota, lárgate de mi casa.

-       Ve tratándome mejor ¿Oíste? Hemos venido para ayudarte en tu situación, como siempre lo hemos hecho – Protestó retando frente a frente a Sonic con la mirada.

-       Te tratare como me dé la gana – Contestó mostrando sus dientes con una sonrisa arrogante.

-       ¿Qué diablos te ocurre? ¿Por qué te comportas como un imbécil? – Preguntó muy molesto Knuckles que retrocedió.

-       Porque he visto la luz… Y lo que he visto es que ustedes solo se interesan por las entradas – Torció los ojos, dándole la espalda a sus amigos.

-       Eso no es cierto y tu más que todo lo sabes, Sonic – Protestó Tails, cruzándose de brazos, mirando molesto a Sonic.

-       Solo has sido hipócrita al igual que Knuckles – Volteó para darle la cara al zorrito y mirar al echidna.

-       Pero si tú has sido el que se ofreció e insistió en hacer todo lo posible para conseguir las entradas ¿O no? Me dices que ahora somos los malos de tu triste historia por haberte permitido tomar tu decisión – Añadió Knuckles mirando con una fría mirada al erizo azul que se tornó de un azul más claro al escuchar aquellas palabras. Calló mirando al suelo para luego alzar la mirada otra vez y mostrar una sonrisa algo torcida.

-       Jejeje… Al fin escucho palabras brillante provenientes de tu asquerosa boca. Yo nunca dije que fueran los malos, pero tampoco los buenos y eso me a concertado mucho la verdad – Dijo seriamente sentándose en un mueble al lado de sus amigos – No todo salió para mal, quiero decir… Anoche hice un increíble trabajo y con eso pude conseguir las benditas entradas ahorrándome mi dinero, además de permitirme seguir con el trabajo hasta que se me antoje. ¿Qué más podría pedir? Y todo es gracia a su gran insistencia y la mía, claro…

-       Entonces… ¿No hubo algún inconveniente? – Dudó Knuckles.

-       ¿No decías que era muy estresante y que te avergonzaba? – Dijo Tails, igual dudando.

-       Chicos… Eso era antes, ahora me doy cuenta de que solo veía el lado negativo de las cosas. Ahora solo puedo disfrutar de todo lo que me depara.

-       ¿A que te refieres con que te depara? – Preguntó Tails al no entender a su amigo.

-       No lo entenderías Tails, ni tu ni Knuckles – Terminó diciendo Sonic mirando hacia otro lado.

-       ¿Y que hay de las entradas? – Cuestionó Knuckles.

-       Bueno… Ahora que lo pienso, debería de venderlas y así ganar más dinero… Al menos que me den un buen motivo por el cual regalárselas – Contestó Sonic mirando molesto al echidna rojo.

-       ¿¡Que!? – Gritaron por la impresión Tails y Knuckles.

-       ¿¡Por qué diablos te daría un motivo!? Más bien ¿Por qué diablos vas a cambiar de opinión y no dárnoslas? – Gruñó con mucha fuerza el echidna que amenazo con el puño a Sonic.

-       ¿Por qué ahora dices esas cosas? ¿No éramos amigos? – Dijo más desilusionado Tails que molesto.

-       Jajajaja, ustedes no son mis verdaderos amigos… Les daré a ti y a Knuckles las entradas, para que dejen de lloriquear como grandes maricas – Sacó de sus bolsillos dos boletos y molesto los arrojo al suelo. Knuckles los tomo rápidamente observando que le faltaba uno.

-       ¿Y el de Rouge?

-       Mmmm… Ella no ha hecho nada por mí, es más… Ni la conozco... ¿Qué tal si me la prestas una noche para probarla y le entrego la entrada más viente dolares? – Negoció con desdén el erizo azul provocando que Knuckles hirviera de rabia.

-       ¿¡COMO PUEDES HABLAR ASI DE MI NOVIA!? ¿¡ACASO QUIERES QUE TE ROMPA TU MALDITA CARA!? ¡Rouge no es ninguna ramera para que estés negociando su dignidad con ella! – Gritó Knuckles tomando de la franela de Sonic, levantándolo. Sonic ni se inmuto y miro naturalmente al exasperado echidna.

-       Jajajaja, que gracioso te vez cuando te molestas… - Sacó de su bolsillo otro boleto entregándoselo a Knuckles, este lo bajo y se alejó de él dirigiéndose a la puerta - ¿Qué? ¿Ni las gracias me das? – Knuckles le lanzo una mirada furtiva y salió de la casa sin decir otra palabra – Que mal humorado ¿No lo crees Tails?

-       ¿Qué te hicieron?

-       ¿Qué?

-       ¿Qué te hicieron para que actuaras de esta manera? – Volvió a repetir Tails, completando su frase. Sonic chasqueó y se volvió a sentar en su asiento observando con molestia al zorrito.

-       No sé a qué te refieres… - Echó su cabeza hacia atrás cerrando sus ojos, esperando a que Tails se fuera.

-       Tienes miedo de contarnos lo que te ocurre, está bien, a pesar de todo lo que nos has dicho y como nos has tratado… Averiguaremos que es lo que te ha ocurrido – Dijo esto y salió del departamento cerrando la puerta tras él.

-       Ufff… Al fin se largó esa molestia… Me daré un largo baño y luego esperare a que se haga hora de irme – Dijo para sus adentros, levantándose y dirigiéndose a su baño.


 Termino de bañarse y espero a que las horas transcurrieran mientras se arreglaba las púas, se lubricaba su cuerpo con crema, preparaba su almuerzo y veía la televisión. Ya a las siete y media tomo un taxi cerca de su casa y se dirigió al burdel. Una vez dentro del burdel ya se dirigía rápidamente hacia la habitación de vestuario pero escucho un siseo tras su camino y sin poder evitar volteo rápidamente.

-       Pss, Sonic, soy yo – Susurró Silver escondido tras la oficina de Mephiles – Ven, cúbreme… - Sonic dudó por un momento,  pero se adentró a la habitación sigilosamente con Silver y observo como el erizo albino sacaba de papel en papel documentos de una caja que se encontraba dentro de un clóset – Encontré el expediente de Shadow, pero aun no logro encontrar sus otros archivos. Lo bueno es que encontré su partida de nacimiento. Te impresionaras con eso ¿Sabes? – El erizo azul no emitía ni una sola palabra tras Silver que emocionado seguía con su búsqueda – Oye, no te quedes ahí parado, ayúdame y avísame quien se aproxima. Anoche no pude encontrar todos los archivos ya que una bailarina se acercó al lugar.

-       Mephiles te va a castigar por lo que has hecho… - Musitó fríamente Sonic, observando con una inmensa oscuridad a su compañero.

-       Preferiría no pensar en eso. Siempre y cuando no nos descubra todo irá bien – Dijo despreocupado Silver, sin siquiera voltear a ver a su amigo – ¡Aja! Aquí esta los documentos médicos de Shadow, vamos a verlos… ¡Ah! - Fue brutalmente jalado por Sonic del brazo, siendo arrastrado con torpeza hasta la salida de la habitación - ¡Sonic, que haces! ¡Suéltame!

-       No debiste ser desobediente con mi amo. Ahora seré obediente y le diré lo que has hecho – Respondió con frialdad siguiendo el camino escaleras arribas, hasta entrar a la habitación de vestuario.

-       ¿¡Pero que coños dices!? ¡Suéltame! ¡No dejes que me castigue! – Gritó desesperado agitándose con gran fuerza, tratando de zafarse de Sonic que ahora apretaba con gran fuerza el brazo de Silver, clavándole las uñas sin ningún remordimiento - ¡Me haces daño! ¡Suéltame!

-       ¿Qué ocurre? – Preguntó Mephiles acercándose a los dos erizos al ver el disturbio. Sonic soltó de inmediatamente a Silver y sonrió ampliamente.

-       ¡Amo! Esta perra estuvo husmeando en su oficina buscando unos documentos -  Dijo emocionado, moviendo su cola de un lado al otro sin parar.

-       ¿Enserio? – Miró amenazante a Silver, observando como este se arrastraba hasta topar con la pared tras él – Silver, Silver, Silver… Justo tú tenías que desobedecerme. Shadow estará muy decepcionado.

-       E-eso no es ci-cierto… Yo no estaba husmeando… - Tartamudeó mientras temblaba sin parar.

 ¡No me mientas! Sabes que odio que tartamudees… - Gruñó molesto, mientras todas las personas alrededor se acercaban a ver que era lo que ocurria - Supongo que si Shadow no puede mantener la promesa de que me obedecerías yo tampoco mantendré la mía... 



-      ¡No, por favor! Perdóneme… ¡Sonic! No dejes que me haga daño – Suplicó Silver, mirando con ojos llenos de lágrimas a Sonic. Este sonrió espeluznantemente al ver el rostro asustado de Silver, se acercó a este y tomo de sus mejillas.



-       Creo que siento un poco de celos al saber que mi amo te castigara… Y más que todo, al no ver tu rostro partiendo en dolor y lágrimas. Pero está bien, Oni-chan, lo disfrutaras tanto como yo lo hice – El rostro de Silver palideció al escuchar eso del único amigo que tenía y empezó a partir en llanto tratando de alejarse ahora de Sonic.



-       ¿¡Que le hiciste!? Maldito… Lo has convertido en un monstruo – Sin siquiera dejarlo escupir sus insultos, Mephiles tomó a Silver de sus púas, arrastrándolo por el suelo - ¡¡AAHHH!! ¡AYÚDENME! – Pedía ayuda desesperadamente, mientras era llevado a un cuarto oscuro.



-       Sonic… ¿Vienes? – Al escuchar eso, sonrió diabólicamente el erizo azul, siguiendo al erizo oscuro, encerrándose en la habitación con llave.


       La habitación no era muy espaciosa, tenía un color gris apagado con poca iluminacion. Se encontraban varias cadenas en el medio de la habitacion las cuales salían desde el techo y otras desde el suelo, estas servían para encadenar las manos, pies y cuello.



-       ¡Sonic! ¡Por favor, no hagas esto, ayúdame! –Volvió a suplicar el erizo blanco, colocando sus manos en el pecho de Sonic. Este tomó sus manos y mostró una sonrisa torcida.



-       ¿Quiere que lo sujete? –Preguntó maliciosamente Sonic, mirando con lujuria a Mephiles.



-       Encadénalo por completo… Disfrutaras esto mi querido, Sonic – Le susurró lo último en el oído a Sonic, incitando con muchas ganas a que brutamente encadenara rápidamente a Silver.



-       ¡Sonic, no me hagas esto! – Suplicaba mientras era encadenado. Sonic tomaba las manos de Silver y lo abrochaba con las cadenas que colgaban del techo, al igual que las cadenas del suelo, abrochaba sus piernas - ¡No, por favor, no! – Y por ultimo enganchó la última cadena más grande al cuello de Silver.



-       Ya está listo, amo ¿Puedo ser el primero? – Preguntó ansioso el erizo de un tono azul oscuro.



-       Mmmm… Pero si esta mañana ya te tomaste un virgen. Sé paciente y espera tu turno, mi esclavo – Acaricio la cabeza del erizo azul, dirigiéndose tras Silver, que temblaba incesantemente. Le bajo los pantalones junto al bóxer rápidamente provocando que Silver chillara.



-       Mephiles… - Dijo en lágrimas el erizo blanco que ya sabía lo que le pasaría.



-       ¿Sí? – Respondió curioso al saber que le diría el tembloroso erizo.



-       Sé que no saldré de esta… Y es por eso que no me harás callar… Hagas lo que me hagas – Dijo en voz baja tratando de contener las lágrimas que de todos modos salían a montón.



-       Eso lo sé, por eso es que te castigare…. Idiota…



-       ¡Aahh! – Chilló al sentir algo caliente y húmedo en su entrada. Mephiles frotaba su pene palpitante en el ano de Silver, probando en cuanto le costaría adentrarse en él - ¡Mierda!



-       Sonic, ¿Quieres ayudarme a lubricarlo? – Preguntó con desde el erizo oscuro, viendo con una mirada tranquila al entusiasmado de Sonic.



-       ¡Si, amo! – Rápidamente se agachó y empezó a lamer y chupar como podía el inmenso miembro de Mephiles, dando fuertes bocanadas y estruendos de chupadas.



-       Jejejeje – Reía levemente el erizo endemoniado que disfrutaba como el erizo azul oscuro lo miraba con gran perversión – Creo que no entendiste. Me refería que lubricaras el ano del erizo blanco – La mirada alegre y lujuriosa desapareció del rostro de Sonic, para luego dirigirse a la parte trasera de Silver y empezar a lamer furtivamente.



-       ¡Sonic, no me hagas eso! No…. Ahí… - Dijo con un pequeño gemido al sentir la lengua de Sonic recorrer cada centímetro de su entrada.



-       Te pareces a mi cuando sentí este delicioso placer. Sé que te encanta sentir esto, sé que tratas de evitarlo por la vergüenza, pero no tienes que evitarlo, solo disfrútalo… O-ni-chan – Se levantó para quitarse los pantalones con su bóxer  y empezar a frotar su pene ya erecto por la entrepierna de Silver.



-       ¡Kyyyii! – Chilló al sentir tan repentina sensación en su miembro que aún estaba oculto - ¡Sonic, no! No… - Lloraba sin poder evitar las idas y ven de Sonic.



-       Vamos, perra, deja que me folle al niño malo primero – Apartó a Sonic para volver a sobar su miembro en la entrada de Silver.



-       ¿¡Qué esperas!? ¡Hazlo ya desgraciado! – Gritó con coraje Silver, viendo impotente a ambos erizos. Mephiles se tornó más oscuro mientras su esclerótica se tornaba de color carmesí, unos tentáculos salieron de su vientre y se arrastraron repulsivamente hacia Silver, adentrándose en su ano - ¡K-Kyyii!



-      Uno – Contó Mephiles para luego introducir un segundo tentáculo.



-       ¡AHH!



-       Dos – Seguido volvió a meter otro.



-       ¡¡AAHHH!! ¡PARAAAH!



-       Tres – De una vez metió dos más a la vez.



-       ¡¡AAAGGHHH!!



-       Cinco… - Introdujo los demás rápidamente hasta llegar a nueve tentáculos – Nueve y…



-       ¡NNNGGGHH!



-       ¡Diez! – Terminó de contar para luego mover todos los tentáculos a la vez dentro del erizo.



-       ¡¡Ggrrrr!! ¡¡Ggggrrrrrrr!! – Gruñía para no darle el placer de sus alaridos de dolor, pero no podría soportar por lo que vendría.



-       Terminare tomando tu virginidad con mi pene, maldita puta – De un golpe penetro con su miembro a Silver para envestir con gran fuerza sin ninguna compasión.



-       ¡¡¡AAAHHHH!!! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NOOOOO! – Gritaba por el intenso dolor y por la desgraciada impotencia que sentía por cada penetrada y como su virginidad terminaba siendo, no tomada, si no destrozada por el pene de aquel demonio.



-       ¡Diablos! Qué envidia… - Comentó Sonic mientras se masturbaba viendo el espectáculo.



-       ¡DEJA DE MIRARME! ¡DEJA DE MIRARME, SONIC! – Gruñó de furia el erizo blanco que derramaba lágrimas de su rostro y sangre de su parte posterior.



-       Aawww, vamos, Silver. lo estás viendo como no debería de ser… Deberías de disfrutar al sentir un pene tan esplendido dentro de ti – Se acercó al rostro de Silver para tomarlo de las mejillas – Siéntete afortunado, maldita puta – Lo miraba de una manera tan espeluznante que el pobre de Silver retiro la mirada agachando su cabeza.



-       ¡Quiero a mi hermano! ¡Aléjate de mí! – Gritó adolorido mientras aun sentía las fuertes envestidas de Mephiles - ¡¡POR FAVOR!! ¡¡PARAAH!!



-       Esta zorra chilla al igual como lo hacía su puta madre – Mencionó Mephiles entre risas, penetrando con más fuerza contra el culo de Silver, sin darse cuenta de que había prendido la mecha de una bomba.



-       ¡NO TE ATREVAS A HABLAR MAL DE MI MADRE! ¡¡MALDITO HIJO DE PUTA!! – Insultaba a alaridos, observando con el rabillo del ojo a su violador, lanzándole una mirada llena de una ira tan pura como la pura oscuridad de la criatura - ¡HARÉ QUE LO LAMENTES! ¡MORIRAS, MORIRAS!... ¡¡Mngghh!! – Fue callado con varios tentáculos siendo introducidos dentro de su boca.



-       Me molestan tus ladridos, perra… Vamos a terminar con esto, ya que me das tanta lastima – Fue avanzando con sus penetradas hasta ya agotarse sin siquiera correrse.



-       ¡Mnghhh! Aahh-Ah… Te... Odio… - Dijo terminando sus estrepitosos jadeos al ser liberado de su boca a la vez que Mephiles sacaba su miembro con sus tentáculos y con la sangre del erizo - ¡¡AAAAHHH!! ¡Gggrrr!



-       Yo también te odio… Desde el día en que naciste – Respondió alejándose de Silver – Puedes tomarlo, Sonic.



-       Gracias, amo – Se acercó rápidamente al erizo encadenado ya preparando su pene para ser introducido.



-       ¡No, Sonic, tu!... ¡¡AAAAHHHH!! ¡ARDEEEHH! – Gritó al sentir el pene del otro introducirse de un golpe, pataleando con fuerza y agitándose desenfrenadamente por el dolor.



-       Vamos, hermanito, quédate quieto y ayúdame a correrme – Envistió endemoniadamente rápido, tomando de la cintura de Silver, haciendo sacudir su endeble cuerpo, resonando las cadenas oxidadas que lo sujetaban por su velocidad.



-       ¡AH! ¡AH! ¡AH! ¡AH! ¡AH! ¡AH! ¡AH! – Daba cada corto grito a la vez que era penetrado por Sonic - ¡Sonic!... ¡Paraaaah!



-       ¡Se siente bien! ¡Se siente increíble! – Gemía alocadamente Sonic, al sentir la sensación de penetrarle a Silver. Mephiles disfrutaba de la vista, queriendo unirse una vez más; introduciendo varios tentáculos en la parte trasera de Sonic, dándole más placer del que sentía - ¡Si, amo! ¡Gracias! ¡Maaaaaaasssss! – Sus suplicas fueron acatadas y Mephiles introdujo más tentáculos dentro de él - ¡Me voy a correr, me voy a correr, me voy a correr, me voy a-!... – Se corrió dentro de Silver soltando un gemido de alivio, dando varias sacudidas con lo que eyaculaba toda su carga contenida por la gran excitación  – ¡Aaaahhhaaaa!



-       ¡¡KYYAAAH!! – Gritó al sentir aquel caliente líquido viscoso dentro de él - ¡Sácalo, sácalo, sácalo, sácalo!



-       Haces demasiado ruido… - Tomo la oreja de Silver y lo jalo hacia atrás para que mirara el rostro de desconformidad de Sonic – Yo lo sacare cuando quiera ¡Puta! – Volvió a envestir con su gran velocidad, sacándole más sangre al pobre erizo.



-       ¡AYÚDENMEEHHH! – Gritaba como podía, dejando ya su voz ronca por los imparables gritos de dolor - ¡¡AYUDAAAAAA!!



-       Jajaja. Como deseaba escuchar tus gritos de dolor, tus llantos y ver tus lágrimas derramarse al igual que tu sangre – Le decía Mephiles frente Silver, tomando de sus mejillas rojas hirvientes – Acabalo, Sonic.



-       ¡Si, amo! – Sacaba e introducía su pene con gran fuerza y velocidad destrozando sin piedad el trasero de Silver lastimandolo con cada envestida.



-       ¡NOOOOO! ¡¡¡AAAAAHHH!!! – Los lamentos de Silver incitaba más a Sonic a que sus movimientos se hicieran más brutales y rápidos, terminando rápidamente dentro de Silver una vez más - ¡TE ODIO! ¡SALTE DE MÍ! ¡¡DEJENME IR!!



-       Oowww, ¿Le he hecho mucho daño al niñito de Shadow? Que gustazo me has dado, Oni-chan – Comentó Sonic, sacando su miembro del interior de Silver.



-       Sí que has sido valiente, Silver. La mayoría no tendría tanto coraje a estas alturas como tú las tienes… Supongo que eso te lo enseño Shadow. Pss ser orgulloso y fuerte. De tan solo imaginarme escucharle decir eso me da hasta gracia – Mencionaba mientras desataba al débil erizo albino – A tu edad no era menos marica de lo que eres tú. Siempre refugiándose con aquella puta de tu madre.



-       Aahh... Aah... No... ¡No hables mal de mi madre! – Gruñó con mucha furia Silver tratando de propinarle un golpe, pero fácilmente Mephiles la retuvo con su mano.



-       Vete a lavar tu culo antes de que te vuelva a demostrar quién es el que manda – Le amenazó con tal mirada, que Silver tembló y corrió entre lágrimas fuera de la habitación sin sus prendas. Sonic no le importo siquiera eso y empezó a masturbarse mientras se colaba unos dedos en su entrada - ¿Aun tienes ganas?



-       Si, amo… Aun me siento demasiado caliente ¡Quiero sentirlo dentro de mí! – Pidió el aun excitado de Sonic que miraba pícaramente a Mephiles.



-       De acuerdo, mi esclavo. Ya que has sido muy obediente y sumiso.... Te daré lo que quieres...


       Se acercó con pasos tranquilos a Sonic y espero a que este abriera su boca a la vez que sacaba su lengua para darle un beso endemoniado. Los dos eran fervientes y apasionados con ese beso; Sonic sentía como la lengua de Mephiles se introducía hasta su garganta dejando aquel liquido viscoso, provocándole más excitación, induciéndolo a que tomara las manos de Mephiles y se las colocara en su parte posterior para que lo sobara como prefiriera.



-       Quiero su pene, amo – Suplicó una vez más, volteándose y abriéndole camino a Mephiles, que de un golpe introdujo su miembro por completo - ¡¡Wow!!


-       ¿Qué? ¿Es mucho para ti? – Burló Mephiles, esperando a que incitara más al erizo de ser aún más ninfómano de lo que era.



-       ¡Para nada! ¡Me encanta! – Le sonrió perversamente a su dueño, para luego mover sus caderas rápidamente, provocando que se penetrara el mismo.



-       ¡Siiiiiii! Diablos. Ya extrañaba follarte, perra – La excitación de Mephiles se hizo grande como aquella noche, cuando el alocado del erizo azul cabalgaba en él desenfrenadamente - ¡Sigue así, mi esclavo!



-       ¡Por supuesto, amo! – Respondía mientras ahora sentía aparte del pene de Mephiles, los tentáculos introduciéndose en él - ¡Oh dios! ¡SIIIII! ¡MÁS, MÁS, MÁS, MÁS!



-       ¿Más? ¡Aahh! ¡Estas loco! Haaa ¡Me encanta! – Fue introduciendo más de sus tentáculos hasta tal punto de que el estómago de Sonic estuviera hinchado. 


      Lo alzaba con cada penetrada dentro de él, sosteniéndole los brazos mientras este se elevaba con cada envestida. Sonic soltaba lágrimas de su rostro, pero aun así solo sentía placer en todo su cuerpo, su entrada escurría sangre, gritaba con gran fuerza, pero en sus gritos se escuchaban los gemidos de locura que sentía con cada fuerte y estrangulada penetración.

      En un momento alguien toco la puerta de la habitación, pero los movimientos de los dos erizos no se detenían.



-       ¿Mephiles?... Soy Shadow… ¿Dónde está Silver? – Por un momento Sonic se detuvo por escuchar la voz del erizo negro, pero Mephiles lo miro con una mirada provocativa, susurrándole sensualmente.



-       Tranquilo… él no te hará nada – Dijo entre silenciosos gemidos.



-       ¿Estas con alguien ahí?... ¿Mephiles?



-       Lárgate. Silver está bañándose – Gritó fastidiado de que interrumpieran su momento a solas con su bailarín más apreciado. Escucho como Shadow calló y sus pasos se alejaron - Jajajaja, Estás tan deseoso de sexo... ¡Solo quieres sentir más placer! ¡No te importa el daño que ocasione, solo me quieres a mí! – Empezó a decirle en la oreja al drogado erizo que ahora volvía con sus indulgentes movimientos.



-       ¡SI! ¡SOLO TE QUIERO A TI! – GritÓ entre un jadeo a la vez que sus gemidos eran más fuertes - ¡QUIERO SER SIEMPRE sUYO!



-       Entonces te quedaras trabajando en el burdel… Por siempre



-       ¡SIIIII! – Dijo a la vez que se corría - ¡Quiero quedarme aquí!... Quiero pertenecerLe…



-       Me pertenecerás, si prometes quedarte – Insinuó Mephiles acariciando las púas de Sonic.



-       Lo prometo… Amo – Mephiles aumento sus envestidas provocando un fuerte grito por Sonic al no resistir aquella ráfaga de envestidas - ¡MYAAAAHH!



-       ¡Haaa! ¡Hazme correr dentro de ti, esclavo! – Gimió Mephiles, aferrando sus garras en el torso de Sonic a la vez que le mordía el cuello.



-       ¡SI, AMO! – Empezó a mover sus caderas desenfrenadamente, al mismo ritmo que las penetradas. Mephiles gemía complacido e impresionado, mostrando su boca con sus colmillos, sacando su lengua y jadeando sin poder evitar llegar al orgasmo.



-       ¡Ahg! ¡Ahaa! ¡Te adoro, Sonic! ¡Haaa! ¡TE ADORO! – Fue eyaculando gruesas cuerdas de semen dentro de Sonic, dando un fuerte espasmo a los dos erizos, por cada gota de semen introducida dentro de Sonic y por cada gota de semen siendo expulsada del miembro palpitante de Mephiles - ¡Maldicioooon! ¡Aaaaaahhhhhh! ¡Siiiiii!....



-       ¡Nnnn! ¡Nhan! – Jadeó en un gemido a la vez que Mephiles retiraba su pene junto los tentáculos, bajando lentamente a Sonic, dejándolo agotado en el suelo, escurriendo un montón de semen y sangre - ¡Nyaaaaaa! ¡Se siente maravilloso!



-       Me alegro escuchar eso, has sido muy buena perra – Se agachó de cuclillas colocándose tras Sonic, acariciándole sus largas púas que se tornaban de poco a poco en un azul oscuro – Has sido muy complaciente.



-       De nada, amo... Es mí deber – Volteó y empezó a limpiar con su lengua el miembro del erizo que burlo pícaramente al ver tal servicio atento de Sonic. Se sacó el pene satisfecho por tomar las ultimas gotas de leche y miro furtivamente hacia arriba – Amo… ¿Por qué no te corriste tantas veces como anoche?



-       ¿Um? Había tenido varios años sin correrme, no pude controlarme en aquel momento con tan delicioso culo – Se levantó y se volvió a vestir el erizo diabólico.



-       Por lo menos has dejado bastante leche dentro de mí – Dijo Sonic a la vez que presionaba su vientre y salía más semen junto con sangre de su entrada – Jajajaja



-       También deberías de bañarte e ir a bailar en el escenario – Añadió Mephiles, abriendo la puerta de la habitación – Ve… Y dales lo que quieren.



-       Sera un gusto… Amo…


       Salió completamente desnudo y con su pene aun erecto sin siquiera preocuparse que la gente viera su cuerpo bañado en sudor, sangre y semen. Fue acercándose a la habitación de la ducha que aún se encontraba cerrada, por estar el erizo blanco lavándose, encontrándose a Shadow en cambio, esperando afuera de la puerta, observando concentrado el picaporte de esta. Sonic sonrió al ver a su querido erizo negro, su color azul se tornó más oscuro a la vez que se alzaban sus púas con cada paso. Termino colocándose al lado de Shadow sin apartar sus ojos verde brillante de él, esperando a que notara su presencia.


 –    Hola, Shadow ¿Cómo te fue en el pequeño mandado?



-       Bien, aunque…. ¡SONIC! – Gritó asustado más que impresionado al voltear y ver al desnudo erizo oscuro - ¿¡Q-que!?



-       ¿Qué te ocurre? ¿Nunca habías visto a un chico desnudo? – Dijo demasiado natural para la sonrisa perversa que le dedicaba a Shadow



-       ¿¡QUE DEMONIOS HACES DESNUDO!? – Dijo volteándose hacia otro lado, buscando una prenda con que tapar a Sonic - ¡Cúbrete! ¿¡Que no te vez!? – Tomó
 una chaqueta de tela y tapo el miembro de Sonic con este.



-       Sé que estoy desnudo, Facker – Tomó la chaqueta y la aventó lejos para acercarse más a Shadow – Solo te da vergüenza verme desnudo ¿Eh? – Shadow al tratar de apartare se tropezó cayendo de espaldas.



-       ¿¡Que te ha sucedido!? – Interrogó mientras trataba de levantarse rápidamente - ¡Estas todo cambiado!



-       También es un gusto verte… - Fue acercándose lentamente a Shadow hasta acorralarlo – Te extrañe mucho.



-       ¿¡PERO QUE DICES!? Tu no dirías eso – Empujó desde el pecho al erizo azul marino tratando de apartarse lo más posible de él – Acaso Mephiles….



-       Eso no importa. Quería aceptar tu propuesta de aquel día tedioso...– Acorraló con sus brazos al erizo negro dejándolo sin salida, estando muy cerca de su rostro. Shadow se encontraba demasiado asustado para reconocer con exactitud la persona que se hallaba tras de Sonic.



-       Sonic, ¿Qué estás haciendo? – Dijo Mephiles prominente, tras el erizo azul oscuro. Sonic volteó rápidamente alejándose de Shadow.



-       ¡Amo! – Dijo con un tono algo nervioso en su voz, acercándose Mephiles para mirarle con ojos traviesos.



-       No quiero que estés cerca de esta basura – Avisó con una voz fría y seria. Sonic miro sin entender aun pero sonrió levemente coqueteándole con la mirada.



-       ¡Pero es mi basura favorita, amo!... - Dijo con una suplica en su rostro, recibiendo una mueca apática de Mephiles como negación - Okey... Amo – Afirmó obediente, sin protestar mas. Se alejo del erizo oscuro para luego irse a la entrada del baño, tocando fuertemente la puerta - ¡Oni-chan! ¡Déjame bañarme contigo! ¡Quiero lavar tu dulce, suave y blanco pelaje manchado de sangre! – Silver salió rápidamente del baño con una toalla tapando su cuerpo y con una mirada perdida.



-       Sal de mi camino – Musitó y avanzó pasando de largo a Sonic, Mephiles y a Shadow.



-       ¡Silver! ¿¡Silver, como has estado!?... – Se quedó callado al ver la mirada tan vacía de Silver, observandolo con una gran lastima - ¿Silver?...



-       ¿Por qué no pudiste llegar antes? – Dijo con una leve voz ronca - ¿Por qué no me habías avisado de que te ibas?



-       Silver, yo… Lo siento. ¿Qué te ha pasado? – Preguntó desilusionado de no ver el gran carisma de su querido erizo.



-       Que te lo digan ellos… - Dijo antes de irse a otra habitación con leves cogeos. Shadow se quedó viendo como Silver se retiraba de la habitación, luego volteo hacia Mephiles y Sonic, mirándolos con un odio hirviente.



-       ¿Qué le han ¡HECHO!? – Gruñó con furia amenazándoles con la mirada.



-       ¿Um? – Emitió Mephiles desinteresado, acariciando las púas levantadas de Sonic.



-       Solo lo educamos un poco – Respondió Sonic por Mephiles observando pícaramente a Shadow.



-       ¡MEPHILES! ¿¡QUE LE HAN HECHO!? – Gritó fuertemente, acercándose amenazador hacia Mephiles, pero Sonic se interpuso en su camino, colocan una mano sobre su pecho.



-       ¿Y qué importa que le hayamos hecho a esa marica? – Volvió a responder Sonic, mirándolo ahora con una cara siniestra – No puedes hacernos nada – Shadow golpeo fuertemente el rostro de Sonic, pero este no reacciono con dolor, su rostro seguía igual.



-       ¡¡Tú cállate maldito!! ¡Te dije que no fueras con Mephiles! ¡Te dije que te alejaras lo más posible de sus tretas! ¡¡TE DIJE QUE CUIDARAS DE SILVER!! ¡¡Ya no mereces mi respeto ni la cortesía de volver a hablar conmigo!! – Shadow se encontraba transpirando fuertemente, mirando el rostro inerte de Sonic. Rápidamente el golpe fue devuelto con una patada en el estómago proporcionada por Sonic. Shadow cayó sorprendido mirando rabioso a su atacante.



-       Yo no sigo tus órdenes, basura. Ahora me siento mejor obedeciendo a Mephiles, mejor que obedeciendo a un demente – Se agachó mostrándole los colmillos a Shadow con una mirada de arrogancia.



-       ¿¡DICES QUE ÉL ES MEJOR PERSONA QUE YO!? ¡BIEN! ¡NO ME IMPORTA TU MALDITA OPINION! – Se levantó y se acercó a Mephiles viéndolo con ganas de matarlo – No te lo preguntare otra vez – Saco un arma de su chaqueta y lo apunto a la cabeza - ¿¡Qué le han hecho!?



-       Si tanto quieres saberlo… Rompí mi promesa contigo… - Retiró el arma de su frente y se acercó al oído de Shadow – No los cogimos como la perra que es – Las pupilas de Shadow se achicaron al escuchar eso. Lanzo un golpe rápido al torso de Mephiles pero fue detenido por la mano de este - Vamos… ¿Qué esperabas de mí? Si ni siquiera tu pequeña perra hace caso de lo que le dices.


-       ¡¡MALDITO!! - Gritó con su voz quebrada en ira pura, temblando su puño con impotencia en la mano de Mephiles con tal de intentar golpearlo - ¡¡ERES UN DESGRACIADO INFELIZ!! ¡¡HIJO DE PUTA!!...  ¿¡POR QUÉ!? 


       El grupo de gente que se había reunido para ver el enfrentamiento murmuraba asustada e incrédula por lo que se había cometido, pero ninguno hacia nada, menos el par de erizos causantes de la desgracia. 

-
       No quieras hacer algo de lo que podrás arrepentirte, Shadow... - Advirtió Mephiles con un rostro inmutable, cerniendo su presencia sobre el rostro frustrado de Shadow que trato de mantener su compostura ante la imponente fuerza de Mephiles y su autoridad, solo desviando la mirada con odio hacia Sonic, descargando con su mirada la ira que resentía hacia el erizo demoniaco - Sonic... Ve a bañarte. Resolveré esta tonteria.



-       Okey, amo – Afirmó mostrándole una sonrisa de burla a Shadow, dirigiéndose al baño.



-       Ahora, ve entendiendo que aún me debes el dinero... – Fue lo último que escucho de Mephiles al hablar con Shadow antes de encerrarse en el baño y asear su cuerpo.


       Salió limpio nuevamente dirigiéndose a buscar una prenda al azar, simplemente se colocó unas botas militares con una ropa interior extravagante.



 Fue con pasos tranquilos tras las cortinas del escenario esperando a que fuese el momento indicado. La música “I hate u Simon Curtis” comenzó a sonar, dándole la señal para salir con pasos normales sin siquiera esperar a que el telón subiera. Sacudio sus púas un poco con sus manos antes de sobar su miembro, dirigiéndose a una silla que se encontraba en el medio de la tarima. Giro la silla en contra del público, se sentó mirando a la audiencia y empezó a dar pequeños saltos ritmicos de esquina en esquina, luego con un salto más grande se levantó en la silla y se deslizo por el respaldar, cayendo al suelo con estilo en forma de deslice. Dio un giro en el suelo y de un salto se volvió a quedar de pie para luego tomar de su ropa interior y arrancarla de un solo golpe. La muchedumbre aclamo por lo que tanto habían deseado por varias noches. Sonic no se detuvo, volvió a la silla, la levanto y se sentó moviendo sus caderas imitando una penetración.

 Reía maliciosamente viendo los rostros sonrojados y lujuriosos sin poder evitar soltar leves carcajadas. Se volvió a levantar para luego hacer girar la silla en una de sus patas para colocarla frente a su público, se sentó de cuclillas en la silla y empezó a mover su cintura mientras se levantaba con ayuda del respaldar lentamente. Al estar levantado, dio un salto hacia atrás y empezó nuevamente con sus movimientos seductores. Continuo con volver a la silla, recostándose sobre esta de cabeza, separando sus piernas para que el público tuviera una mejor vista del miembro del erizo azul oscuro. Se levantó de un salto con un impulso de sus manos, patio la silla tras el escenario y meneo su trasero de arriba hacia abajo, mostrando luego su entrada mientras escuchaba la gente volviéndose loca al ver tal cosa.

 Ahora sus movimientos los componía a cada movimiento de manos y pies ritmo a la música, se agachaba lentamente mientras movía su cintura hasta rozar su cola con el suelo, se levantaba con un movimiento rápido llevando sus manos tras su nuca y a la vez que daba una penetración con un leve gemido. Recorrió con sus manos sus piernas, trasero, pecho, cuello y pene mientras movía sensualmente su cuerpo, alimentando más la lujuria de las personas presentes en el sitio. Observo tras de toda las personas a Mephiles que mostraba su sonrisa torcida al ver a su querido esclavo ser obediente a sus órdenes. Contuvó en no mostrar una sonrisa igual de tétrica para no perder su encanto en el escenario, volviendo en si para acercarse un poco a una de las personas bajo la tarima. Un hombre mayor que él le sonreía esperando recibir una sorpresa del erizo pervertido, este solo le tomó la mano al señor y lo colocó sobre su miembro mientras le dedicaba una sonrisa pícara.

 Se alejó del hombre al levantarse, dando un giro sobre su propio eje para luego caer y sostenerse de sus manos al suelo, haciendo un esplín, dando un giro se levantó algo dificultoso y continuo con sus simples pero provocativos movimientos. Ya empezaba a excitarse más con cada movimiento que daba, deseando el cuerpo de alguien sin importar quien fuera. El público lo miraba voraz por ver el rostro de perversión de Sonic, que ahora rogaban que se le acercara para poder tocar todo su perfecto cuerpo. Sonic deseaba eso, pero con el rabillo del ojo noto que Mephiles no le agradaba ver a su esclavo entregar su cuerpo a cualquiera. Finalizo con agacharse y arrastrarse en el suelo, moviendo su cintura en forma circular a la vez que tomaba de su cabeza con sus manos. Apoyo sus manos al suelo y se impulsó para levantarse, dio un último movimiento de pies y manos antes de que la música finalizara y se apagaran las luces.



 Sonic caminaba por los pasillos buscando a Mephiles, una vez lo encontró este lo miró con un rostro lúgubre e insatisfecho. Le extraño eso y se acercó hasta estar frente a él y esperar una respuesta fría.



-       Tienes que dirigirte a la habitación trece. Te espera el mismo hombre con el cual coqueteaste en el show – Dijo Mephiles sin mirarle directamente a los ojos.



-       ¿Le hice molestar, mi amo? – Preguntó coquetamente tratando de acercarse a Mephiles, pero este se alejó con un ceño en su rostro.



-       Ve rápido. Y ten cuidado en disfrutarlo. Tengo ojos en todos lados y si me llego a enterar… Sufrirás las consecuencias – Advirtió antes de adentrarse en una habitación, dejando a Sonic molesto con sus deberes Subió las escaleras hacia las habitación y se adentró en el cuarto trece.



 Se despertó algo mareado y con dolor en su parte posterior. El trabajo que elaboro anoche para complacer a aquel señor le había irritado su entrada. Su fuerza se había ido rápidamente y ya le costaba levantarse de aquella cama hedionda a sudor y jugos de espermas. Se levantó tambaleante, se vistió con sus prendas y salió de la habitación. No sabía exactamente a donde ir, prefería ir a comer algo primero. Tomó fuerzas y empezó a caminar rectamente mientras iba dirección a la cocina, encontrándose con Shadow y Silver.



-       Jejejeje – Se burló levemente viendo el rostro asustado de Silver y el rostro de indiferencia de Shadow – Buenos días.



-       ¿Qué quieres? – Interrogó Shadow mirándolo inespresivo.



-       Vengo a bañarme, ¿A que más, Idiota? Tengo hambre. Apártate si quieres. Me cocinare el desayuno – Respondió con una mirada arrogante, acercándose a las hornillas y sacando algunos sartenes.



-       ¿No te vas a comer la comida que te prepare? – Sonic se detuvo sin creer muy bien lo que escuchaba de Shadow.



-       Pero Shadow, él… - Protestó Silver pero Shadow alzo la mano indicándole que sabía lo que hacía.



-       Hoy tienes que ir a la cita con Blaze ¿No? Ve con ella, te iré a buscar más tarde – Dijo Shadow tranquilamente, tratando de calmar al tenso de Silver.



-       No tengo muchas ganas… Aun me duele – Comentó agachando la cabeza.



-       Vamos, has podido aguantar más que esto… Solo ve – Trató de convencer con esfuerzo. Silver asintió decaído y se retiró de la estrecha habitación sin que Sonic le apartara la mirada – Siéntate, ya te voy a servir la comida.



-       No me voy a comer tu comida, de seguro esta envenenada – Negó mientras seguía con su labor.



-       ¿Crees que si quisiera matarte te envenenaría la comida? Por favor... – Sacó un arma de su chamarra y le apunto directamente a la frente de Sonic. Este solo tenía un rostro frió y sin emociones, viendo el gatillo del arma sin ningún miedo – Sé que eres rápido, pero no tanto para esquivar la bala cuando accione la pistola – Le quitó el seguro a la pistola y tomó con bastante firmeza el arma – Si en verdad te hubiera querido matar, lo hubiera hecho anoche, o antes de que despertaras esta mañana en la habitación trece... Aunque... Anoche si te hubiera matado sin ningún remordimiento, solo no lo hice porque Mephiles me hubiera matado junto con Silver...



-       Jejeje, eres débil, una basura, como dijo Mephiles – Retiró el arma de su frente y volvió a guardar todas las cosas en su lugar viendo con la misma cara arrogante a Shadow - ¿Crees que por ser humilde y tolerante serás una mejor persona? No, claro que no "Shadow-kun". Aquella noche lo aprendí muy bien, y aprendí aun más aquella mañana. Uno no se hace una mejor persona haciendo cosas buenas, uno se vuelve una mejor persona siendo mejor que los demás – Mencionó esto último dándole a Shadow una sonrisa torcida – Por eso estas aun aquí, eso es lo que te ata a este lugar, tu humildad, tu cortesía, tu estupidez de ser una persona pura – Shadow comenzaba a molestarse con cada palabra que salía de los labios de Sonic, temía que se convirtiera en alguien tan oscuro como Mephiles… O peor.



-       ¡BASTA! ¡YA BASTA! – Gritó aturdido con aquellas crueles palabras.



-       ¡Basta, ya basta! Jajajaja – Dijo en tono de burla – Esas palabras las pedía a llantos aquella noche, suplicando por un  respiro, pero en este mundo no te lo da nadie ¡Tienes que buscarlo! ¡Tomarlo! ¡Tú solo quieres hacer cosas puras porque te hicieron sentir impuro por mucho tiempo! ¿¡No es así!? – Shadow se enfureció al escuchar eso y le lanzo un puñetazo con todas sus fuerzas a Sonic, este cayó por el impacto, pero se volvió a levantar pateando el estómago de Shadow - ¿Qué ocurre? ¿Te molesta escuchar tus verdades? – Su tono azul oscuro se tornaba negro a la vez que sus ojos verdes brillaban intensamente. Shadow se levantó rápidamente y se abalanzo contra Sonic, dejándolo en el suelo debajo de él, tomandole de sus manos y piernas para inmovilizarlo.



-       No… No me molesta escuchar mis verdades, solo me apena escucharlas de ti… - Dijo con un nudo en la garganta mirando quebrantado a los ojos verdes brillosos de Sonic – Desearía retroceder en el tiempo y haber impedido que te hubieras ido con Mephiles. Si ahora piensas que uno se vale solo en esta vida y que no se necesita hacer buenas acciones por los demás… ¿Por qué te entregaste a él solo por unas malditas entradas? ¿Por qué piensas todas esas cosas horribles ahora? – Una lagrima se derramo en su mejilla, cayendo impune al suelo. Sonic no mostró ningún rostro de emoción y miro seriamente a Shadow.



-       Eso era antes de probar el placer… Era tonto, inocente, ignorante y terco. Ahora sé lo que me conviene.



-       … Suenas como él… - Suspiró levantándose, dejando libre a Sonic – Solo… Siéntate y espera a que te sirva – Se limpio sus lagrimas y tomo unos platos de plástico de un gabinete y empezó a servir.



-       ¡Ya era hora! – Le dio una fuerte nalgueada a Shadow, dejándolo aturdido en su parte posterior, gruñendo con impotencia por no poder hacer nada contra él. Este le entrego unos panes tostados con tocino y huevo en un plato, con jugo de fresas y espero a que se los comiera –…Tienes que dejar de llorar como una marica, tus lágrimas derramadas en mi comida saben amargas – Shadow sonrió levemente escapando una risa suave por la cruel broma.



-       De nada… - Musito cruzándose de brazos en la mesa.



-       Debería de ir a mi casa… Pero hoy no me nace encontrarme a ese maldito zorro y a su estúpido amigo echidna. Me quedare a ver qué hago – Mencionó mirando furtivamente a Shadow – ...¿No te gustarías pasar un buen rato conmigo?



-       ¿No que tu amo te dijo que no podías estar con basura como yo? – Preguntó tristemente viendo a la mesa.



-       ¡Vamos! Eres demasiado bueno, hasta eres obediente con las ordenes que me manda Mephiles a mí. No tiene que enterarse… Podemos divertirnos todo el tiempo  que quieras – Convencía el erizo azul oscuro mirando ahora con perversión al erizo negro.



-       Ni siquiera hubiera aceptado una propuesta así de ti antes... – Respondió con un tono de alegría fingido.



-       ¿No? Bueno... Debí esperar eso de ti… Aunque en aquella tarde parecías desesperado por probarme ¿No?



-       Ese día solo me sentía impotente… Te quería para mi solo, te necesitaba... Pero aun suena ridículo pensarlo ¿No?  – Sonic chasqueó y se levantó de la mesa pero su mano fue sostenida por Shadow que lo sujeto con fuerza. Shadow se levantó y tomó de la mejilla de Sonic mirándolo con melancolía – Te extraño…



-       ¿Qué? Jajaja - Se burló, sin ablandarse un poco -  Si que das lastima – Retiró las manos de Shadow, saliendo de la habitación tranquilamente.



-       Te extraño mucho... – Volvió a decir pero en un susurro, mirando al vacío.


       Sonic camino por los pasillos del burdel buscando a Mephiles que salía de una habitación diferente a la de ayer. Sonic se emocionó y fue con Mephiles mirándolo pícaramente.



-       Hola, Mephiles… - Dijo tranquilamente mientras movía su cola rápidamente.



-       Hola…



-       Perdona, amo… ¿Puedo ayudarle en algo? – Preguntó sin apartar su mirada de su miembro tapado por las ropas.


 Ven... Síguem...e – Sonic lo siguió hasta su oficina y Mephiles se encerró con él con seguro. Miro por una ventanilla quien se encontraba cerca, mientras un tentáculo se amarro en el cuello de Sonic, ahorcándolo y arrastrándolo cerca de él - ¿Por qué has estado coqueteando con Shadow tras mis espaldas? – Su esclerótica te tornaba roja mientras sus colmillos se mostraban bajo su piel.


-       Yo… - Trataba de decir mientras el tentáculo de Mephiles lo apretaba con más fuerza hasta soltarlo y dejarlo casi sin aire en el suelo – No… No era mi intención…

-       ¡Claro que lo era! Te dije que tengo ojos en todas partes, se lo que le dijiste, ¿¡Crees que no lo sé!? “No tiene que enterarse” Lo dijiste como si en verdad tuvieras muchas ganas de que te cogieran. Pues te voy a follar como la maldita puta que eres – Golpeó con el tentáculo a Sonic dejándolo bocabajo y lo tomó con el resto de estos en sus manos, pies y cuello.

-       ¡Amo!... – No sabía si estar asustado, pero se quedó quieto mientras Mephiles le retiraba los pantalones con su ropa interior y lo penetraba de un solo golpe, lastimandole al forzar la inserción de su miembro  - ¡¡AAAHHHH!! ¡MIERDA! ¡MIERDA! ¡MIERDA! ¡AAHH!

-       ¿Ah, ya no te gusta? ¿¡NO QUERÍAS SENTIR UN PENE DENTRO DE TU CULO!? – Gruñó con fuerza a la vez que se adentraba tentáculos filosos dentro de Sonic.

-       ¡¡AAAAHHHH!! ¡¡NOOOOO!! – El dolor que había sentido la primera vez cuando le habían quitado la virginidad volvía con mucha más fuerza, dejándolo paralizado al estar agarrotado con el dolor ganándole a su lujuria - ¡¡¡ME DUELE!!! ¡¡¡POR FAVOR, PARE!!!

-       ¿¡Por qué lo haría!? !Eres mío? Yo puedo hacer lo que quiera contigo, yo decido cuando parar, yo tomare tus decisiones de ahora en adelante – Sus envestidas aumentaron a una velocidad sobrenatural provocando que se corriera una y otra vez dentro de Sonic - ¡!Ggrrrrr!¡

-       ¡¡AAAAAHHHHH!! – Gritó con cada golpe en su posterior. La sangre se desparramaba junto al semen de Mephiles en grandes cantidades, provocando que Sonic tuviera ganas de vomitar.

-       ¿¡Que te ocurre!? ¿No te gusta ser penetrado? – Observó desde la espalda de Sonic como este devolvía las feromonas, revelando una saliva de color rosado transparente. Se detuvo y tapó la boca de Sonic, obligándolo a tragarse lo que tenía en la boca - ¡¡Trágatelo!! – Sin más, volvió a tragarse las feromonas y calló temblando en el suelo mientras jadeaba fuertemente.

-       ¡Perdona, amo! No lo volveré hacer, se lo prometo. No me vuelva a hacer daño, por favor – Suplicó entre jadeos débiles, mientras las lágrimas se derramaban de sus ojos. Mephiles lo miró más tranquilo, observando sus verdes ojos que brillaban por las lágrimas. Le tomó de la mejilla y lo beso por última vez, entregándole más feromonas.Sse separó del beso y vio que ya el erizo azul se encontraba mejor – Gracias, amo… - Sonrió levemente mientras ya dejaba de temblar.

-       Tengo que irme. Si te vuelvo a descubrir tratando de tener sexo con alguien gratis… Te haré solo mi juguete sexual… Por siempre… - Salió de la oficina dejando a Sonic lleno de su sangre y del semen de Mephiles.

-       De acuerdo… Amo – Se levantó y empezó a limpiarse con su propia ropa toda la suciedad.


       Salió de la habitación desnudo dirección al baño, y una vez adentro, se lavó como pudo sin provocarse mucho dolor en su parte trasera. Fue en ese momento que sintió un cosquilleo en su pecho al igual que en su miembro. Se estaba excitando sin siquiera haberse provocado. Las feromonas de Mephiles ya le hacían efecto. Trató de aguantar y salió del baño para vestirse y esperar a que se hiciera hora del show.

 Los tonos oscuros de Sonic se iban atenuando, volvía a recuperar su color natural, poco a poco, pero a la vez se retorcía en una esquina en la habitación de los vestuarios. Gruñía, se mordía los labios, pataleaba y babeaba por la excitación tan fuerte que sentía su cuerpo. La cantidad de feromonas que le había dado Mephiles se propasaba de su límite. Era obvio que provocaba a Sonic, para que tuviera una excusa para castigarlo, pero este hacia lo posible en resistir. Se masturbaba pero no conseguía en acabar. Era un tormento en el interior de Sonic. Derramaba sus lágrimas temiendo de no resistir la tentación tan devastadora.
 Soltó un último gruñido y se levantó rápidamente casi tropezando, corriendo en busca de Mephiles, deseando la ayuda del único que podía ofrecérsela. Corrió lo más rápido que pudo por todo el burdel, toco de en puerta en puerta y trato de abrir una por una, la mayoría estaba cerrada y las que no, estaban vacías.

-       Sonic… ¿Qué ocurre? Te puedo ayudar – Preguntó Shadow que salió de su habitación confundido. Sonic se detuvo en seco  y empezó a temblar. Imágenes de él y Shadow teniendo sexo pasaban por su cabeza provocándole más excitación de la que ya tenía. Volteó con una sonrisa esforzada, mirando temeroso a Shadow - ¿Sonic?

-       Sha-Shadow… Tienes que irte, no me puedes ayudar – Pidió tratando de no moverse bruscamente hacia él.

-       ¿Por qué? Dime – Volvió a preguntar tomando el hombro de Sonic, este tembló más y tomo la mano de Shadow, retirándola rápidamente.

-       Aléjate de mí… El único que puede ayudarme es Mephiles…

-       ¿Pero qué dices?...

-       ¡Aléjate! No quiero que me castigue – Corrió tratando de alejarse de Shadow, tropezó en su ida pero seguro de que ahora tenía que temer por sus consecuencias. Se detuvo luego de girar en una esquina y siguió con su búsqueda de puerta en puerta hasta que una que se encontraba cerrada se abrió – ¿Um?

-       ¿Qué ocurre? – Dijo Mephiles al salir de la habitación y ver al erizo viéndolo ansioso. Sonic se alegró en verlo y se acercó a este casi arrastrándose.

-       ¡Amo! Por favor, necesito su ayuda… No puedo aguantar mucho más – Pidió sobando el miembro del erizo diabólico, pero de inmediato su mano fue retirada por Mephiles que lo miro con fastidio y lo alejo de él - ¿Amo?

-       Deberías de estar preparándote para salir a bailar… - Sonic se quedó pasmado al escucharlo decir eso, no solo porque ahora tenía que obedecer a Mephiles e ir a bailar bajo toda la presión de sus hormonas, sino que también las horas transcurrieron rápidamente sin que se diera cuenta, ya tocaba las siete y media – Vete preparando y sal a bailar.

-       Pero, amo…

-       Dije que salieras – Regañó en un tono suave pero serio, dejando preocupado al erizo azul. Volvió a adentrarse en el cuarto, dejando una vez más solo al erizo que se encontraba exasperado.

-       Mephiles… - Sin más salió de los pasillos y se dirigió directamente tras el escenario.



 Se bajaron en la parada de autobus más cercana al burdel Rubí Zafiro. El echidna rojo miraba de reojo cada esquina que cruzaban, manteniendo los brazos cruzados, esperando que ningún "busca pleito" los molestara. El zorrito amarillo observaba bien su camino y miraba en cada callejón por si se llegaban a encontrar unas luces de colores, anunciando que se trataba de un burdel o algo por el estilo.

-       ¿Estás seguro que era por esta zona de la ciudad? – Preguntó ya irritado el echidna de tanto caminar.

-       Tranquilo. Solo se encuentra lejos de la parada de autobuses. Debe de encontrarse en el siguiente callejón – Respondió El zorrito sacando disimuladamente su celular, observando un pequeño mapa.

-       Solo porque un conocido tuyo te dijo que era por aquí no quiere decir que este en todo lo cierto – Mencionó Knuckles, pero calló al ver las luces en el siguiente callejón y encontrarse el inmenso burdel.

-       Te lo dij…

-       ¡Cállate! – Interrumpió antes de que Tails terminara su frase.


       Los dos se acercaron a la entrada, e impresionados, entraron fácilmente pensando que tendría que convencer algún tipo de guardia. Había mucha gente reunida en un sitio especifico del piso. Al parecer, un bailarín daba su debut mientras se desnudaba ante el público. A Knuckles y Tails les era difícil ver desde donde se encontraban, pero algo avergonzados fueron directamente hacia la barra de bebidas.

-       Buenas noches señor, nosotros… - Knuckles interrumpió al zorrito con su mano, dándose él, el permiso de hablar.

-       Buscamos a un erizo azul que trabaja de cantinero ¿Lo conoce? – Termióo haciendo la pregunta con un tono más de confianza que de seriedad, incomodando un poco a su compañero Tails.

-       No conozco a ningún erizo azul que trabaje de cantinero en este burdel, lo siento – Respondió el cantinero más mayor que se acercó a los dos compañeros – En otro caso.. Hay un bailarín con las características que ustedes me dicen, pero para por lo menos verlo en la tarima tienes que pagar veinte dolares. Es el mejor de todos los bailarines después del erizo Shadow – Añadió El anciano que saco unos dos boletos de un gabinete, esperando el dinero a cambio. Knuckles y Tails se miraron de reojo y pagaron por los boletos, y dudosos se acercaron hacia la entrada hacia la tarima donde se observaba el show.

-       No me creo que Sonic haya estado haciendo esto todos estos días, de seguro es otro erizo azul… ¿No? – Se dirigió hacia Knuckles mientras los dos se acercaban hacia un gran tipo que pidió los boletos y los dejo entrar hacia la zona donde podían observar el show.

-       ¡Diablos, no lo sé! Aun que en parte, eso explicaría un millón de cosas ¿No? – Contestó Knuckles que trataba de asomarse y ver a la persona que todos aclamaban por más – Coño… No veo ni un pelo.

-       ¿Seguro? Asómate más a ver si llegas a ver las púas azules de Sonic – Insistió Tails, que agito las piernas de Knuckles. Este trato otra vez, solo viendo unas púas de color azul con algunos tonos azules oscuros como leves manchas.

-       No, ha de ser otro tipo… - Respondió el echidna.

-       Vamos a asegurarnos… - Se acercaron más hasta ya estar cerca de la tarima. La multitud estaba en euforia, impidiendo el paso para los de atrás. Tails, que apenas pudo pasar dejando atrás a Knuckles, observo en un pequeño hueco al erizo azul que se encontraba en pelotas bailando como un profesional - No puede ser… - Atónito se quedó de boca abierta sin saber si llamar a Sonic o esperar a que saliera de tantas miradas juzgadoras… Aunque las suyas ya sumaban más. Tras Tails, Knuckles ya había presenciado lo que ocurría y sin pensarlo bien se acercó a la tarima y decidido a llamar la atención del erizo.

-       ¡Sonic! – Dijo en voz alta pero no en un grito, sino lo suficiente fuerte para que Sonic escuchara. El erizo que maniobraba grandes movimientos se detuvo en seco, quedándose por lo menos, siete segundos sin mover un solo musculo, provocando que el público se preocupara y callara. Sonic temeroso, volteo lentamente observando al echidna rojo que aún seguía sin poder creer que se trataba de su amigo Sonic – Sonic… Que… Que… No, pudiste…

-       ¡Knuckles! – Regañó Tails, asustando a Sonic. El erizo azul con una mano tapo su miembro que se había bajado y miro con una mirada de terror puro a sus amigos.

-       ¡Sonic baja de ahí! ¡Vamos! – Gritó Knuckles que ya mostraba furia al ver tal cosa. Lo que había dicho aterrorizo más a Sonic, provocando que retrocediera incrédulo de lo que le ocurría.

-       ¡¡Knuckles, basta!! – Volvió a regañar Tails que jalo del brazo del echidna. El zorrito volvió a ver a Sonic pero este ya no se encontraba en la tarima.

 Huía de todo lo que conocía, huía de cada mirada clavada en su cuerpo, huía de cada voz y ruido que se encontraba cerca de él, ya no quería existir en ese momento. Recuperaba cada recuerdo atroz y cada gota de humanidad que se había ido junto al dolor. Termino chocando con cada persona hasta del mismo Mephiles que le había importado poco lo que le ocurría al erizo azul.
 Entre todo eso, logro salir por una puerta donde lo llevaba a un callejón. Corrió rápidamente hasta caer por un intenso dolor en su estómago, era un dolor de presión como si tratara de expulsar algo. Escucho la puerta de salida abrirse y cerrarse rápidamente, volteó para ver de quien se trataba y al observar que se trataba de Shadow, trato de pararse desesperadamente tropezando en el intento.

-       ¡Mierda! ¿Qué te ha ocurrido? – Preguntó a la vez que se acercaba a Sonic y trataba de levantarlo.

-       ¡No, por favor! Me va a dañar – Dijo tratando de separarse de Shadow sin ningún éxito.

-       ¿Quién?

-       ¡Mephiles! – Contestó, a la vez que expulsaba en una arcada por su boca una sustancia rosada transparente junto a su contenido gástrico. Shadow impresionado se quedó viendo el horror sabiendo de que se trataba – Él… Él me hizo esto.

-       Lo sé, lo sé… Tranquilo. Yo te ayudare – Tomó a Sonic en brazos mirándolo con melancolía a la vez que trataba de consolarlo.


      Sonic, por primera vez desde hace mucho tiempo, se sintió seguro. Mostró una débil sonrisa a Shadow, de nuevo con sus ojos esmeraldas naturales, y sin más, cayo en el cansancio.


  Sentía la frente caliente a pesar de que el erizo negro cambiaba constantemente las compresas congeladas y le daba vitaminas. Se sentía demasiado agotado para abrir sus ojos, solo le podía hablar entre susurros a su compañero que lo cuidaba. 
 Los dos erizos se encontraban en otro sitio, no era en el burdel o en la casa de Sonic, al parecer Shadow había alquilado un departamento barato y ahí habían pasado los últimos días con Silver.


-       No creo que soporte más, tal vez me duerma y ya no vuelva a poder abrir mis ojos nunca más – Dijo débilmente el erizo azul, que respiraba esforzadamente.

-       No digas estupideces y deja de lloriquear tanto – Respondió Shadow que con un paño húmedo limpiaba el sudor de Sonic – Solo necesitas descansar más y parlotear menos. Abre la boca – Sonic abrió su boca temeroso y sintió algo frió. Reconoció que era un termómetro lo que tenía en sus labios, la coloco bajo su lengua y tranquilo espero – Yo estuve en peores condiciones que tu cuando era más joven.

-       Mmmm, mmmmm, mm – Trató de hablar mientras tenía el termómetro bajo la lengua.

-       Deja de balbucear, pareces un bebe – Le tapó la nariz, tratando de hacerlo molestar – Ya vuelvo. No te quites el termómetro – Sonic escucho los pasos de Shadow alejándose mientras trataba de escuchar más allá de la habitación lo que ocurría. Apenas pudo escuchar las voces de Shadow y Silver discutiendo por algo inentendible.


 Se sentía como un monstruo... Sabiendo lo que le había hecho a Silver, no tenia el valor de mirarle a la cara ni de compartir el mismo espacio con él, no después de haber cometido tal mierda contra alguien que le habia dado toda su confianza. Su pecho era presionado con un fuerte dolor, un dolor de arrepentimiento que sin importar que tanto lo ignorara le ocasionaba nauseas y asco a si mismo. Se lamentaba cada vez al escuchar su voz ronca al igual que la suya, teniendo su horrible recuerdo de aquel día.
 Abrió los ojos lentamente sintiendo un gran ardor, pero al parpadear varias veces se fue rápidamente. Espero más paciente de lo normal a Shadow que entro en la habitación con un plato de sopa de pollo.
  

-       ¿Ya abriste los ojos? Bien. Que mal que tenga que hacer todo por ti, hasta revisarte el termómetro.

-       Lo siento… - Musitó viendo sin mucho apetito la comida y volteando hacia otro lado.

-       Esta mejor que antes… Está a treinta ocho. Vas a estar mejor, te lo aseguro – Dijo tomando el plato de sopa y sentándose en una silla al lado de la cama – Recuéstate y di “Ah”

-       No tengo hambre

-       No es una opción, te lo tienes que comer tengas hambre o no – Dijo Shadow insistiendo con la cuchara en la mano.

-       Yo puedo comer sin ayuda tuya

-       ¡Ja! Extrañaba tu terquedad… Si ni siquiera puedes incorporarte sin ayuda – Dejó el plato a un lado para ayudar a que Sonic se recostara y se sintiera cómodo con las almohadas – Vamos abre la boca.

-       …. Okey... – Se dejó embutir la comida por Shadow, sin oponer más resistencia de lo usual y una vez se comió todo volvió a acostarse – Gracias, Shadow…

-       De nada. Es lo único que puedo hacer por ti – Salió de la habitación con el plato y dejo descansar a Sonic.


       Lo que no sabía, es que este ya recuperaba su actitud imperativa y le aburría quedarse tan quieto y tranquilo. Se movía de un lado al otro buscando algo interesante, algo que le llamara la atención, pero solo conseguía aburrirse más. Esperaba a que Shadow volviera y tuvieran una conversación, pero se tardaba mucho.

-       A veces mi estupidez se propasa al de los demás… - Se decía para sí mismo. Pensaba que si no hubiera sido tan terco no estaría en el lugar donde se encontraba, pero eso ya no le importaba del todo, porque estaba con Shadow quien lo cuidaba atentamente.

-       ¿Cómo te sientes? – Preguntó Shadow que entraba en la habitación y se sentaba en la cama junto a Sonic.

-       Bien… Muchas gracias, Shadow, por todo... – Comentó mirando con una sonrisa cálida al erizo que se notaba más cansado que él. Shadow volteo y con una mirada tranquila le dio un leve golpe en la cabeza

-       La próxima vez hazme mas caso ¿Vale? – Encendió la tele y se acomodó más en su puesto.

-       Desde ahora en adelante siempre te haré caso... – Dijo acorrucándose en su almohada y cerrando un ojo para con el otro verlo entrecerrado.

-       Okey, entonces rueda hasta caerte de la cama – Bromeó, pero Sonic para fastidiarlo, rodó a su dirección, haciéndolo caer a él de la cama - ¡Hey!

-       Jejejejeje – Se burló levemente mientras miraba al erizo negro en el suelo.

-       Tramposo, jejeje – Se levantó y salió de la habitación dejando una vez más aburrido al erizo azul. Sonic ya sentía el sueño en su cuerpo y volvió a dormirse tranquilamente.


 Escuchaba la voz de Silver gritando de dolor, pidiendo ayuda, pidiendo que se detuvieran. Veía las sombras de sus violadores, la de Mephiles y la suya propia, profanando al erizo blanco. Silver paro de gritar y ahora su rostro parecía estar sin vida, ahora solo veía su cadáver siendo violado brutalmente. Sentía aquel sueño demasiado real, sentía el dolor de Silver, el de su cadáver. Parecía que aquellas sombras se cansaron del cuerpo sin vida del erizo albino, dejándolo guindado de aquellas cadenas oxidadas de la misma habitación donde había sido violado.
 Las sombras voltearon donde se encontraba Sonic, se acercó la que parecía ser la suya pero esta mostró una sonrisa de penumbras con sus ojos bien abiertos, con un rostro terrorífico, y la de Mephiles se acercó seguido, con un rostro tranquilo pero al igual de temer. Sonic trataba de huir pero no había puertas en la habitación, solo estaba acorralado en una esquina sin donde huir.

-       ¡Quédate quieta maldita perra! – Gruñó la sombra oscura de Sonic, que con sus garras rasgaba el cuerpo de Sonic.

-       ¡¡AAAHH!! ¡Aléjate! ¡Déjame en paz! ¡Nghh! ¡Detente! – Gritaba Sonic tratando de detener a la sombra.

-       ¿Por qué te quieres detener? ¿No es lo que querías? ¿No querías tener placer? ¿Por qué te detienes a ti mismo? – Susurraba sensualmente la sombra de Mephiles, que tomaba forma al igual que la sombra oscura de Sonic. Mephiles acariciaba el cuerpo de Sonic mientras el Sonic oscuro lo rasguñaba y lo mordía cada vez más, pero cada cortadura y marca de mordida era curada con una caricia de Mephiles – Yo puedo hacerte sentir bien, solo no te detengas y obedéceme… Por siempre – Persuadía Mephiles besando a Sonic sin que este pudiera evitarlo, hasta que volvió a escuchar la voz de Silver.

-       No te detengas a ti mismo… Déjate hundir... Déjate arder... Déjate morir… En la lujuria – Dijo el cuerpo de Silver que se desataba de sus cadenas aun con su rostro sin vida – Solo déjate disfrutar y deja que te disfruten – Su rostro cambio a uno retorcido y perturbador. Ya no se trataba de Silver, se trataba de una criatura que tomaba el cuerpo del erizo blanco. Se acercó hacia el Sonic oscuro y con un solo toque hizo que este tomara el mismo rostro – Se como yo, se cómo él.

-       ¡NO! ¡Silver! ¡Perdoname, perdoname! No quiero... ¡No quiero ser como ellos! No quiero, no quiero, no quiero ¡No quiero! Ahh... ¡¡Silver!! – Se despertó de un golpe sudando y transpirando fuertemente.

-       ¡Sonic! Tranquilo, tranquilo. Solo era una pesadilla – Dijo Silver que atendía a Sonic. Este se asustó más al encontrarse a Silver al lado suyo y retrocedió bruscamente – Tranquilo, ya estás bien, estas bien... – Dijo tratando de acercarse a Sonic, pero este tembloroso retrocedió mas - ¿Qué ocurre Sonic?


-       Yo… Lo siento... No puedo... No puedo verte a la cara… - Musitó con vergüenza en su rostro, tratando de que Silver se alejara de él.

-       Sonic… - Era obvio que Silver tenia resentimientos, pero quería ayudarlo a pesar de todo, más al escuchar su desgarrada voz al estar teniendo un horrible pesadilla – Estabas hablando dormido… No sabía que te llegaría ver en esta situación – Sonic sin poder evitarlo miro a los ojos dorados de Silver dudando de lo que decía – Esta bien, Sonic. debiste de haber sufrido más que yo… Claro, es que todo el mundo ha sufrido más que yo... Siempre soy el afortunado…

-       Silver… Eso no es cierto... Tu sufriste por algo que nadie debería de pasar y menos alguien tan bueno como tu… Eres la persona más buena e inocente que conozco – Se acerco un poco más, no queriendo que Silver se menospreciara sobre su propia desgracia.

-       No soy inocente… No me confundas por mi comportamiento – Volteó a verlo con una mirada fría y seria – Solo… Soy así porque no quiero que nadie me tema… Quiero dar tranquilidad a las personas… Pero yo ni siquiera tengo tranquilidad en mi ser... Y... Estoy cansado de seguir intentandolo.

-       Silver... - Su voz sono dolida al escuchar eso de aquel pobre erizo - Lo entiendo...Yo tampoco puedo sentir tranquilidad en mi... Pero por eso mismo hay que demostrar que podemos ser personas fuerte, demostrando nuestra felicidad y compasión. Yo más que nadie lo sé, Silver. Pase por algo horrible al igual que tu... Y deseo... Realmente deseo... Que no vuelvas a pasar por eso... – Silver se mantuvo inmovil, observando el rostro tranquilo de Sonic, volviendo a sentir aquella tranquilidad que sentía antes de que Sonic se comportara de aquella manera horrible. Unas lágrimas salieron de sus ojos de oro y trato de ocultarlo dándole la espalda a Sonic.

-       Yo… Tenía miedo de no volver a poder ser tu amigo, temía de no volver a tener a un hermano que me cuidara como tú – Sollozó silenciosamente tratando de encerrarse en sus propios brazos.

-       No volveré a dejarte, hermanito.... Por favor... Perdóname por haberte hecho tanto daño. Tu sufriste más que nadie, tú has pasado por lo que nadie ha pasado, solo tú has sentido como alguien que amabas y querías pudo ocasionarte tanto daño... Lo siento tanto… Lo siento... - Abrazó a Silver por la espalda llorando junto con él – Lo siento mucho – Silver partió en llanto y volteo para poder abrazar a su querido hermano. Los dos erizos se consolaron, tratando de no soltar tantas lágrimas de las cuales ya habían sido derramadas.

-       ¡Te perdono, te perdono! ¡No quiero odiarte! ¡Quiero que estés conmigo cuando te necesite! – Dijo entre sollozos, mientras se hundía en el pecho de Sonic.

-       Te lo prometo… Oni-chan, no volverá a ocurrir. Trabajare en otra cosa, estudiare y de alguna manera te cuidare junto a Shadow – Secó las lágrimas de Silver plantándole un beso en su frente.

-       Gracias, Sonic… Te quiero…

-       Yo también, pequeño – Alboroto las púas de Silver, dejando su melena despeinada.

-       Hey, jejeje.


       Los dos se quedaron viendo la televisión por el poco tiempo que transcurrió  hasta que llego Shadow con una pizza en su mano.

-       Hola… - Se asomo con curiosidad a la habitación, incrédulo de ver a ambos erizos otra vez juntos - ¿Y cómo están?

-       Hola, Shadow. Estamos bien – Contestó muy alegre Silver. Shadow sonrió ampliamente al escuchar a su pequeño erizo alegre y ver esa sonrisa que extrañaba en su rostro.

-       ¡Pizza! – Dijo con mucho entusiasmo Sonic tratando de levantarse rápidamente de la cama pero tropezando en el intento.

-       Sonic, aun no tienes suficientes fuerzas, tienes que descansar – Dejó la pizza aun lado y junto con Silver levantaron a Sonic.

-       Gracias… - Observaba atentamente la pizza con mucho antojo de comerla - ¿Puedo... Comer?

-       ¿Por qué lo preguntas?.... – Pensó un momento y entendió porque preguntaba algo tan simple... Sonic tomó la costumbre en poco tiempo de preguntar antes para no ser regañado – Vamos, puedes comer, pero déjanos a mí y a Silver – Sonic alegre tomo la primera rebanada de pizza y se la devoro rápidamente así fue por una segunda y seguida la tercera hasta que su barriga rujió estruendosamente.

-       ¡Auch! Me duele… - Se tomó del estómago y dejo la mitad de la pizza para acostarse en la cama

-       ¿Te duele el estómago? Vamos al baño, no vayas a tener un accidente aqui – Ayudo a que Sonic se levantara y junto a Silver lo ayudaron a llegar al baño. Rápidamente hizo sus necesidades sin mucho esfuerzo, sin embargo el dolor permanecía y se extrañó al ver que su orina salió de un leve color rosado. Salió del baño con pasos torpe y se recostó en la cama junto a Shadow que lo esperaba – ¿Te dolió?

-       Algo… - Trago saliva y pensó en si decirle lo que le ocurría a su cuerpo - ¿Y... Silver?

-       ¿Tú orina salió de un color rosado? – Preguntó viendo al suelo, sin responder a su pregunta. Sonic calló, se preguntaba si lo había espiado – Siéntate... Tengo que contarte algo…

-       Ammm ¿Okey? – Se sentó con algo de esfuerzo junto a Shadow para terminar recostándose por el dolor en su posterior.

-       Ahh… Cuando... - Parecía costarle mucho proseguir, chasqueando sus dientes y mirando el suelo con incomodidad - Cuando tenía nueve años de edad… Mephiles abuso de mí… - Se detuvo apenas para ver si Sonic escuchaba atentamente a sus palabras y no le sorprendió ver su cara pálida y de sorpresa – El experimento las feromonas conmigo. Yo fui el primero... De alguna manera él las produce ¿Cómo? Bueno… Es obvio que no es un ser de este mundo. A veces pienso que es un demonio o dejo de ser un mortal hace muchos años.... Sus experimentos conmigo comenzaron cuando tenía siete años. No lo había notado si no poco después... Pero él empezó a practicar conmigo en el sexo, cuando ya había madurado lo suficiente.


 Era muy pequeño, trabajaba en el burdel y mi apariencia no era la más decente. Tenía despeinadas mis púas como todo cachorro, con tan solo unos zapatos rotos y un suéter grande con pantalones holgados. Había entrado en la oficina de Mephiles, cerré bien la puerta como me lo había pedido y con pasos miedosos e inseguros me acerque a aquella figura.

-       ¿Me llamo, Mephiles? – Pregunté nervioso mientras jugaba con las mangas del suéter para tranquilizarme. Mephiles sonrió maliciosamente y soltó una leve risa.

-       Vamos, no tengas miedo… No has hecho nada malo, solo ven acá – Hizo una señal de mano dándome la confianza. Alegre y aliviado me acerque a Mephiles. Acaricio casi tiernamente mis mejillas y orejas para luego cargarme y sentarme en sus piernas – Has sido un niño bueno y obediente, pero necesito más que nada tu ayuda en estos momentos…

-       ¿En qué necesita mi ayuda? – Pregunté inocentemente viendo sus ojos verdes oscuros.

-       Solo… Necesito probar algunas cosas contigo… ¿Quieres ayudarme en esto? – Preguntó en un tono de perversión.

-       Claro, siempre te ayudare

-       ¿Me lo prometes? – Preguntó coquetamente mientras me acariciaba las púas.

-       Si… - Me relaje con las caricias recostándome en su pecho. Mephiles fue acariciando mis púas hasta llegar a mis hombros, haciendo que  me relajara más, luego siguió bajando hasta pasar por mi vientre y luego mis piernas – ¿Y en que es lo que quieres que te ayude, Mephiles? – No sabía en qué iba a llevar todo lo que estaba haciendo Mephiles.

-       Solo calla y relájate… - Contestó mientras desabrochaba mi pantalón y me los bajaba completamente

-       ¿Necesita mis pantalones? ¿O toda mi ropa? – Pregunté aun ingenuo de lo que ocurría.

-       Ssshhhhh, mira aquí abajo – Susurró tranquilamente sobando mi miembro

-       ¿Q-que hace?

-       Has silencio, suspira y exhala – Fue sobando tranquilamente hasta conseguir una leve erección – Este es tu pene, cada hombre tiene uno y siempre se pondrá así cuando te lo toques de esta manera.

-       ¿Por qué me siento raro?

-       Así te sientes cuando estas excitado, ahora voltéate… - Sin esperármelo Mephiles me dio su beso diabólico, dejándome asustado.

-       ¡Eww! ¿Por qué hiciste eso? – Limpié mis labios y empecé a saborear el extraño liquido en mi boca - ¿Qué es esto?

-       Es para que disfrutes para lo que viene… - Me retiró toda la ropa hasta dejarme desnudo, seguido ,se quitó toda su ropa mostrando su inmenso pene.

-       ¡El tuyo es enorme! – Le dije impresionado al ver su aparato reproductivo.

-       Ven, tengo que lubricar tu entrada… 

       Hizo lo que dijo y las feromonas hicieron efecto rápidamente en mi… Y sin avisarme... Me arrebato mi virginidad… Suplique que se detuviera, le prometí hacer lo que fuera para que se detuviera, pero… Termino gustándome.

 Dijo que le hacía sentir el orgasmo que nadie le hacía sentir… Me dijo que era suyo y que sin importar a quien acudiera terminaría matando a medio mundo por quedarse conmigo. Fui su juguete durante cinco años y cada vez disfrutaba más de sus azotes… Sus parafilias… Sus asquerosidades… Y todo fue por culpa de las feromonas. Sus feromonas... Manipulan tus hormonas de maneras inhumanas y si se usa más de la cantidad adecuada puede llegar a matar, pero… Yo sobreviví con mucho más de la cantidad arriesgada durante todo esos años.
 Las feromonas dañaron mis neuronas, sin siquiera destruirlas, haciendo que funcionara mal. Destrozo parte de mis recuerdos, haciéndome confundir la realidad con simples visiones. Sufría de convulsiones a causa de la intoxicación con las feromonas, ocasionándome horrendos dolores de cabeza. Las alucinaciones aumentaban cada vez que él inducia mi cuerpo. Tenia visiones en cualquier sitio, en la calle, en centros comerciales, en establecimientos públicos, hasta trabajando en el burdel. La mayoría de mis visiones eran recuerdos de él y yo teniendo sexo hasta simplemente perder la cabeza, y sin poder evitarlo, sufría los espasmos al sentir en carne propia aquellos recuerdos…

-       Sonic… Yo lamento haberte metido en todo esto. No le desearía ni a mi peor enemigo todo lo que me sucedió a mí – Terminó diciendo mirando con vergüenza al erizo azul que impactado se quedó en shock por lo que le había contado su amigo.

-       Yo... Lo lamento mucho… Quiero decir... Yo también sentí más o menos lo que tú… Llevó tres días en este lugar y los primeros días sufrí dolores de cabeza, mareo, dolor en todo mi cuerpo, vómitos y todas esas cosas… - Decía nerviosamente Sonic tratando de comprender porque Shadow le había dicho todas esas cosas – ¿Pero por qué?…

-       Porque era tiempo de decirte toda la verdad… Y también para que entiendas como funciona las feromonas en uno… - Dijo más avergonzado, colorándose todo.

-       Pero la verdad no me has explicado con exactitud cómo es que…

-       ¡Si no me dejas hablas no te podre decir nada! – Gruñó exasperado y ya tranquilo continuo – Las feromonas aún se encuentra en tu sistema, poco a poco las iras botando en tu orina y al… Excretar… Es muy peligroso tener que ingerir más de la debida, además que en los últimos días hace su último efecto y comienza a alterar tus hormonas más de lo debido y bueno… Eso es todo por ahora¿Simple, no?

-       Lo último no me gusto… Es horrible sentirse de esa manera… Tú lo sabes. No puedes parar, tu cuerpo se manda solo y ya no puedes hacer nada a tu voluntad… Te cambia – Volvía a sentirse mal de solo pensar en cómo aquella sensación lo había cambiado de una manera espeluznante.

-       Si… Nunca piensas que las cosas se llegan a reducir tan solo por el sexo, antes pensarías por el dinero, pero en este caso no… - Comentó algo apenado – Ahhhh… Por eso es que después caí en el alcohol ya que me acostumbre al dolor de que mis neuronas murieran, jejeje.

-       ¿Eso ya no sería masoquismo? – Preguntó tratando de bromear con Shadow pero este le respondió con un fuerte golpe en su hombro - ¡¡AUCH!! Eso si dolió…

-       Si me gusta el masoquismo… También me gusta ocasionarlo… - Dijo en un tono frió mirando retador a Sonic.

-       Solo bromeaba vale… ¿Algo más que decir? – Dijo mirando con confianza a Shadow,. Este calló por un momento, mirando a la nada y luego miro con seriedad a los ojos esmeraldas de Sonic.

-       Mephiles… Me crió desde que tenía dos años de edad… Él asesino a mi madre y se hizo cargo de criarme como le apeteciera… - Iba diciendo mientras Sonic lo miraba con más seriedad y tomando cada vez más rencor hacia aquel erizo diabólico – Él… nunca me dijo la verdad…

-       Él es tu padre… ¿No? – Terminó diciendo Sonic sabiendo de que se trataba.

-       ¿¡Como lo sabes!?...

-       Cuando tuve… Me dijo que nadie le había hecho sentir el orgasmo al acabar excepto su hijo… - Contestó algo avergonzado, mirando hacia otra dirección.

-       Tu… Bueno… Abras de soportado la dosis mayor – Mencionó Shadow sin saber que más decir - ¿Y tú? ¿No tienes también un secreto?

-       …. Tengo que decir que soy bastante gay…

-       Jejeje, si. Uno termina gustándole esas cosas después de haber pasado por todo eso – Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta – ¿Necesitas algo más?

-       No, gracias… Ya has hecho mucho por mí, siendo sincero – Le dedicó una sonrisa bastante alegre, haciéndole sonreír de igual modo antes de irse. De inmediato Silver entro en la habitación y saludo alegremente a su hermano – Silver, hola.

-       Bueno… Eso era lo que yo había investigado aquella noche, claro que no todo. Solo que Mephiles es el padre de Shadow… - Comento mientras se sentaba en la cama con aire soberbia con un puchero en su rostro.

-       Con que espiando ¿Eh? Bueno, Tengo que darte crédito por ser un buen detective - Acarició la cabeza de Silver, recibiendo a cambio unas risitas cómplices del albino - La verdad lo supe cuando Shadow me dijo que Mephiles lo quería solo para él porque era el único que le hacía llegar al orgasmo… Mephiles me había dicho eso cuando… bueno… -  Mencionada mientras se ruborizaba un poco.

-       ¿Cuándo te folló?

-       No lo digas así… - Dijo molesto por la forma en que lo decía Silver.

-       Lo siento, pero no sé porque te avergüenza decirlo. Ya te cogieron, igual a mí. Trata de decir la palabra sin miedo – Le dijo en un tono serio, sin evitar sonar cómico.

-       No es muy sencillo, lo sabes… Tal vez antes lo hubiera podido decir, pero ahora… Me doy asco de solo pensarlo – Se recostó en la cama y se quedó mirando el techo por unos segundo – Aun me impresiona cómo funcionan las feromonas en uno… Te cambian de maneras inimaginables.

-       Yo creo que me intoxicaría al tenerlas en mi sistema – Bromeó mientras se acostaba junto con Sonic.

-       Silver… ¿Te puedo hacer una pregunta?

-       Si, dime.


-      Tu… ¿Sientes atracción por los hombres después de lo que te hicieron? – Preguntó algo apenado por saber la respuesta.

-       Emmm… No. No quiero que ningún otro hombre me vuelva a tocar de esa manera en mi vida – Se incorporó y un escalofrió le recorrió el cuerpo al pobre erizo albino - ¿Por qué pensarías que me llegarían a gustar los hombres después de eso?

-       ….. – Un rostro nervioso cruzó por la cara de Sonic sin poder evitarlo.

-       Espera… - Calló para luego sacar una sonrisa pícara de su rostro conmocionado – Entonces… ¿Te gustan los hombres, Oni-san?

-       ¡Yo no dije eso!

-       Pero tu cara me lo dijo, jejeje

-       No te rías de eso. No es gracioso que uno termine siendo homosexual… - Regañó molesto

-       De acuerdo… - Callaron por un momento hasta que Silver se acercó juguetonamente a Sonic y lo miro con un rostro gracioso - ¿Puedo hacerte una pregunta?

-       Si…

-       ¿Te gusta Shadow? – Preguntó en un tono de burla sabiendo que la respuesta era afirmativa.

-       ¿¡Que!? No… Claro que no… - Respondió apenado, levantándose rápidamente, haciéndose daño en el proceso – Auch… ¿Ves lo que haces?

-       Aja… Jejeje. Vamos, dime la verdad, no se lo diré – Miró con ojos brillosos y juguetones, viendo el rostro sonrojado de Sonic.

-       ¿Y qué pasa si digo que me gusta? – Dijo con inseguridad, dándole la espalda a Silver.

-       Pues solo sabré que siempre estuve en lo cierto – Respondió con una gran cara de confianza.

-       ¡Pues me gusta! ¿Feliz? – Apretó las mejillas de Silver haciéndole sacar una trompetilla graciosa.

-       Jejeje, ¡Lo sabía! – De un salto se paró en la cama y empezó a brincar felizmente - Lo sabía, lo sabía, lo sabía¡Vas a ser mi nueva mami! – Se abalanzó contra Sonic abrazándole el estómago.

-       ¡Hey, no! ¡Seré un maldito homosexual pero no un afeminado! – Refunfuñó tratando de separarse al cariñoso de Silver.

-       ¡Vas a ser mi Okasa! – Empezó a restregar su cara en el pecho de Sonic mientras sacaba pequeñas lágrimas de alegría.

-       ¡Silver! ¡Yo soy tu hermano, no tu mamá! – Vociferó ya incomodo por el afecto de su amigo.

-       ¿Qué ocurre? ¿Por qué tanto escándalo? – Entró Shadow a la habitación revolviendo al parecer una crema para pastel.

-       Nada, Shadow-kun – Contestó Silver con una cara muy tranquila. Se levantó de la cama y se acercó a Shadow – Voy a ayudar a Shadow, tu descansa, Oni-san – Sonic no respondió solo lo miro con una mirada vigilante y se acostó en la cama enrollándose en la cobija.


       Pasaron las horas y Sonic ya se desesperaba de estar tanto tiempo en un solo lugar. deseaba salir a respirar aire fresco o tan solo hacer algo útil, pero Shadow le era estricto con quedarse en la cama a descansar.
 Prendía la televisión para ver si pasaba algo interesante pero solo pasaban películas que mil y un millón de veces había visto, hasta que se topó con una noticia de última hora

 “Entre otros reportes, un joven de 18 años de edad se ha reportado por desaparecido llamado: Sonic the Hedgehog. ahora publicaremos una imagen del desaparecido y con más características de lo último que llevaba antes de que se avistara”. Tails y Knuckles aparecieron en la televisión declarando: “La última vez que lo vimos se encontraba en el burdel Zafiro Rubí a las ocho y trece de la noche” Dijo Tails nerviosamente ante las cámaras. “Pues lo que llevaba puesto… Ammm ¿Unas botas de cuero?” Dijo Knuckles avergonzado de lo que trataba de decir “No pudimos divisar lo que traía puesto, pero es probable de que traiga otra vestimenta” Interrumpió Tails tratando de sacar de apuros a Knuckles.

 Sonic se quedó en shock sin saber que iba hacer después de saber que estaba siendo buscado por la policía. Se sentía atrapado más que en ningún otro momento y sin poder evitarlo llamo a Shadow.

-      ¡Sha-Shadow!… - Sin poder apartar la mirada de la pantalla espero a que Shadow llegara y viera las noticias junto con él.

-       ¿Qué ocurre? – Calló al ver lo que pasaba en la tele. Una vez termino el reporte apago la tele y se sentó junto con Sonic, mirándolo seriamente – Escucha… No pasara más de un día y esta noticia junto a tu foto desaparecerá de todo lo existente.

-       ¿Qué? ¿A qué te refieres con eso? – Preguntó confundido.

-       Mephiles también te está buscando… Él tiene el dinero y el poder para hacer que la policía deje de buscarte. Eliminara tus archivos de todas las computadoras y pagara a quien sea para que nunca vuelvan hablar sobre ti, ¿Entiendes? Pero a la vez es bueno, si tenemos la oportunidad de escapar de la ciudad le será más difícil buscarnos.

-       Pero… Mis amigos… No puedo irme sin más…

-       No hay más opciones, Sonic. Yo en parte no existo. No tengo ningún archivo en ningún hospital o centro judicial y tu tampoco tu lo tendrás – Terminó diciéndole mientras posaba su mano en su hombro.

-       Pero… ¿Mis padres no sabrán jamás de mí? – Preguntó con miedo en su corazón.

-       No lo sé, pero esta vez haré todo lo posiblemente humano para poder ayudarte en lo que pueda – Lo miro a sus ojos esmeraldas decidido a cuidarlo más que a su propia vida. Sonic se sonrojo un poco y le sonrió con confianza sabiendo que no tendría que temer si Shadow lo protegía.

-       Gracias, Shadow. Eres un buen amigo – Sin poder evitarlo le abrazó fuertemente incomodando un poco el momento pero a la vez haciéndolo perfecto por el afecto que los dos sentían.

 De nada, siempre estaré para ti…

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